Guillermo Anaya, ¿Un candidato peligroso?
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Revista denuncia supuestos enlaces oscuros que tendría el actual candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila. Afirma que testigo reveló que quien fuera cuñado de Anaya, era presunto responsable de embarques de droga que enviaba a EU el cártel comandado por `El Grande'
Guillermo Anaya Llamas buscará el próximo 3 de julio la gubernatura de Coahuila. Pero detrás del linaje político azul del ex alcalde de Torreón y senador, podrían esconderse oscuras historias.
Y si sobre el aspirante pendían ya las sombras de sus presuntas relaciones peligrosas con Sergio Villarreal Barragán, alias "El Grande", jefe del cártel de los Beltrán Leyva en La Laguna, hace unos días esas dudas crecieron y lo colocaron en una muy frágil posición política.
Un testigo protegido, guardaespaldas del capo que dominaba la región lagunera, habría testificado ante agentes de la DEA estadounidense que Adolfo Villarreal Barragán, hermano de "El Grande", era el encargado de enviar la droga de ese cártel a Estados Unidos.
El testimonio adquiere relevancia política al considerar que Adolfo Villarreal Barragán fue desde marzo de 1996 y hasta noviembre de 2006 cuñado del senador Guillermo Anaya.
Y si hasta ahora no existían evidencias que vincularan al que fuera hermano político del candidato panista a la gubernatura de Coahuila con los negocios ilícitos de "El Grande", el testimonio de Carlos Iván Meraz Medina obliga, en el mejor de los casos, a una profunda investigación por parte de las autoridades federales.
Sobre todo porque las buenas relaciones entre el senador Guillermo Anaya y los hermanos del jefe de los Beltrán Leyva en Coahuila y Durango se extienden a otros integrantes de la familia Villarreal Barragán.
Cuestión de retroceder a mayo de 2009. Dos meses antes de las elecciones intermedias para renovar el Congreso federal, otro hermano de "El Grande" se habría visto favorecido por sus relaciones con el ahora candidato panista.
Y durante un acto oficial del presidente Felipe Calderón en la tierra de su compadre Guillermo Anaya, Juan Francisco Villarreal Barragán acaparó los titulares de los diarios locales y nacionales.
El tercer hermano de "El Grande" y del que fuera cuñado del senador panista, fue el responsable de instalar el sonido en la inauguración de una planta del consorcio lechero Lala.
El escándalo fue mayúsculo cuando se supo que el Estado Mayor presidencial no tenía control alguno sobre quien, o quienes, instalaban los templetes y el sonido para los actos oficiales.
Y si bien a Juan Francisco Villarreal Barragán no se le conocen oficialmente vinculaciones con el cártel que maneja su hermano -como ahora sucede con Adolfo-, los responsables de la seguridad del presidente están obligados a eliminar cualquier posibilidad que ponga en peligro la integridad del mandatario.
Y es que la meteórica carrera de Guillermo Anaya Llamas como una de las jóvenes promesas del panismo en México está plagada de dudosas coincidencias.
Coincidencia o no, los años de oro de "El Grande" como gran capo de la Comarca Lagunera se dan en los tiempos en que el ahora candidato panista a la gubernatura fue alcalde de Torreón.
Coincidencia o no, Adolfo Villarreal Barragán, hermano de "El Grande", fue cuñado de Guillermo Anaya de 1996 y a octubre de 2006.
Para entonces, "El Grande" ya figuraba entre los capos del narcotráfico más buscados y el senador esperaba un cargo en el gabinete calderonista.
Coincidencia o no, detenido "El Grande" en 2010 y declarando como testigo protegido, admitió que el hoy candidato panista al gobierno de Coahuila le proporcionaba escoltas y protección para sus cargamentos de droga y de dinero.
Coincidencia o no, fue el propio capo quien testificó que el senador panista lo presentó con el presidente Felipe Calderón en un evento social realizado en septiembre de 2006.
Coincidencia o no, un nuevo testigo protegido dejó en estos días al descubierto que el que fuera cuñado de Guillermo Anaya era el responsable de los cargamentos de droga que ese cártel enviaba a Estados Unidos.
Coincidencia o no, un tercer hermano de los Villarreal Barragán fue exhibido como el favorecido para instalar sistemas de sonido en los actos oficiales del presidente Felipe Calderón en sus giras por La Laguna.
Por ésas y otras coincidencias, es obligado conocer la historia de quien hoy es conocido como "El Candidato Peligroso".
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LAS CONFESIONES DE `MATEO'
Sergio Enrique Villarreal Barragán, alias "El Grande", se convirtió en pocos años en el lugarteniente de los Beltrán Leyva en la Comarca Lagunera.
Su apodo no es gratuito. Mide poco más de dos metros. Cuando tenía 22 años, ya operaba como agente de la Policía Judicial Federal, que en 1996 lo asignó a su natal Coahuila.
