Para pruebas de COVID, la nariz no siempre es la mejor opción

COVID-19
/ 17 enero 2022

Especialistas de distintas instituciones sostienen que, en algunos casos, los tests de saliva podrían ser más eficaces

Durante los dos últimos años, diagnosticar una infección por coronavirus a menudo requiere que se introduzca algo por la nariz. Los trabajadores sanitarios han insertado delgados hisopos hasta lo más profundo de los recovecos de las fosas nasales de los estadounidenses, mientras que las pruebas caseras nos han solicitado que dominemos el más superficial giro en las dos fosas nasales.

“La estrategia tradicional para diagnosticar infecciones respiratorias ha sido ir a la nariz”, mencionó Donald Milton, un médico experto en virus respiratorios en la Universidad de Maryland.

No obstante, la rápida propagación de la variante Ómicron y los cuestionamientos sobre la sensibilidad de las pruebas caseras han vuelto a encender el debate sobre si la mejor manera de detectar el virus es tomar una muestra en un lugar diferente: la boca.

“El virus aparece primero en tu boca y garganta. Eso significa que la estrategia que estamos usando para las pruebas tiene problemas”, comentó Milton.

Tomar muestras de saliva, y pasar el hisopo por el interior de la boca, podría ayudar a identificar a las personas que están contagiadas días antes de lo que detectan los hisopos en la nariz, indican algunas investigaciones.

La ciencia todavía está evolucionando y los datos pintan un panorama complejo porque sugieren que las pruebas basadas en saliva tienen sus propias limitaciones. En la actualidad, muchos laboratorios no cuentan con la capacidad para procesar saliva ni las pruebas caseras de antígenos, disponibles en Estados Unidos, están autorizadas para ese propósito.

No obstante, incluso los escépticos de la saliva reconocen que las muestras orales tienen algunas ventajas únicas. Además, con el avance de la variante Ómicron, algunos expertos afirman que las compañías que realizan las pruebas, los laboratorios y los funcionarios federales deberían trabajar de manera más urgente para determinar los mejores lugares y tipos de las muestras para el virus.

“Tenemos que ser adaptables”, opinó Anne Wyllie, una microbióloga en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, quien es una de los desarrolladores de SalivaDirect, un protocolo de prueba no comercial de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por su sigla en inglés). “Veo muchos laboratorios o gobiernos que están tan obsesionados con cierto tipo de muestra o cierta prueba que incluso con los datos o preferencias de prueba cambiantes no hacen las adaptaciones necesarias a sus programas de pruebas”.

EL CASO DE LA SALIVA

Los científicos comenzaron a investigar las pruebas con saliva desde los primeros meses de la pandemia. Estaban ansiosos por encontrar un método de análisis que fuera más cómodo que el hisopado nasofaríngeo que era la norma en ese momento y no requería trabajadores sanitarios capacitados ni hisopos nasales, puesto que ambos elementos escaseaban. Con la saliva, las personas podrían simplemente escupir en un tubo y entregarlo para su procesamiento.

Algunos trabajadores de laboratorio estaban escépticos ante la posibilidad de que la prueba de saliva fuera una forma confiable de detectar la infección.

“Al principio, hubo cuestionamientos de que la saliva no era la mejor muestra, de que no era la muestra más sensible”, señaló Glen Hansen del Laboratorio de Microbiología Clínica y Diagnóstico Molecular en el Centro Médico del Condado de Hennepin en Minnesota.

No obstante, para el otoño de 2020, decenas de estudios indicaban que la saliva era una muestra apropiada para las pruebas.

“Ha habido un creciente cuerpo de evidencia de que la saliva, al menos, tiene un buen desempeño: es tan buena, si no mejor, cuando se recolecta de la manera apropiada, cuando se procesa de la forma adecuada”, aseguró Wyllie.

También surgió evidencia de que el virus tendía a detectarse en la saliva antes de acumularse en la nariz, lo que indicaba que las muestras de saliva podrían ser la mejor manera de realizar la detección temprana de los contagios.

