Imparable la carrera de Lionel Messi

Messi atraviesa un momento de forma excepcional, y así lo confirmo el miércoles al definir el pase del Barcelona a los cuartos de final gracias a dos fantásticos goles que facilitaron el triunfo por 4-0 ante el Stuttgart.

Los elogios hacia Messi son hoy irrefrenables en toda la prensa española. "Echamos cuentas de lo que lleva hecho Messi a su edad, mucho más que Maradona a las mismas alturas de su carrera. Messi es ya figura mundial, Balón de Oro, FIFA Player, superestrella del SuperBar+a de hoy", aseguró el diario madrileño "As".

Josep Guardiola, el entrenador del Barcelona, grafica con sencillez lo que significa Messi para el equipo: "Estamos hablando del mejor jugador del mundo. La misma incidencia que tenía Michael Jordan".

"Mundo Deportivo" abunda en la comparación. "Si había que jugársela, todos miraban a Jordan. En el Camp Nou, Leo tampoco se esconde, muerde como el que más y si lleva dos goles quiere el tercero. Messi es insaciable", explica.

A sus 22 años, Messi marca una progresión constante y cada año incorpora nuevas cosas que lo hacen mejor. Así, esta temporada se está confirmando como un goleador de impresión.

El argentino lleva 31 goles sumando todas las competiciones y se sitúa a sólo uno del inglés Wayne Rooney, del Manchester United, el máximo realizador europeo y otra de las grandes sensaciones de la temporada.

Guardiola no lo cambió ante el Stuttgart, a pesar de que el resultado ya estaba decidido. Es probable que el argentino no quisiera irse para seguir engordando su cuenta de goles, dada su voracidad por conseguir éxitos.

Messi fue incorporando nuevas cualidades a su repertorio. Si al comienzo de su carrera muchos analistas veían en él a un jugador desequilibrante por su conducción del balón en carrera, el argentino es ahora mucho más que eso.

Los diferentes goles marcados en los últimos encuentros muestran su versatilidad. En el partido del domingo ante el Valencia hizo un tanto tras dejar tirados a tres rivales y ante el Stuttgart marcó sendos goles con disparos violentos desde fuera del área. Y cómo olvidar el gol de cabeza anotado en la última final de la Liga de Campeones.

Ahora Messi está jugando casi como delantero centro, con libertad de movimientos, como el "10" de toda la vida. Josep Guardiola, su técnico, lo sacó de la banda y le dejó libre para inventar.

A su reconocida habilidad con el balón está sumando ahora un impensable poder físico. Primero, porque ya no se lesiona; y segundo, porque hasta tiene capacidad para ganar balones divididos ante defensas mucho más corpulentos que él.

Y, por supuesto, queda ese don que tiene el jugador para brillar en los momentos más trascendentes, sin que la presión lo afecte ni por un momento.

Nadie sabe dónde está el límite para un jugador a quien muchos se atreven a situar ya junto a los más grandes de toda la historia, a pesar de que todavía le quedan más de diez años de carrera si no padece infortunios.