Busca Real Madrid recomponer el camino
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Con el ánimo por los cielos y con la confianza restaurada tras ganar el Clásico de España, el equipo Merengue busca restaurar su reputación en la Champions
MADRID.- La obligación de cambiar una mala dinámica en la Liga de Campeones marca la visita del Real Madrid al Borussia Mönchengladbach, tras su mal estreno frente al Shakhtar Donetsk que prolongó una preocupante dinámica en la competición en la que desea volver a reinar y que mide el nivel actual de la plantilla de Zinedine Zidane en el panorama europeo.
Extender la reacción del clásico es el objetivo del Real Madrid. El triunfo del Camp Nou como punto de inflexión. El golpe de autoridad de una plantilla que no encaró con la mentalidad adecuada dos partidos ante rivales que consideró menores, Cádiz en Liga y Shakhtar en “Champions” y en el futbol de hoy en día nadie te perdona si la actitud no es la que exige el guión.
Reforzada la figura de Zinedine Zidane con una nueva conquista del Camp Nou, donde nunca perdió, el técnico quiere enterrar definitivamente la crítica de los que ya olvidan el hito de sus tres Ligas de Campeones consecutivas, extendiendo la reacción a la competición europea. Es donde el Real Madrid ha bajado de escalón tras una etapa de gloria, anclado de nuevo en octavos de final dos ediciones consecutivas, encadenando tres derrotas consecutivas y sin encontrar regularidad desde el adiós de un jugador que decidía a la hora de la verdad, Cristiano Ronaldo.
Sin él necesita los goles de Karim Benzema, tercer máximo artillero del club en la competición de mayor prestigio con 53 goles en 102 partidos, que ha comenzado el curso rebajando su efectividad. Un solo gol en siete encuentros, ante el Levante, y no fue decisivo. Hay opciones de que vuelva a estar acompañado en ataque en un sistema con dos puntas, en el regreso de Luka Jovic a Alemania, donde explotó unas condiciones goleadores que aún no se han visto en el Real Madrid.
Esa modificación permitiría el regreso de Luka Modric al once si Zidane apuesta por cuatro centrocampistas para tener más dominio del encuentro, aunque si el técnico francés considera que lo que funciona no se toca y piensa que dio con su equipo tipo, mantendría el sistema del Camp Nou con Marco Asensio, Vinicius y Rodrygo peleando por dos plazas. Porque parece imposible que Eden Hazard sea una opción, recién recuperado de su lesión muscular, y con una convocatoria ya sorprendente tras un solo entrenamiento con el grupo.
Se mantiene inédito el futbolista que estaba llamado a liderar el proyecto, sin un solo minuto este curso entre un inicio de trabajo específico para reforzar el tobillo dañado y su posterior lesión muscular. El Real Madrid le necesita pero no parece el escenario más apropiado para su reaparición, jugándose tanto en un duelo de alta intensidad. La plaga de bajas en el lateral derecho, sin Dani Carvajal, Álvaro Odriozola y Nacho Fernández, la podría suplir Zidane premiando a Lucas Vázquez por su buena actuación en el clásico, aunque también tiene opciones de jugar Marcelo y ubicar a Mendy a pierna cambiada.
El Gladbach llega al duelo tras firmar una difícil victoria en la Bundesliga ante el colista Maguncia por 2-3 y un meritorio empate a domicilio ante el Inter de Milán (2-2), en su estreno en un duro grupo en la Liga de Campeones. Aunque ese punto lo habrían firmado antes del partido, el tanto recibido en el minuto 90 en Italia provocó un sabor agridulce final.
Su técnico Marco Rose reservó en la primera parte ante el Maguncia a jugadores importantes como Jonas Hoffmann, Marcus Thuram y Alasane Plea. Cuando entraron en la segunda parte el partido cambió y el Gladbach se alzó con la victoria. Cambió además la dinámica de partidos previos, en los que habían desperdiciado una ventaja inicial por una señal positiva para remontar antes de encarar el duelo ante el Real Madrid.
Convencidos de que para sacar algo positivo tendrán que mejorar sus prestaciones defensivas, como advirtió el defensa Matthias Ginter.
El Real Madrid volverá a jugar un partido con público en las gradas, aunque será simbólico el apoyo de la grada del Borussia Park, donde siempre ruge una afición fiel, que podrá acoger tan solo a 300 aficionados por las medidas contra el coronavirus que restan la tensión ambiental que históricamente ha sufrido el conjunto madridista en estadios alemanes.