Siguen denuncias por malos tratos en filtros de seguridad de Coahuila; señalan credencial forzosa e interrogatorios arbitrarios
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Usuarios de la carretera 57 denuncian abusos y tratos indebidos en retenes de seguridad, donde se realizan interrogatorios y revisiones sin motivo claro
En lo que va del año, el número de filtros de seguridad desplegados en la carretera 57 de Coahuila casi se ha duplicado. Aunque tanto conductores locales como visitantes reconocen que estas tareas son beneficiosas para la entidad, han manifestado su preocupación por los tratos negativos recibidos en estos retenes, donde han sido sometidos a interrogatorios, verificaciones migratorias y otros abusos.
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Mientras que en enero de este año solo había cuatro filtros de seguridad y verificación migratoria de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, para octubre, en el trayecto de Saltillo a Piedras Negras, los conductores pueden atravesar hasta seis puntos de control a lo largo de 433 kilómetros.
Además de la vigilancia permanente que se extiende a lo largo de la carretera, estos puntos se distinguen por tener casetas de vigilancia que, en lugar de resguardar al equipo de los elementos y sus relevos, son utilizadas como espacios para interrogatorios, según los conductores.
JÓVENES, VÍCTIMAS DE REVISIONES
El pasado viernes, un grupo de jóvenes que viajaba en una cadena de viajes económicos desde Saltillo hasta Nueva Rosita fue descendido del transporte en el filtro de seguridad de la Policía Estatal en Castaños. Allí, los jóvenes fueron puestos de espaldas bajo el sol frente a la unidad y, uno por uno, ingresados a un interrogatorio sobre actividades personales, motivos del viaje e incluso para identificar si eran consumidores de drogas.
“Uno de los elementos casi me pegó porque le dije ‘carnal’, pero no se lo dije en forma grosera; así hablamos acá en los ranchos. Me dijo que era verificación de rutina y como no me bajé con el celular, se enojó y me jaloneó para que fuera por él”, indicó uno de los jóvenes.
Días antes, otro joven fue ingresado a la caseta que está a menos de un kilómetro de la garita del Ejército Mexicano en Allende, Coahuila. Allí, los elementos lo obligaron a desbloquear su celular para revisar el contenido personal, supuestamente en busca de comunicación con algún “pollero” que pudiera ayudarle a cruzar la frontera.
“El elemento me metió a la caseta. Buscaba cosas de migración en mi celular y me preguntaba cuánto me habían cobrado por cruzar. Yo tengo familia en Piedras Negras y las visito constantemente. Además, soy mexicano y puedo llegar hasta la frontera sin que nadie tenga que prohibírmelo ni cuestionarme; ellos no son policías de Estados Unidos”, relató.
“Uno entiende que hagan su trabajo y que digan que es por seguridad, pero ya da miedo ir a visitar a nuestras familias a los que somos de aquí. También hemos visto cómo bajan a los que vienen del otro lado (Estados Unidos)”, agregó.
Las quejas de quienes han sido interrogados y luego permitidos continuar su tránsito señalan, principalmente, el actuar de la Policía Estatal en los filtros de Castaños y Allende, así como en la salida del municipio de Frontera. Por su parte, Guardia Nacional y Sedena han sido señalados únicamente por estos malos tratos en el punto de la garita.
CREDENCIALES A LA MANO
Una de las quejas constantes para quienes transitan hoy por las carreteras de Coahuila es que, al viajar en autobús o en grupo, los elementos exigen mostrar identificación sin mencionar un motivo específico. Esto ha sorprendido a visitantes de otros estados.
Una joven originaria de otra entidad, quien reside en la Ciudad de México y tuvo que viajar a Piedras Negras por motivos de trabajo debido a la falta de opciones aéreas en la región, también se encontró con estos retenes.
“Mi credencial es de Sinaloa porque de allá soy, pero tengo años viviendo en Ciudad de México, y rápido me preguntaron que qué hacía aquí una persona de Sinaloa”, dijo la joven, quien también fue detenida en el retén de la policía estatal ubicado en Allende.
Este tipo de acciones ya habían sido denunciadas en marzo de este año y publicadas en VANGUARDIA. Un grupo de mujeres señaló el filtro de seguridad en Castaños después de que, al no llevar su credencial de elector, sino solo una copia, fueron regañadas por los elementos.
“¿Desde cuándo tengo que traer colgando mi credencial de elector? No entiendo, ¿qué se previene? ¿Los cinco mil migrantes que aun así lograron llegar a la frontera?”, preguntó una pasajera que viajaba de Saltillo a Monclova.
“Todavía de que nos revisan, nos bajan, abren tus maletas, te regañan y gritan diciendo que está prohibido traer tu credencial en el celular”, comentó.