Hace poco, Milton y sus colegas descubrieron que en los tres días previos a que los síntomas aparezcan y durante los dos días posteriores, las muestras de saliva contenían alrededor de tres veces la cantidad de virus de las muestras nasales y era doce veces más probable que produjeran un resultado positivo en la prueba PCR. Sin embargo, después de eso, más virus comenzaron a acumularse en la nariz, según el estudio, el cual todavía no ha sido publicado en una revista científica.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) autorizó varias pruebas PCR con base en la saliva, las cuales han demostrado ser populares para detectar la infección entre los estudiantes en escuelas.

“La saliva, en realidad, ha resultado ser un tipo valioso y uno que ha sido cada vez más defendido como una muestra primaria de prueba”, opinó Hansen.

Las ventajas de la saliva pueden ser incluso mayores con la Ómicron, que parece replicarse con más rapidez en el tracto respiratorio superior y tener un periodo de incubación más breve que las variantes anteriores. Cualquier método que pueda detectar el virus temprano, y de manera confiable, es muy valioso, según afirman los expertos.

LAS COMPLICACIONES

La saliva también exige compromisos. Aunque el virus parece acumularse de manera temprana en la saliva, la nariz puede ser un mejor lugar para detectarlo durante el progreso de la infección.

Investigadores en el Instituto de Tecnología de California descubrieron que aunque el virus suele aparecer en grandes cantidades en la saliva; a la larga, se elevaba a niveles más altos en la nariz. Estos resultados indican que pruebas de alta sensibilidad, como las PCR, podrían detectar infecciones en la saliva días antes de lo que lo hacen los hisopados nasales, pero es posible que las menos sensibles, como las de antígenos, no lo hagan.

Los datos sobre la saliva son mixtos, destacaron algunos expertos.

“Hay algunos estudios que me han parecido realmente muy interesantes”, aseveró Mary K. Hayden, una médica de enfermedades infecciosas y microbióloga clínica en el Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago.

No obstante, Hayden dijo que estaba interpretando los nuevos estudios con cautela porque “durante muchos años”, la investigación ha indicado que los métodos nasofaríngeos son los mejores para detectar los virus respiratorios.

Algunos científicos también tienen preocupaciones prácticas. La boca es “un poco más un entorno no controlado en comparación con las fosas nasales”, expresó Joseph DeRisi, un bioquímico en la Universidad de California, campus San Francisco, quien es presidente del Biocentro Chan Zuckerberg y un autor del artículo sobre el hisopado en la mejilla. “¿Tomaste una Coca-Cola justo antes de hacer la prueba? El pH será diferente. Y esas cosas importan”.

La saliva puede ser “viscosa y difícil de trabajar”; en especial, cuando los pacientes están enfermos y deshidratados, escribió en un correo electrónico Marie-Louise Landry, directora del laboratorio de virología clínica en Yale New Haven.

Al final, se podrían requerir diferentes estrategias en distintas circunstancias. Para personas que han tenido síntomas durante varios días, el hisopado nasal podría ser una buena elección, mientras que la saliva podría ser más apropiada para el monitoreo de vigilancia a gran escala de personas asintomáticas, sugirió Hansen. “Necesitamos hacer las pruebas correctas en los lugares correctos”, puntualizó.

En el Reino Unido, algunas pruebas caseras exigen el hisopado tanto de la garganta como de la nariz, una estrategia que podría valer la pena seguir, declararon expertos.

“Tomar muestras de múltiples sitios siempre te dará una ventaja”, relató Hayden.

No obstante, si los fabricantes de las pruebas desean agregar muestras de saliva o hisopado faríngeo, necesitarán validar sus pruebas con esas muestras y enviar los datos a las autoridades. En una audiencia en el Senado de Estados Unidos el martes, Janet Woodcock, la comisionada interina de la FDA, mencionó que los fabricantes tal vez también tendrían que reconfigurar sus pruebas para adaptar los hisopos más grandes que están diseñados para la garganta.

Todavía no queda claro si alguna de las principales compañías de pruebas caseras tiene planes para hacerlo. “Seguimos monitoreando y evaluando. En la actualidad, nuestra prueba está indicada exclusivamente para uso nasal”, precisó John M. Koval, un portavoz de Abbott Laboratories, un fabricante de pruebas rápidas de antígenos. c.2022 The New York Times Company

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