¿Un ser querido se quitó la vida?¿Cómo procesarlo? El caso de Scott Dylan en Saltillo

Saltillo
/ 25 agosto 2022

El dolor que dejó Scott Dylan no muere. El hijo de una agente de la policía terminó con su vida en el 2019; aún lo extrañan, le lloran, le hablan. Elvira nos cuenta su dolor y expertos dan indicios de cómo procesarlo

Una cruz yace bajo un pirul en la calle Torreón, la acompañan dos lámparas solares que se mantienen encendidas, igual que el dolor que dejó Scott Dylan, en su familia tras decidir quitarse la vida en la colonia República.

“Alto, fornido, guapo: se parecía a Valentín Elizalde, así veía Elvira Salazar a su hijo Dylan. Un joven de 23 años activo, lleno de energía, vigor; disfrutaba de ejercitarse, alimentarse bien y pasar tiempo con su familia.

$!Scott Dylan Espinoza Malacara.

Desde los 13 años Dylan cargó con el dolor de la pérdida de su hermana, era su amiga y confidente, se acompañaban prácticamente a todos lados y pasaban mucho tiempo juntos.

“Dylan quería mucho a su hermana, porque era la que convivía con él. Casi coincidían con la edad, se llevaban sólo un año. Cuando tenía doce años le salió un tumor en su cabeza, me duró un año sufriendo y sus hermanos me apoyaron acompañándome a Monterrey a llevarla a las quimios, falleció un año después; cosa que no superamos”, contó la madre de Dylan en entrevista.

Con la muerte de su hermana, en el 2009, vinieron cambios en la forma de vivir de Dylan. Primero cayó en una depresión que lo mantenía sin comer, después buscó refugio en el gimnasio.

$!Dylan con su hermano mayor. Su figura paterna, según Elvira.

“Yo quería que rehiciera su vida, que saliera al mundo y conociera una novia para cuando yo llegara a faltar”, declaró la madre.

Dylan practicaba boxeo y, años después de la muerte de su hermana, en uno de sus entrenamientos conoció a Celia: su primer y único amor.

“A mijo lo querían mucho, lo sacaron de trabajar, le compraban ropa y me lo cuidaban mucho. Era muy querido en esa familia, hasta que tuvieron al niño”, comentó la mamá de Dylan.

$!Dylan con su primer y único amor, su “Chinita”.

Al nacer Hércules, comenzaron a vivir juntos ocasionalmente, pero los problemas aumentaron, uno de ellos fue que la madre registró al niño sin los apellidos del padre.

“Dylan ya tenía el dinero para registrar al niño como hijo suyo, pero a la hora de ir a ver a la mamá del niño, le dijo que cómo iba a registrar al niño y ella sin gasolina en la camioneta y le quitó el dinero a Dylan para ponerle gasolina a la camioneta”, relató Elvira.

“Él quería darme a su hijo como mío, pero ni siquiera dejaron ponerle sus apellidos”, declaró la abuela de Hércules.

La relación de Dylan y su familia se volvió más difícil después de sus problemas con Celia. Tenían peleas y discusiones seguidas, causadas por la insistencia de Dylan en ver a su novia. “Hasta una vez le pegó a su hermano más grande para ir a ver a la novia”.

Los problemas en la relación llegaron a un nivel tan alto que tuvieron que poner una orden de restricción en contra de la joven, aseguraron familiares de Dylan.

“Con tal de verla, una vez se fue a casa de la novia, pero ya no lo querían recibir, durmió como tres días en la banqueta de la casa con tal de poder verla”, nos contó la madre del joven. Otra vez la novia me dijo que le había pegado. Yo lo regañé, pero ese día me dijo: ‘mamá ¿tú crees que Celia aguantaría un golpe mío?’ y si es cierto, porque mijo no solo era muy fuerte, era muy noble en su corazón. Era muy bueno, desde chiquito fue así, él sería incapaz”, dijo la madre de Dylan.

Días antes de que Dylan decidiera quitarse la vida, su familia estaba pasando problemas económicos. Estaba desempleado y la situación en casa era crítica. Pese a que su madre trabajaba como policía en la Preventiva Municipal, el dinero no era suficiente para sanar los gastos en casa.

$!El memorial en honor al joven de 24 años.

“Yo estaba incapacitada, no tenía dinero. Dylan estaba buscando lana, no teníamos qué comer y ya estábamos batallando, yo esperaba el aguinaldo para alivianarnos.