Fue el año en que su hermano Adolfo contrajo matrimonio con Elsa María Anaya Llamas, la hermana de un joven panista que comenzaría a destacar primero como diputado local y más tarde como diputado federal.
Desde su incipiente posición, pero con una ambiciosa y bien montada estrategia, "El Grande" logró crear a partir de 1996 una amplia red de complicidades con personajes del crimen organizado.
Sus acciones eran tan temerarias, que en poco tiempo se apoderó del tráfico y distribución de la droga, lo mismo en Torreón, que en Lerdo y Gómez Palacio, hasta convertirse en uno de los operadores clave para el cártel de los Beltrán Leyva.
Su efectividad fue puesta a prueba una y otra vez por Arturo Beltrán Leyva, alias "El Barbas", quien terminó por confiarle no sólo las operaciones en La Laguna, sino también las de otros estados clave para el tráfico de drogas, como Chiapas.
Pero los años de oro de "El Grande" se iniciaron seis años después. En 2003, logró vincularse con personajes del sistema judicial y con políticos que le dieron protección a cambio de que el capo apoyara sus campañas.
Fue entonces cuando Sergio Villarreal Barragán empezó a presumir sus complicidades con la Procuraduría de Justicia de Durango y con el gobierno municipal de Torreón.
Al amparo de esa protección, "El Grande" se convirtió en un capo casi autónomo que desbancó a Vicente Carrillo Fuentes, hermano de "El Señor de los Cielos", como el jefe de jefes del Cártel de Juárez.
Eran precisamente los años en que Torreón era gobernado por un carismático joven panista, Guillermo Anaya Llamas, quien en 2003 se convirtió en alcalde de esa próspera ciudad. Y en 2005 fue nominado candidato a senador.
La protección que presumía entonces "El Grande" por parte de las policías municipales no era una casualidad. Tenía cercanas raíces de parentesco político.
De acuerdo a un acta del Registro Civil en poder de Reporte Indigo, el 13 de marzo de 1996, Adolfo Villarreal Barragán, hermano de "El Grande", contrajo matrimonio con Elisa María Anaya Llamas, hermana del entonces incipiente político Guillermo Anaya Llamas.
Y es aquí donde entra la eterna historia de qué fue primero, si el huevo o la gallina. El hecho es que siete años más tarde, en 2003, el hermano político de uno de los integrantes del clan de "El Grande" se convirtió en candidato del PAN a la Alcaldía de Torreón.
"Haiga sido como haiga sido", el hecho es que el despegue de "El Grande" al frente de su imperio de drogas en la Comarca Lagunera coincidió precisamente con los años en que el cuñado de su hermano fue alcalde de Torreón.
Para 2006, fecha que marca el ascenso de Guillermo Anaya a la Senaduría a la par del inicio del gobierno de Felipe Calderón, "El Grande" se había convertido en mucho más que un lugarteniente de los Beltrán Leyva.
Apoderado de los huérfanos intereses del Cártel de Juárez, "El Grande" figuraba ya en la listas de Los Capos Más Buscados por el gobierno mexicano.
Su nombre y su fotografía aparecían al lado de capos como "El Chapo" Guzmán, "El Mayo" Zambada y los Beltrán Leyva. El precio de su cabeza era entonces de 30 millones de pesos.
No es coincidencia que cuando el 12 de septiembre de 2010 fue detenido Sergio Enrique Villarreal Barragán, alias "El Grande", su captura fuera celebrada por el gobierno calderonista.
Tanto, que los hombres de confianza del entonces procurador Arturo Chávez Chávez terminaron convenciendo al capo de La Laguna para que se acogiera al programa de testigos protegidos.
El programa opera bajo la supervisión de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), en ese entonces a cargo de Marisela Morales Ibáñez, hoy procuradora general de la República.
Con la promesa de una compensación decorosa, así como el respeto a su familia y a sus bienes y propiedades a cambio de testimonios que inculparan a los grandes capos, "El Grande" recibió su alias como testigo protegido: "Mateo".
Y amparado en esa protección, el capo lagunero comenzó a revelar sus amplias redes operativas y de complicidades en todos los niveles de gobierno.
Entre esas complicidades, de manera destacada, incluyó al cuñado de su hermano, el alcalde de Torreón convertido en senador y ahora candidato del PAN al gobierno de Coahuila.
De acuerdo a una publicación de la revista Proceso, fechada el 11 de noviembre de 2010 bajo el título "Testigo Estelar", Guillermo Anaya Llamas le habría brindado protección al capo en los años en que el ahora candidato a gobernador fungió como alcalde de Torreón.
