Más refuerzos para el ‘proyecto’

Fútbol
/ 24 junio 2020

    Rayados continúa apostando a la abundancia de extranjeros mientras Mohamed calibra una idea futbolística que, desde que está en el club, aún no ha progresado mucho.

    El reciente Draft le ha sido útil a Rayados para traer jugadores nuevos en esa estresante búsqueda de atinarle al propósito que persigue en la cancha, dando por entendido que sabe lo que quiere.

    Mohamed pretende de una vez por todas armar un equipo más utilitario y rentable. Si finalmente lo encontrará, no se sabe, pero en su planeación ya envió algunos mensajes.

    No tuvo problema en renunciar a un activo como Cardona, un jugador importante para el club por su costo y salario, pero no para él.

    La salida de Cardona no le provocará un tsunami al equipo. Quizás resulte todo lo contrario. El colombiano parece haber comprado todos los números de la lotería para salir favorecido y huir de una situación personal incómoda con el entrenador, pero que incomodaba a los demás.

    Cardona ya había comenzado a trasladar su indescifrable humor a lo futbolístico y Mohamed ya cargaba con ese lastre desde hace dos torneos. Nunca fue “su” jugador, pero jamás subestimó su talento. Sin embargo, cree que Rayados puede florecer sin el colombiano.

    Mohamed ha llenado la nómina de extranjeros, pero su equipo no necesariamente se ha llenado de futbol. Ha mantenido una base, sí, aunque demasiado movediza.

    De otra manera no hubiera necesitado probar con una veintena de jugadores en estos últimos semestres para trabajar una idea que le cuesta asentarla.

    El arribo de Avilés Hurtado, Jorge Benítez, el portero Juan Pablo Carrizo y el regreso de Stefan Medina suponen ser nuevos eslabones que deberán encajar en una cadena colectiva todavía poco aceitada.

    Aún no está claro a qué le apostará Mohamed con tantos extranjeros y delanteros, pero con una raquítica base mexicana, lo que supone no estar balanceado.

    Rayados continúa capitalizándose con futbolistas internacionales, pero éste no es el problema, sino el reglamento.

    La apertura al mundo quizás sea muy buena para club, pero en una Liga con limitantes de cupos (sólo acepta 9 no nacidos en el país por partido) contar con 15 o 16 extranjeros, más que demostrar poder acaba siendo un desperdicio.

    Mohamed tendrá que saber manejarse en la abundancia con decisiones acertadas y volver a insistir sobre una idea, lo que naturalmente puede llevar tiempo.

    Es el precio que debe pagar Rayados por el continuismo sin demasiados frutos colectivos que ha experimentado en los últimos torneos.

    Conseguir un Rayados que pueda sentirse autorizado a buscar el éxito siempre será mucho más importante que traer más y más figuras, en el entendido que a un equipo no lo fortalecen los refuerzos caros, sino un idea.

    Y después otra disyuntiva: ¿Mohamed quiere armar un Rayados que perdure en el tiempo o uno que gane partidos como sea y lo acerque a un título, hasta ahora esquivo?

    Quizás lo razonable sería, en primer lugar, que Mohamed y Rayados no sólo hablen de un “proyecto” que nunca llena de refuerzos, sino que verdad alguna vez crean en él, consoliden un proceso y no sólo sigan invirtiendo para el suceso.

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