Dylan, a estas alturas, cargaba con la presión ejercida por su pareja, las complicaciones con su hijo, el rechazo de su familia política y, además, problemas monetarios. El mundo se le cerró el 6 de diciembre, día en el que decidió acabar con su vida.

“Era un muy buen muchacho y lo extrañamos mucho. Desde que él murió, yo ya no vivo, sobrevivo. Antes nos acordábamos de él con tristeza, ahora podemos ver los buenos momentos. Me gusta hablar con él, es como rezar, platicamos y le cuento como están las cosas y pues yo sé que él me escucha”, relató la madre del joven.

(Se intentó contactar en redes sociales a Celia Yarlet, “La Chinita”, pareja de Scott Dylan y madre de Hércules, pero no contestó los mensajes).

$!Hércules, hijo de Dylan y “La Chinita”.

‘BUSCAN SALIR DE SUS PROBLEMAS’

Sobre el caso se consultó a Berenice De la Peña, directora de la Facultad de Psicología de la UAdeC, declaró que “la depresión viene de diversas causas, tanto económicas, sociales, familiares”.

Por otro lado estudios realizados por el IMPLAN, arrojan que ambientes con nivel socioeconómico bajo, situación por la que Dylan estaba pasando previo a su deceso, es común que aumente la tasa de suicidio.

De la Peña señaló que es común las complicaciones económicas es un factor que acerca a las personas al suicidio, principalmente en hombres solteros. Dylan encaja en el paradigma psicológico propuesto. A esto se agrega el abuso y la violencia psicológica, por ejemplo, los días que durmió fuera de casa de su novia.

“Las personas que se suicidan, comúnmente no buscan quitarse la vida, buscan salir de sus problemas y toman esa decisión aunque no sea la mejor”, declaró Berenice de la Peña, la experta en psicología entrevistada.

“Es muy importante cuidar la vulnerabilidad de los hijos posterior a hechos como estos, dónde el núcleo familiar se ve muy afectado, así podemos evitar conductas espejo, que es cuando se repiten los actos del suicida. Es importante la búsqueda de apoyo y la presencia familiar, aunque los hijos estén grandes, es importante que sientan respaldo sin juzgar, para buscar alternativas y evitar más conductas como estas”. La directora de la Facultad de Psicología invitó a la búsqueda de asistencia por medio de instituciones de apoyo público, con el fin de reducir los casos de suicidio.

¿CÓMO PROCESAR EL SUICIDIO DE UN SER QUERIDO?

Para hablar sobre el proceso de duelo de los deudos de un suicida, VANGUARDIA entrevistó a la tanatóloga Stefanía Carrizales Meléndez y el psicólogo Néstor Emmanuel Saavedra Garza.

¿Qué diferencias hay entre el proceso de superación entre una muerte normal y un suicida?

Stefanía: La muerte, como proceso psicosocial, ya por sí mismo es difícil de procesar, aunque sea muerte natural o por enfermedad. Es importante recalcar que cada individuo puede reaccionar muy diferente ante una misma situación de duelo, dicho esto, es crucial notar que no se puede generalizar, aunque se pueden presentar aspectos a considerar teniendo en cuenta el contexto de cómo fue la muerte; cuando es debido a un suicidio puede ser más complicado para los deudos del fallecido debido a que se pueden plantear muchas interrogantes, pueden no comprender por qué la persona escogió tal “salida”, no es fácil comprender el estado mental de la persona en cuestión o como estaba procesando los sucesos a su alrededor para elegir tal alternativa ante cosas que otros encontrarían más soluciones mucho menos drásticas.

Néstor: La muerte en sí es un tema al que no todos estamos acostumbrados, existe cierto tabú al hablar de ella, en familia, sobre todo. Se puede tomar como un tema indeseado o de mal gusto, esto no nos deja desarrollar una filosofía sobre el asunto que nos permita entender mejor para procesarlo, o no nos permite saber que perspectiva tienen nuestros familiares. Si a esto sumamos un tabú aún más grande que se tiene ante el suicidio, los familiares de quién decide suicidarse pueden enfrentarse a cierto estigma social, lo cual puede hacer que el sentimiento de culpa y confusión sea considerablemente mayor que ante una perdida mas “normalizada”. Incluso puede ser que se busquen respuestas con mayor esfuerzo o para hacer una división de culpas. A veces se presenta un enojo considerable hacia el familiar que tomó la decisión, ya que se le puede tachar de egoísta o desconsiderado.

¿Qué es lo más complicado de asimilar tras un suicidio?

