Fernando Torres, ante el partido de su vida
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Hace tiempo que el llamado "Niño" dejó de serlo y quién sabe si este será el último tren de una final que pasará por su carrera.
Llega la noche con la que siempre soñó Fernando Torres. Será el sábado, con la final de la Liga de Campeones, la oportunidad de ganar su primer título con el Atlético de Madrid y en un momento crucial para su carrera.
"Es el partido más importante que he jugado en mi vida. Sólo pienso en el día 28", reconoció hace unos días Torres, un futbolista que ya jugó (y ganó) finales de Mundial, Eurocopa y Champions League.
Hace tiempo que el llamado "Niño" dejó de serlo y quién sabe si este será el último tren de una final que pasará por su carrera. Y para completar el escenario, el rival será el Real Madrid, el equipo más odiado por todos los fanáticos del Atlético, como es él.
Torres, de 32 años, ingresó en las categorías inferiores del club rojiblanco a los 11 y dio todos los pasos hasta convertirse en ídolo de su hinchada. Se marchó del Atlético en 2007 entre lágrimas. Pero lejos de llevarse el repudio de su hinchada, como suele ser habitual en estos casos, su salida sólo contribuyó a acrecentar el mito.
Triunfó en el Liverpool, llegaron las lesiones y después malas experiencias personales en Chelsea y Milán. Hasta que el Atlético decidió recuperarlo para la causa en 2015. Llegaba como un futbolista que atravesaba lo que se podría considerar como el crepúsculo de su carrera y en cada partido aumentaban las dudas sobre la rentabilidad de su vuelta.
En la temporada de su regreso, las cifras no fueron demasiado estimulantes: siete goles en 26 partidos. Continuó una temporada más y pasó del cero al infinito en cuestión de meses.
Torres entró en sequía a finales de septiembre y no volvió a marcar un gol hasta febrero. Más de cuatro meses. Eran tiempos en los que se hablaba de regreso frustrado y ocaso de una carrera. Hasta su técnico, Diego Simeone, habló abiertamente de la posibilidad de que el delantero no siguiera la siguiente temporada. Paró cualquier conversación con el club sobre una hipotética renovación.
Pero todo cambió a partir de febrero. Torres rompió la mala racha y anotó su gol 100 con la camiseta rojiblanca. Y terminó la temporada con su mejor racha desde 2009, cuando era el crack del Liverpool, al marcar seis goles en los últimos diez partidos de la Liga española. También hizo otro más decisivo ante el Barcelona en la eliminatoria de cuartos de Liga de Campeones.
De tal forma que hasta se rumoreó la posibilidad de que jugara la Eurocopa de Francia, algo finalmente no ocurrirá, y la prensa ya comenzó a sugerir la existencia de un posible cambio en los planes de Simeone, quien ya habría pedido al club la renovación de Torres por dos años.
Al respecto, el delantero madrileño manifestó hace unos días: "Tenemos por delante el partido de nuestra vida y no me preocupa que se haya empezado a hablar. Es algo que me gusta, pero es algo secundario".
Y ahora regresa a Milán, al estadio en el que no triunfó, para jugar un partido por el título de la Liga de Campeones. Le acompaña una curiosa estadística: ganó ocho de las diez finales disputadas en su carrera.
"La parroquia (hinchada) rojiblanca vive ilusionada con la idea de un gol decisivo de su ídolo en el duelo ante el Real Madrid y confían en que el éxito que ha acompañado al canterano en las finales vuelva a sonreírle en la noche del próximo sábado", opinó el diario "ABC".