La publicación reveló entonces que en los años en que el cuñado de su hermano gobernó esa ciudad, habría recibido los beneficios de una escolta personal y agentes custodios para proteger sus cargamentos de cocaína y dinero.
En sus declaraciones, "El Grande" habría revelado también que fue Guillermo Anaya Llamas quien le habría presentado a Felipe Calderón en un evento social que se llevó a cabo en septiembre de 2006.
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UN BAUTIZO EN GRANDE
El evento social al que presuntamente hacía referencia "El Grande" en sus declaraciones, era el bautizo de Elsa María, la hija del entonces recién electo senador Guillermo Anaya Llamas.
En su libro "Crónicas de Sangre, Cinco Historias de Los Zetas", escrito por el periodista Ricardo Ravelo, se asienta lo siguiente en la página 46:
"Y es que Los Zetas están convencidos de que, más allá de sus nexos con don Carlos, la influencias de El Grande llegan hasta los más altos niveles del ámbito federal, como lo ilustró una ceremonia y un festejo organizado por Guillermo Anaya Llamas.
"Es septiembre de 2006" -refiere Ravelo en su libro- "Guillermo Anaya Llamas, ex alcalde de Torreón que en la actualidad se desempeña como senador del PAN, bautizó a su hija Elsa María Anaya Aguirre.
"La ceremonia se llevó a cabo en la iglesia de La Encarnación, de la colonia Campestre La Rosita de Torreón. El padrino fue Felipe Calderón Hinojosa, quien ya era presidente electo, y acudió con su esposa, protegido por miembros del Estado Mayor Presidencial.
 "A los festejos concurrió Sergio Villarreal, `El Grande', cuyo hermano Adolfo Villarreal estuvo casado hasta un año antes, nada más y nada menos que con Elsa María Anaya, hermana del legislador panista.
"En medio del escándalo desatado por esa presencia, el senador negó que `El Grande' haya asistido a aquella fiesta, aunque nada dijo de sus antecedentes familiares.
"Unas semanas más tarde, el 11 de noviembre, el senador denunció públicamente que un grupo armado pretendió `levantarlo' en la carretera federal San Juan de Sabinas, pero consiguió escapar".
En su edición del 21 de noviembre de 2010, la revista Proceso reveló algunos detalles de las declaraciones que rindió "El Grande" como testigo protegido.
Y al referirse a cómo conoció al presidente, "El Grande" dijo que el ahora candidato panista lo presentó. Guillermo Anaya le habría dicho a Felipe Calderón: "Cualquier cosa que se ofrezca, queda a sus órdenes". A loque el mandatario habría respondido: "Igualmente".
De manera consistente, el actual candidato del PAN a gobernador por Coahuila ha negado la presencia de "El Grande" en el bautizo de su hija y mucho menos que se lo haya presentado al presidente Felipe Calderón.
Existen incluso testimoniales no comprobados de que se habrían tomado fotografías en las que el capo y el presidente aparecen en la misma mesa. Nadie las ha mostrado. Y el propio Guillermo Anaya reta a que alguien lo haga.
Todavía hoy el candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila debe salir a confrontar versiones divulgadas por distintos programas informativos, tanto de la radio local como la nacional, en los que reconoce la relación con Adolfo, su "cuñado incómodo", pero aclara que desde hace años no tiene contacto con él.
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ALERTA AL PADRINO; OPORTUNO DIVORCIO
Felipe Calderón fue advertido oportunamente sobre los peligros de aceptar ser el padrino de la hija del senador Guillermo Anaya. Más aún, intentaron disuadirlo para que cancelara su asistencia al evento en Torreón.
Fuentes allegadas a Reporte Indigo revelaron que la asistencia del entonces presidente electo al bautizo fue motivo de amplio debate en el seno familiar.
Y es que algunos parientes cercanos al futuro mandatario le hicieron ver entonces el peligro que le significaba asistir incluso a privadísimos actos sociales que no estuvieran bajo el control del Estado Mayor.
La lógica era simple. Porque la seguridad no estaba garantizada al no controlar la asistencia.
"Ya no eres Felipe Calderón, ahora eres el presidente de México", le habrían advertido algunos familiares cercanos. Pero el presidente electo deseaba cumplir su palabra con su amigo, el senador coahuilense.
Apenas pasó el bautizo, las versiones de la presencia de "El Grande" en el evento no se hicieron esperar. La relación familiar entre Guillermo Anaya y el hermano del capo avivaron las crónicas.
El hecho lesionó sensiblemente las aspiraciones políticas del nuevo senador panista, quien por su relación de amistad con el presidente electo confiaba en que sería llamado para ocupar alguna posición en el gabinete aún por definirse.
Coincidencia o no, el hecho es que siete días antes de la toma de posesión del presidente Felipe Calderón, el 24 de noviembre de 2006, se publicó en la página 20 del Periódico Oficial de Coahuila una demanda de divorcio.
