Ana Gabriela Guevara, la atleta que se retiró porque estaba ‘asqueada del sistema’
Antes de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, la campeona olímpica anunció su retiro definitivo a modo de protesta por la situación que atravesaba la Selección de Atletismo
La situación que está atravesando actualmente el deporte en México está dando mucho de qué hablar, especialmente después de la “guerra” de declaraciones entre las nadadoras Nuria Diosdado y Pamela Sobrino, con la directora de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), Ana Gabriela Guevara, y el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
El tema central y la polémica que ha envuelto a estos -y otros personajes- gira en torno a la falta de apoyo para los atletas aztecas en las diferentes disciplinas.
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Sin embargo, los ojos han estado puestos sobre los deportes acuáticos, pues, distintos nadadores, entre los que se encuentra la Selección Mexicana de Nado Sincronizado que acaba de ganarse el oro en la Copa Mundial celebrada en Egipto, han explicado que desde enero del presente año, no han recibido ayuda económica del Estado.
“Por mí que vendan calzones, trajes de baño, Avon o Tupperware, pero ellas y sus entrenadoras son deudoras”, son las palabras que más han resonado y que fueron emitidas por Guevara para W Radio, después de que trascendiera que las jóvenes vendieron trajes de baño para poder costearse su viaje al otro lado del mundo.
LA HISTORIA QUE ‘SE LE OLVIDÓ’
Fuera de todo, y regresando en el tiempo, nos encontramos con una brillante atleta mexicana que luchó por la atención de las autoridades para ella y sus colegas, visibilizando las dificultades y obstáculos que se ponían en el camino en las competiciones de carácter internacional: Ana Gabriela Guevara Espinoza.
Guevara Espinoza se convirtió en una revolucionaria que buscaba derrocar al sistema que señaló de “corrupto y fraudulento”.
Cabe mencionar que, incluso, este fue un detonante para que la campeona olímpica de atletismo se retirara.
En el 2008, aunque la originaria de Nogales Sonora ya contaba con impresionantes logros que respaldaban su trayectoria, una medalla de plata en Atenas 2004 y un Campeonato del Mundo en París 2003, se retiró de manera definitiva.
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Las razones que compartió en ese momento, explicaban que estaba “completamente decepcionada” y sin energías para continuar; todo esto, como resultado de las disputas que había sostenido con Mariano Lara, el entonces presidente de la Federación Mexicana de Atletismo, un año antes.
La desesperación y falta de apoyo de la que Guevara era víctima, la llevó a poner la última palabra sobre la mesa: si la CONADE de Carlos Hermosillo no destituía a Lara, no la verían participar en los Juegos Olímpicos de Beijin 2008.
Las denuncias que la hoy política hizo en aquel entonces, eran de fraude y peculado, pero, como respuesta, solamente recibió:
“Ella no es nadie, ella no es nadie para pedir una destitución, aquí en México hay instituciones y las instituciones se respetan”.
Pese a ello, una vez que terminó el Mundial de Osaka 2007, la Selección de Atletismo alzó la voz con la sonorense plantando la cara al frente, en todo momento.
En ese entonces, el medio Proceso recogió sus declaraciones: “no me perjudica poner mi cabeza de por medio para poder salvar a los demás y demostrarle a la gente que no lo hago por mí, sino, por mi país y las futuras generaciones”.
Con apenas 30 años, Ana Gabriela era la atleta mexicana más importante del país y, pese a que en Osaka terminó en cuarto lugar, su proyección estaba más allá, pues, tenía los ojos puestos en los Panamericanos del 2011 que se llevarían a cabo en Guadalajara y que la motivaban a seguir a pesar del “bajo rendimiento” que se le comenzaba a señalar.
Lara fue suspendido por cuatro años, lo que no representó ninguna solución para la velocista que tomó la decisión de marcharse del deporte y de los JJOO.
En su conferencia de prensa de despedida, declaró:
“Siempre preferí molestar con la verdad que complacer con la mentira, siempre mostré mi verdad y hoy pongo punto final a todo, y si no lo hago así voy y chingo a mi madre”, dijo Guevara, quien negó que su decisión de retirarse sea porque ya no puede mantenerse en los primeros planos internacionales.
Finalmente, concluyó:
“Me voy porque estoy asqueada del sistema y no como dicen por ahí, que no he recibido apoyos”.
No había duda de que el adiós era doloroso, no sólo para ella, sino para un México que la había arropado y los atletas de los que ella misma hablaba; los de las futuras generaciones que la veían como una ídolo.
En el 2010, las autoridades de “prepa sí” de la mano con el secretario de Educación del entonces Distrito Federal, Mario Carrillo Huerta, llevaron a la exatleta olímpica a las instalaciones de la Secretaría de Educación, donde se reunió con jóvenes y adolescentes a los que les dirigió unas palabras de motivación para que continuaran en el deporte; al mismo tiempo en el que pidió apoyo al gobierno.
Finalmente, después de iniciar una carrera política, en 2018 tomó la Dirección de la CONADE.
Al llegar ahí, ya había sido senadora y directora del Deporte en la Ciudad de México.