Escala descontento contra vacunas antiCOVID y restricciones en Europa
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BRUSELAS, BEL.- La policía usó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar una protesta ayer en Bruselas en contra de las vacunas contra el coronavirus y las medidas aplicadas para tratar de frenar la propagación de la pandemia.
Miles de personas acudieron a la protesta, algunas provenientes de Francia, Alemania y otros países. Los manifestantes coreaban “¡Libertad! ¡Libertad!” mientras marchaban. También hubo protestas en Barcelona, España.
Las marchas sucedieron a las ocurridas el sábado en diversas capitales europeas y que también atrajeron a miles de inconformes.
En Bruselas, la policía antimotines repetidamente embistió a los manifestantes, que ignoraron los llamados a dispersarse. Los agentes dispararon potentes chorros de agua y una nube de gas lacrimógeno cubría la capital belga.
Uno de los líderes de la protesta usó un megáfono para gritar “¡Adelante, gente! ¡No dejen que les quiten sus derechos!”, mientras los policías encaraban a los manifestantes que les lanzaban proyectiles e insultos.
En Barcelona, los manifestantes marcharon y portaban carteles como uno que decía: “No es una pandemia, es una dictadura”.
Unas 70 personas fueron detenidas en la manifestación de Bruselas, en la que según la policía participaron 50 mil personas y medio millón según los organizadores, y que concluyó con disturbios y escenas de violencia en el barrio europeo.
Aunque la marcha en sí transcurrió en calma, esta quinta y más concurrida manifestación de las convocadas en los últimos dos meses en Bruselas por los mismos motivos concluyó con disturbios en el parque del Centenario y en calles aledañas, en las que se encuentran los principales edificios de las instituciones europeas.
Al final del acto se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, con el resultado de al menos tres agentes y doce manifestantes heridos, aunque no de gravedad, según informó la policía de Bruselas.
Los alborotadores vandalizaron algunos edificios y vehículos, lo que obligó a la policía a utilizar cañones de agua y gases lacrimógenos para intentar dispersar al aproximadamente medio centenar de manifestantes que rehusaban abandonar la zona.
En un comunicado, la policía afirmó que los agentes fueron “claramente atacados con objetos pesados”, como cubos de basura, vayas o adoquines, y que los alborotadores “buscaron deliberadamente la confrontación”.