Radicada en el Juzgado Tercero de lo Familiar con sede en Viesca, Coahuila, se daba a conocer que Elsa María Anaya Llamas interponía ante la juez María Isabel Garza Herrera su petición de divorcio de Adolfo Hernán Villarreal Barragán.
Sin embargo, la amistad no fue suficiente, o los tiempos del deslinde no alcanzaron, el hecho es que contra lo que él mismo esperaba, Guillermo Anaya no fue llamado para integrarse al equipo de colaboradores cercanos deFelipe Calderón.
Y no fue sino un año más tarde, en diciembre de 2007, con la llegada de Germán Martínez a la Presidencia nacional del PAN, cuando el senador panista por Coahuila fue llamado a convertirse en secretario general del PAN.
Pero la posición como segundo de a bordo albiazul le duró poco. Para junio de 2008, Guillermo Anaya volvía de lleno a sus actividades en el Senado como vicecoordinador de la bancada panista, ahora a cargo del senador chihuahuense Gustavo Madero.
Las sorpresas continuaron. Casi un año después, el 22 de mayo de 2009, el periódico El Universal publicó a ocho columnas: "Hermano de capo instaló sonido a FC (Felipe Calderón)".
Y ampliaba la información advirtiendo que Juan Francisco Villarreal Barragán, hermano de "El Grande", había prestado sus servicios en un acto oficial que no fue verificado por el Estado Mayor.
La respuesta del joven empresario fue: "Tengo una vida pública abierta, honesta y. pues qué se puede hacer con los hermanos, no se escogen. los manda Dios".
La sombra del apoyo de Guillermo Anaya a los servicios profesionales del hermano de su cuñado se dejó sentir.
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TESTIMONIO HUNDE A CUÑADO
Cuestionables o no, las denuncias de Sergio Villarreal Barragán, "El Grande", incriminaban directamente al senador y ahora candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila.
Pero hace unos días, el testimonio de un testigo protegido fue contundente para confirmar que los vínculos entre "El Grande" y el cuñado de Guillermo Anaya van más allá de lo genético.
En su edición del pasado 29 de mayo, la revista Proceso publicó un artículo firmado por Ricardo Ravelo bajo el título "El Infierno de Ser Testigo Protegido".
En el texto, se narran los testimonios de Carlos Iván Meraz Medina, un guardaespaldas de "El Grande" quien dice estar viviendo su peor infierno desde que se acogió al programa de testigos protegidos de la SIEDO.
En una de sus testimoniales, revela que Adolfo Villarreal Barragán, el cuñado del ahora candidato panista, era el responsable de los embarques de droga enviados a Estados Unidos.
"Asimismo afirma que lo contactaron agentes de la DEA estadounidense para que fungiera como testigo de cargo en Estados Unidos cuando Sergio Villarreal fuera extraditado.
"Me preguntaron si Sergio enviaba droga a Estados Unidos. Les dije que sí, que enviaba cargamentos a El Paso, Texas, y que el encargado de esas tareas era su hermano Adolfo.
"Lo extraño es que 15 días después de la entrevista, me dijeron que ya no lo iban a extraditar".
En el mismo documento, el testigo protegido dice que decidió abandonar a "El Grande" cuando quien era su jefe mandó ejecutar a su familia. Y exhibe en toda su crudeza las vinculaciones del narcotráfico con la política.
El jefe de esa familia, Jaime Meraz Martínez, era un dirigente perredista que le disputaba a Francisco León la candidatura del PRD a senador por el estado de Durango.
Y a pesar de que Meraz Martínez era el padre del guardaespaldas de "El Grande", el testigo narra que su jefe ordenó la ejecución de su padre, de su madre María de Jesús Medina, de su hermano Jaime Meraz Medina y del chofer de la familia, Jorge Vázquez Serrato.
Tras la ejecución de sus familiares, Carlos Iván Medina se puso en contacto con el entonces gobernador de Durango, Ismael Hernández.
El mandatario lo envió "en su propio avión" a la Ciudad de México para que hablara con los funcionarios de la SIEDO y se acogiera al programa de testigos protegidos.
Y fue así como en su testimonio quedó en evidencia que en la organización criminal de "El Grande" operaba de manera preponderante Adolfo, el cuñado de quien hoy pretende ser gobernador de Coahuila.
Hasta el momento, Guillermo Anaya dice que todas son conjeturas, que existe una gran distancia entre su ex cuñado y él, que no hay fotos que lo vinculen con los Villarreal Barragán. Los hechos muestran lo contrario.
Y será esa sombra la que persiga al candidato del PAN el próximo 3 de julio, cuando su nombre aparezca en las boletas electorales buscando convertirse en el próximo gobernador de Coahuila.
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Fuente: Reporte Indigo