S: Para las personas que se quedan, puede presentarse una fijación en lo último que hicieron/dijeron al fallecido; pensar que pudieron haber actuado diferente; creer que pasaron por alto las señales (aunque no sea su culpa y que la persona que tomó esa decisión quiso esconderlo para que no lo detuvieran); quedarse con la duda de; “¿qué hubiera pasado si...? (algo se hacía diferente); quedarse con todas las preguntas sin respuesta.

N: Hay que recordar que, en cualquier tipo de duelo, no todos pierden al mismo familiar. Unos perdieron un amigo, otros un hermano, otros un compañero de trabajo; los padres perdieron a su hijo, o los hijos a alguno de sus padres. Por lo tanto, cada quien está asimilando desde su perspectiva lo sucedido. Importan mucho también los duelos y experiencias previas de cada persona y como es que pudo solucionarlos, sobrellevarlos o quedarse estancado. (Por ello a veces es necesario acudir a grupos de duelo, para ver otras perspectivas, vivencias y aprender algo de ellas).

¿A quiénes afecta más un suicidio?

S: A las personas más cercanas emocionalmente al fallecido, y dentro de este grupo, a quienes son vulnerables debido a trastornos psicológicos.

N: Distintos aspectos de la relación con el fallecido pueden ayudar o complicar la resolución del duelo: cercanía, intimidad, discusiones previas, calidad de la relación, frecuencia con la que se veían etc. Así como aspectos propios de los familiares: espiritualidad, edad, el significado que le dan a la vida y la muerte, etc.

¿Qué conductas son las más comunes en un proceso de duelo?

S: Dentro de todo lo que puede presentarse en personas cercanas a la muerte de un conocido, pueden identificarse las fases de duelo (negación, ira, negociación, depresión y angustia, aceptación) que pueden estar acompañadas de comportamientos como pérdida del apetito o comer en exceso, insomnio, conductas de autocastigo si se cree que se pudo haber hecho algo para ayudar a la persona, disminución en los niveles de atención, retraimiento, depresión. Recordar que el proceso de duelo no es rígido y lineal, que pueden existir recaídas u otras formas de procesarlo.

N: Las conductas desarrolladas durante el duelo están ahí, en su mayoría, como mecanismo para ayudar a sobrellevar el dolor, la angustia y la confusión. Mientras el individuo cursa su proceso de duelo (con los síntomas físicos y las conductas ya mencionadas). En su cabeza puede luchar por encontrar respuestas, culpables, fantasear con los “hubiera”.

¿Qué son las conductas espejo y qué tan comunes son entre los deudos de un suicida?

S: Se puede llegar a imitar la conducta suicida (y posiblemente el método), las personas que se encuentran en mayor riesgo de ello son quienes ya presentaban alguna alteración psicológica antes del suceso y que podrían sentirse “atraídas” a intentar atentar contra su vida también.

De hecho, existen protocolos en algunos países sobre no dar a conocer detalles de los suicidios cometidos por personas famosas, ni sus razones, así se evita que existan imitadores. Así mismo, ciertos detalles e información sobre el suicidio de un familiar deben ser manejados con prudencia frente a otros familiares vulnerables.

N: Las conductas espejo hacen referencia a los mecanismos de proyección e imitación:

Proyección: Ver en otras personas características que son nuestras o adjudicarles ideales que son nuestros.

Imitación: Tomar características, ideales, etc. de otra persona y hacerlas nuestras.

La proyección puede impedirnos ser empáticos con otras personas, pues estaremos viendo en ellas características que son realmente nuestras, por ejemplo: “Él lo tenía todo, era feliz, no tenía por que hacer eso” (En realidad quien tenía esa visión de las cosas es el familiar, no la persona fallecida).

La imitación puede tener una vertiente un poco más sana: llevar los ideales de nuestro familiar en nuestra propia vida, sus valores, su visión del mundo en los aspectos positivos, sus proyectos e incluso sus gustos. (sin llegar a negar los propios), pero también una vertiente insana explicada por mi colega...

¿Es posible prevenir estas conductas?

S: La prevención es posible mediante la psicoeducación, asesorando a la población en el tema, sus consecuencias, alentarlos a pedir ayuda, normalizando el hablar al respecto (tanto de la muerte en general como sobre el suicidio) y en general el buscar apoyo cuando sea necesario en cuestiones emocionales.

N: Las conductas espejo son realizadas muchas veces sin que la persona que las lleva a cabo se de cuenta de ello, por esto es necesario un asesoramiento psicológico días después de sufrir la pérdida (dando tiempo al familiar de sobrepasar la crisis del funeral y demás asuntos pendientes), aunque sea para revisar que el duelo sigue su curso normal y dichas conductas no están interfiriendo.

