Falleció Charlie Gard, bebé que sufría una rara enfermedad y que la Justicia ordenó desconectar
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El niño había sido trasladado a un centro de enfermos terminales desde el jueves tras una complicada batalla legal de sus padres para que les permitieran traerlo a EU para un tratamiento experimental
Londres.- Charlie Gard, un pequeño de apenas 11 meses que sufría una rara enfermedad, y cuyo caso dio la vuelta al mundo después de que la Justicia del Reino Unido ordenara desconectarlo contra la voluntad de sus padres, finalmente ha fallecido este viernes, según confirmaron sus padres.
El niño había sido trasladado a un centro de enfermos terminales desde el jueves tras una complicada batalla legal de sus padres para que les permitieran traerlo a EU para un tratamiento experimental.
Apenas hace unos días sus papás habían decidido terminar con esa batalla para tratarlo, por lo que pedían a un juez les permitiera llevárselo a su casa, cosa que el hospital rechazaba.
Debido a esto, accedieron el jueves a la petición del hospital londinense de llevarlo a un centro para enfermos terminales donde debía ser desconectado.
"Nuestro bello y pequeño niño se ha marchado. Estamos muy orgullosos de ti", dijo la madre en un comunicado, citado por The Guardian.
El caso del bebé, que debía cumplir un año en el próximo viernes, atrajo la atención de los medios internacionales después de que un juez en Londres dictaminara en abril que debía ser desconectado del ventilador que lo mantenía con vida de manera artificial para darle así una muerta justa.
Los dos progenitores del menor, Chris Gard y Connie Yates, decidieron lunes poner fin a su batalla legal y a su intención de transladar al menor a Estados Unidos donde, según indicaban, podía recibir un tratamiento especial. El hospital siempre negó que dicha terapia pudiera tener algún efecto en la salud del bebé.
Tras esta decisión, se dirigieron a la corte para un "último deseo": poder pasar los últimos momentos junto a su hijo en su casa. Sin embargo, el jueves el juez dictaminó que Charlie debía ser trasladado a un centro de cuidados paliativos, siguiendo las indicaciones de los profesionales médicos, que veían muy complicado el traslado al hogar.
El bebé padecía el síndrome de agotamiento mitocondrial, una enfermedad genética rara que le provocó daño cerebral y le impedía respirar por sí mismo. Se calcula que menos de 20 personas en el mundo tienen mutaciones en el gen RRM2B, lo que provoca que su organismo pueda replicar correctamente el ADN mitocondrial, un elemento necesario para que las células puedan generar energía.
Con información de medios