Llevaba borracho más de seis años, sin haber consumido una gota de alcohol
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Un extraño síndrome ha convertido su organismo en una especie de fábrica de cerveza que le ha provocado pérdida de memoria, depresión, comportamiento agresivo y cambios mentales
Un hombre ha permanecido ebrio durante más de seis años sin haber consumido ni una gota de alcohol. Un extraño síndrome ha convertido su organismo en una especie de fábrica de cerveza que le ha provocado pérdida de memoria, depresión, comportamiento agresivo y cambios mentales.
Estos síntomas empezaron unos meses antes y luego de que finalizara una terapia con antibióticos por una lesión en un pulgar en 2011, según revela la revista New Scientist. Varios médicos intentaron identificar las causas del problema, pero sin éxito. El hombre incluso recurrió a un psiquiatra, que le trató con antidepresivos sin resultados.
Así las cosas, su estado de salud se deterioró e, incluso, una mañana fue arrestado por presunta conducción en estado de embriaguez. Las pruebas clínicas revelaron un nivel de alcohol en la sangre de 200 miligramos por decilitro (mg/dL), un valor equivalente al consumo aproximado de 10 cervezas y capaz de producir confusión, desorientación, dificultad de hablar y deterioro del equilibrio. El paciente, que antes de su herida en el dedo había sido un bebedor social y luego se abstuvo por completo del consumo de bebidas alcohólicas, insistió que estaba sobrio. Sin embargo, el personal médico se negó a creerle, según British Medical Journal.
Posteriormente, buscó tratamiento en una clínica del estado de Ohio, en donde nuevas pruebas de laboratorio revelaron la presencia en su intestino de 'Saccharomyces cerevisiae', un hongo unicelular conocido como levadura de cerveza, capaz de fermentar carbohidratos y convertirlos en etanol.
Este resultado demostró que padecía del síndrome de fermentación intestinal (ABS, por sus siglas en inglés), una enfermedad rara vez diagnosticada en la cual se producen cantidades intoxicantes de etanol dentro del sistema digestivo. Fue sometido a una estricta dieta libre de carbohidratos, pero no se le prescribió ninguna terapia antimicótica.
Reaparición de los síntomas
Aunque sus síntomas de embriaguez disminuyeron con tal tratamiento, más adelante reaparecieron de forma intermitente. En uno de los episodios más graves el hombre sufrió una caída que le causó un sangrado intracraneal y, pese a ser tratado, los niveles de alcohol en su sangre (400 mg/dL) continuaban sin disminuir.
Finalmente, el norteamericano recurrió a expertos de la Universidad de Richmond (Virginia), quienes asociaron los síntomas a su previa exposición a antibióticos y decidieron utilizar una combinación de terapias antifúngicas y probióticos para tratar la microflora intestinal.
El paciente no solo se liberó de las incómodas consecuencias, sino que también disipó las dudas e incredulidad de quienes lo rodeaban. "Aproximadamente un año y medio después, ha retomado su estilo de vida anterior, incluida una dieta normal, mientras sigue comprobando esporádicamente sus niveles de alcohol", resaltaron los investigadores.