¿Dónde se puede acceder a estos servicios?

S: Es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental (psicólogo/tanatólogo) para afrontar el proceso de la pérdida. En Saltillo se puede acceder al servicio psicológico-psiquiátrico de manera pública en el CESAME (principalmente), y en el ámbito privado con psicólogos-tanatólogos particulares. Así como grupos dirigidos por tanatólogos que nos ayuden a tratar una pérdida.

N: Como recomendaciones generales, a la par de buscar ayuda profesional: Alejarse de los medios de comunicación que estén publicando detalles dolorosos, escritos o audiovisuales sobre el suicidio de nuestro familiar. Al menos hasta que estemos listos para saberlos o tener la mente clara para contrastar la información. Así como llevar a conciencia y con prudencia la comunicación con personas que estén creando chismes o esparciendo información de manera indiscriminada acerca de lo sucedido.

¿Es posible determinar con certeza los motivos de un suicidio?

S: Es probable, aunque la mayoría de las veces implica un conjunto complejo de las situaciones que afronta la persona y las emociones y la capacidad de procesarlas relacionado a lo que le ocurre (es decir, lo que está viviendo la persona en ese momento, como lo procesa y cuanto cree que puede hacer al respecto) ya que cada persona afronta de manera diferente lo que pasa en su vida. Generalmente lo que se conoce es el detonante del suicidio, pero anterior a ello ya existían otros factores que ponían a la persona en riesgo.

N: Cuando la persona que comete suicidio y deja alguna explicación por medio de un escrito, audio o video, puede acercarnos a sus motivaciones, visión del mundo e interpretación de cómo veía su propia vida. Sin embargo, existe todo un proceso en ideas, interpretaciones, emociones y otros aspectos que nos es imposible conocer a ciencia cierta.

ANOTACIONES FINALES (Por parte de ambos):

Es sano y valido llorar, hablar, expresarse cuanto sea necesario, siempre y cuando sea con personas de confianza que no intenten apresurarnos con el duelo o minimizar nuestros sentimientos o con personas a quienes no hagamos más daño al desahogarnos (que estén psicológicamente inestables, muchas veces porque también están sufriendo la pérdida). Es recomendable hablar en familia sobre qué temas sí quieren o no tocar y cuales prefieren hacerlo en privado o con un profesional.

Toda expresión de duelo será válida mientras no nos dañe (auto descuido, culpabilización, autocastigo, alejarnos de nuestra rutina diaria de forma prolongada) o a los demás (Buscar culpables, agresiones, comentarios hirientes, etc).

Recordar que no estamos obligados a llevar el duelo de determinada manera (casi siempre a como los otros nos dicen) y que no podemos obligar a otros a llevarlo como a nosotros nos gustaría, es un proceso personal.

En el caso de un suicidio: Tomar distancia de medios de comunicación, vecinos, amigos o familiares no tan cercanos o de confianza es valido mientras nos sentimos listos para presentarnos frente a ellos si fuera necesario. Nadie puede presionarnos a dar respuestas pronto.

Nadie puede obligarnos a cambiar nuestra espiritualidad o afiliación religiosa con la promesa de sobrellevar mejor el duelo. Si vamos a hacer ese cambio, debe existir una motivación personal.

APOYO:

Si necesitas ayuda, Alas a la Vida es una institución en Saltillo que tiene por objetivo el apoyo psicológico a personas en situaciones cercanas al suicidio. Es posible contactarlos al número (844) 412 1264; (844) 410 1350 y al correo contacto@dif-saltillo.gob.mx.

EXPERTOS:

Si deseas tener una consulta con los expertos consultados, te dejamos sus teléfonos.

Néstor Emmanuel Saavedra Garza: 8441783939

Stefanía Carrizales Meléndez: 8445911320

EL DATO:

La estadística lanzada por el IMPLAN en Saltillo arroja que la mayoría de los suicidad tenían entre los 30 - 40 años, seguido por personas de 20 - 30.

Indican que afecta en personas con escolaridad hasta secundaria con el 47% de los suicidios en la ciudad.

Según el organismo, la tasa de personas solteras es la más alta en los estudios de suicidio, siendo el 49% de los suicidios en el años 2021.

La mayoría de los casos de este tipo se han registrado en la Zona Centro y en las colonias Mirasierra, Misión Cerritos, Saltillo 2000 y Bellavista.

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