La obsesión de Trump de ser el nuevo Lincoln

Internacional
/ 28 octubre 2020

A Trump parece gustarle la idea de estar entre los líderes que han dejado una huella importante en el país

Donald Trump expresó en un acto de campaña realizado en Nebraska, que votar por un republicano en las elecciones del próximo 3 de noviembre es un voto para reconocer que Abraham Lincoln era republicano.

De acuerdo con Latinus, en el último debate en el que enfrentó al candidato presidencial demócrata, Joe Biden, Trump aseguró que era “la persona menos racista de la sala” y añadió que su historial con la comunidad afroamericana es comparable con el de Lincoln.

A Trump parece gustarle la idea de estar entre los líderes que han dejado una huella importante en el país. Tanto, que incluso ha jugado con la posibilidad de tener su rostro en el Mount Rushmore, donde están los bustos de George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Lincoln.

Trump y Lincoln llegaron a la presidencia con algo en común: tenían poca o nula experiencia en el gobierno. Lincoln asumió el cargo en 1861 tras ocho años en la Cámara de Representantes de su estado natal de Illinois y uno en la Cámara baja del Congreso de Estados Unidos, mientras que Trump nunca había fungido como funcionario antes de llegar a la Casa Blanca.

Trump ignora una pandemia de coronavirus que ha afectado a la comunidad afroamericana de manera desproporcionada. De acuerdo con un reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de los más de 114 mil estadounidenses que murieron por el virus entre mayo y agosto de este año, los afroamericanos representaron casi 19% de los fallecimientos, aún cuando únicamente abarcan 12.5% de la población del país.

El presidente Trump también quedó lejos de compararse con Lincoln cuando las protestas por la brutalidad policial y la injusticia racial estallaron a lo largo y ancho del país tras los asesinatos de los afroamericanos George Floyd y Breonna Taylor a manos de policías blancos, y el ataque contra Jacob Blake.

Trump respondió a los disturbios desplegando agentes federales, amagó con desplegar tanques y elementos del ejército, dijo que un mural de Black Lives Matter era un “símbolo de odio”, aseguró que dicho movimiento es “discriminatorio” y “malo para los afroamericanos”, y afirmó que el racismo no existe en el país.

Con información de LATINUS

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