Hispanos marchan en Los Ángeles en apoyo a inmigrantes
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Decenas de estudiantes de secundaria y universitarios dijeron que habían acudido para defender los derechos de los inmigrantes.
La policía de Seattle empleó aerosol de pimienta para dispersar a manifestantes anticapitalistas vestidos de negro, que según las autoridades lanzaron piedras, ladrillos y cócteles Molotov a los agentes durante una agresiva marcha del Primero de Mayo.
Al menos nueve personas fueron detenidas el domingo por la noche. Cinco agentes resultaron heridos, ninguno de gravedad, indicaron las autoridades.
Los enfrentamientos en Seattle siguieron a una marcha pacífica antes en la ciudad organizada por trabajadores y migrantes, dentro de los actos celebrados en todo el país para pedir mejores salarios para los trabajadores, el final de las deportaciones y apoyo al plan del gobierno de Obama de conceder permisos de trabajo en el país a personas sin permiso de residencia que tienen hijos de ciudadanía estadounidense.
En Los Ángeles, cientos de personas tomaron las calles coreando lemas y alzando pancartas.
"Queremos que escuchen nuestra voz, para que sepan que estamos aquí y que queremos una nueva vida, con trabajo", dijo el mexicano Norberto Gutiérrez, de 46 años.
La marcha, que se llevó a cabo un mes antes de las elecciones primarias en California, transcurrió con muchas banderas estadounidenses y unas cuantas mexicanas. También había una piñata del precandidato presidencial republicano Donald Trump, quien ha propuesto deportar a los inmigrantes que carezcan de autorización para vivir en el país y construir un muro en la frontera con México.
La mayoría de los manifestantes eran hispanos, representantes de grupos activistas por los inmigrantes, sindicatos y de otros sectores, que llegaron a apoyar sus propias causas. Muchos letreros expresaban consignas en apoyo a los inmigrantes y unos cuantos en contra del magnate de los bienes raíces.
"Trump está atizando el racismo, el fanatismo", dijo María Elena Durazo, vicepresidenta general para asuntos de inmigración, derechos civiles y diversidad del sindicato Unite HERE.
"No vamos a imitar a nuestros enemigos. Vamos a hablar con amor y no con violencia", agregó dirigiéndose a la multitud.
Trump dice que no es racista ni opuesto a los inmigrantes, y que sólo quiere que Estados Unidos detenga la inmigración no autorizada y controle sus fronteras.
Al igual que muchos padres que llegaron con sus hijos, la mexicana Flora Hernández llevó a su niña de 10 años, Amanda, para enseñarle la importancia de participar en las manifestaciones por los derechos civiles.
"Estoy aquí para pelear por los inmigrantes y para luchar por los derechos de todos los inmigrantes", afirmó. "Estoy aquí para mantener mi permiso de trabajo".
Decenas de estudiantes de secundaria y universitarios dijeron que habían acudido para defender los derechos de los inmigrantes.
"Somos la nueva generación y somos la voz que vale. Nuestros padres tienen voz, pero ellos pueden creer que sus voces no están siendo escuchadas. Nosotros somos la generación que marca la diferencia", dijo la universitaria Nory Rodríguez.
Los manifestantes marcharon varias cuadras por el centro de la ciudad. Otras organizaciones realizaron una marcha similar casi al mismo tiempo, también en el centro de Los Ángeles.
En todo el mundo, los sindicatos han desfilado de forma tradicional el 1 de mayo en defensa de los derechos de los trabajadores. En Estados Unidos los actos se han convertido en una ocasión de reivindicación para migrantes y sus defensores, desde las manifestaciones masivas de 2006 contra una propuesta de ley migratoria.
La asistencia a las marchas ha disminuido en varias ciudades en los últimos años, pero la tradición se ha mantenido.
En Seattle, docenas de personas vestidas de negro se congregaron en un parque céntrico tras la marcha pacífica anterior. Los manifestantes anticapitalistas, que no tenían autorización del ayuntamiento para manifestarse, iniciaron una marcha por las calles. Portaban carteles y pancartas, una de las cuales decía "Somos ingobernables".
Algunos negocios del centro habían protegido los escaparates temiendo episodios violentos.
La policía reportó que agentes fueron golpeados con palos y garrotes e informó de algunos daños a la propiedad, entre ellos ventanas quebradas en un edificio residencial.
"Por desgracia anoche tuvimos algo de violencia", comentó la jefa de policía de Seattle, Kathleen O'Toole. "Afortunadamente no hubo heridos graves".
Ocho hombres y una menor fueron detenidos el domingo por la noche, indicaron las autoridades. Una persona fue detenida por destrucción de propiedad, cinco por obstrucción y tres por agresión.
Las protestas violentas del Primero de Mayo son habituales en Seattle. El año pasado, la policía detuvo a 16 personas y en 2014 a 10 personas durante las protestas.
En San Francisco, los manifestantes marcharon en Fisherman's Wharf en busca de mejores derechos a los inmigrantes y los trabajadores y para exigir justicia para varios hombres que han muerto a tiros a manos de la policía de la ciudad.
Cerca de 300 personas, incluidos miembros del Sindicato Internacional Longshore & Warehouse, portaron pancartas que decían "Que Viva el Día de los Trabajadores" y corearon "¡Sin justicia no hay paz! ¡No más policía racista!"
A lo largo de la bahía de Oakland, cerca de 1.000 personas marcharon en el distrito Fruitvale para concienciar sobre los derechos de los trabajadores, vivienda e inmigrantes, así como para criticar a Trump.
Mientras tanto, defensores de la justicia social en Durham, New Hampshire, hicieron del rechazo al racismo, la xenofobia y la postura anti musulmana los temas de su marcha anual.