Proponen impuestos a la riqueza, para que el mundo supere crisis por COVID-19

Dinero
/ 15 junio 2020

La Comisión Independiente para la Reforma Internacional de Impuestos Corporativos (ICRIT, por sus siglas en inglés) propuso cinco medidas para enfrentar la crisis económica por Covid-19 a partir de un mejor cobro de impuestos a la riqueza

¿Por qué es importante la discusión sobre impuestos en medio de la pandemia? Los trabajadores del mundo perderán hasta 3.4 billones de dólares en ingresos, según cálculos de Oxfam, además de que la Organización Internacional del Trabajo advierte que la mitad de los empleos están en riesgo como consecuencia de la pandemia por coronavirus Sars-Cov2.

En este panorama, la Comisión Independiente para la Reforma Internacional de Impuestos Corporativos (ICRIT, por sus siglas en inglés) propuso cinco medidas para enfrentar la crisis económica por Covid-19.

“La crisis global ha disparado el gasto público para apoyar la respuesta sanitaria, proteger el empleo y acompañar a las familias de menos ingresos. Pero la carga económica no debe recaer desproporcionadamente sobre quienes menos tienen”, señala el informe ‘Pandemia Global, Recuperación Económica Sostenible y Fiscalidad Internacional’, presentado este lunes por la ICRIT y Oxfam.

De aplicarse de forma simultánea a nivel global, las medidas podrían apoyar en la redistribución de impuestos, dotar a los gobiernos de mayores recursos y proteger a las personas que tienen la situación más precaria. Estos son los ejes:

1.       Introducir impuestos sobre  servicios digitales, diseñados con carácter progresivo y que se apliquen sobre las rentas económicas generadas por las empresas globalizadas de este sector;

2.       Aplicar un tipo impositivo más elevado sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas en los sectores oligopolizados;

3.       Acordar a nivel global un tipo mínimo efectivo del 25% en el impuesto sobre corporativos en cada país para detener la erosión de las bases imponibles y el desplazamiento de beneficios;

4.       Exigir más transparencia a las empresas que reciban apoyo público y que estén obligadas a publicar su reporte país por país (con los principales datos financieros y tributarios en cada territorio en el que operan)

5.       Publicar datos sobre la riqueza offshore (de compañías que se constituyen fuera del país donde operan) para que cada jurisdicción pueda gravar de forma efectiva y progresiva el patrimonio neto de sus residentes, con un mayor control de los tipos reales que paguen las grandes fortunas y los contribuyentes de altas rentas.  

El premio Nobel en economía Joseph Stiglitz explicó en conferencia de prensa que la crisis económica derivada del Covid-19 ha generado un escenario de tormenta perfecta donde los gobiernos requieren elevar el gasto pero no tienen margen.

“En los países en desarrollo el escenario es todavía más complicado porque deben lidiar con retos que ya tenían antes. Se necesita gastar más y para ello requieren margen fiscal, las medidas para un mejor cobro de impuestos son urgentes porque la crisis de 2008 nos hizo darnos cuenta de que la evasión de impuestos por parte de los ricos es inmensa”.

De acuerdo con datos del  FMI la relación entre la deuda y el PIB aumentará en un 20 o hasta 30% en las economías avanzadas y en un 10% en los países en desarrollo en tan sólo un año. Los gobiernos emitieron más deuda que nunca, los préstamos a través de bonos y préstamos alcanzaron un máximo histórico de 2.6 billones de dólares en abril.

Sin embargo, la evasión fiscal desvía el 40% de las ganancias de las empresas extranjeras a paraísos fiscales. El Departamento de Asuntos Fiscales del FMI estima que las pérdidas totales anuales del impuesto de sociedades asociadas a la desviación de beneficios ascienden a más de 500,000 millones de dólares, con 400,000 millones de dólares para los Estados miembros de la OCDE y alrededor de 200,000 millones de dólares para los países en desarrollo por año.

“Hemos visto que muchos gobiernos reducen tasas impositivas para ser atractivos a la inversión, pero se ha demostrados que eso no genera más inversión, sino menor margen fiscal, es contraproducente. Las empresas buscan mayores ganancias y ahí los impuestos no juegan un papel decisivo, los corporativos quieren ganar más y las decisiones de inversión se limitan con la pandemia”, dice la secretaria ejecutiva de la Asociación Internacional de Economistas del Desarrollo, Jayati Ghosh.

Thomas Piketty, autor autor experto en el tema de desigualdad de ingresos explica que los cambios al sistema tributario son urgentes debido a que hoy es inmoral que la crisis cueste más a las personas en situación más vulnerable.

“La opinión pública no va a seguir apoyando la globalización si las personas ven que la globalización sólo beneficia a los ricos. Se necesita que el sistema sea justo, que no haya distorsiones”.

El estudio Bienestar con Equidad, hacia un nuevo pacto social, realizado en conjunto por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), el Colegio de México y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), arrojó que en el país las personas tienen la percepción de que se destina 40% del ingreso al pago de impuestos, cuando en la realidad, apenas se recauda una tasa efectiva de 18% sobre los ingresos, lo que se traduce en una recaudación de apenas 16% del PIB.

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