La guerra de las Malvinas fraguó a Margaret Thatcher como la Dama de Hierro

Internacional
/ 2 abril 2022

Para Margaret Thatcher la guerra de las Malvinas fue un momento decisivo en su carrera política con el que consolidó su imagen de Dama de Hierro.

A finales de 1981, cuando apenas tenía dos años en el poder, Thatcher era la primer ministro más impopular en el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, según las encuestas de la época.

Debido a intenciones de privatizar industrias, recortar gasto público y reducir la influencia de los sindicatos terminaron por erosionar al Partido Conservador, en cuyo seno se fraguaba una rebelión para cambiar de líder.

Esta situación dio un giro cuando Thatcher anunció en junio de 1982, la victoria británica en las Islas Malvinas, con lo que primera ministra fue percibida por muchos votantes como un ejemplo de fortaleza y determinación.

En este sentido la guerra fue uno de los principales argumentos que le permitió alzarse con otra victoria, la de las elecciones en 1983 con lo que se mantenerse al frente del Ejecutivo hasta 1990.

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A tan solo unos días del inicio de la campaña militar, el Foreign Office advirtió a Thatcher por los peligros a los que podría enfrentar la Armada al Atlántico Sur, según ella misma narró en unas memorias publicadas en 1993 (“Los años de Downing Street”).

Por un lado, Londres tendría problemas para lograr ser respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU, los Estados Unidos y la Comunidad Europea. Y por otra parte se corría el riesgo que los soviéticos terminarán involucrándose en el conflicto y, por último, esta guerra podría afectar la imagen internacional del Reino Unido con un comportamiento colonial.

Todas esas consideraciones eran razonables. Pero cuando estás en guerra no puedes permitir que las dificultades dominen tu pensamiento. Debes mantener una voluntad de hierro para superarlas”, reflexionó en sus memorias Thatcher.

La primera ministra británica decidió ordenar el envío de tropas pese a la oposición de algunos de sus asesores cercanos y del presidente de Ronald Reagan. entonces presidente de Estados Unidos

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Cuando Argentina decidió lanzar el 2 de abril de 1982 su operación para hacerse con el control de las Malvinas, Thatcher era políticamente débil y a su vez era consciente de que si perdía el control de las islas del Atlántico Sur era el fin de su mandato.

En este sentido la primera ministra británica tuvo una reacción rápida tras la sorpresa inicial y envió un mensaje que no variaría hasta el final del conflicto: “Debemos hacer lo que sea necesario para recuperar esas islas”, afirmó Thatcher en una entrevista con el canal ITN el 5 abril.

No llamemos a esto una guerra, una declaración de guerra es técnicamente distinto”, aseguró entonces la primera ministra y dos meses y medio después recibió ovaciones en la Cámara de los Comunes después de anunciar el desenlace de lo que entonces describió como la “batalla de las Malvinas”.

Hemos restaurado, una vez más, el dominio del Reino Unido y hemos hecho que todas las naciones sepan que la soberanía territorial británica será defendida y que nunca más debemos ser víctimas de una agresión”, expresó Thatcher en la Cámara de los Comunes.

Está victoria elevó el espíritu patriótico de muchos británicos y puso un sello a la imagen de Thatcher como la Dama de Hierro que le acompañaría durante el resto de su trayectoria política.

Con información de la Agencia EFE.

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