Los otros Aysenur Ezgi Eygi de los que nadie habla: 17 palestinos muertos por Israel en Beita
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El asesinato a manos del Ejército israelí de la activista estadounidense Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, durante una protesta contra la ocupación en Beita, en el norte de Cisjordania, no es excepcional: en poco más de cuatro años, otros 17 palestinos han perdido aquí la vida
JERUSALÉN- “Lo que hay que entender es que no se trata de algo fuera de lo común”, dijo a EFE el veterano activista israelí Jonathan Pollak, presente cuando los soldados israelíes abrieron fuego el pasado viernes contra una de las manifestaciones que se celebran desde hace años en este pueblo palestino y mataron a la joven de origen turco.
“Es una especie de procedimiento. Las tropas han usado munición real contra manifestantes de forma cada vez más habitual a lo largo de los años, pero desde el inicio de la guerra (en Gaza) es su método por excelencia”, añadió.
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Desde marzo de 2020, al menos otras 17 personas han muerto en Beita, entre ellas siete menores, por fuego israelí. Todos eran palestinos de la zona, incluidos al menos cinco padres de familia. Muchos fueron disparados a más de cien metros de distancia de las fuerzas israelíes, en el pecho. Al menos otros tres, al igual que Eygi, recibieron una bala directamente en la cabeza.
“TENÍA UNA VISIÓN CLARA”
La protesta del pasado 6 de septiembre en esta urbe palestina comenzó como cada semana, con residentes y activistas congregados durante el rezo del mediodía frente a la colina Sbeih, donde medio centenar de familias de colonos judíos se asentaron en mayo de 2021 creando el puesto de avanzada de Evyatar (hoy un asentamiento) en terrenos pertenecientes a los residentes de Beita.
Tan pronto como terminaron las oraciones de la tarde, los soldados israelíes comenzaron a disparar y a lanzar gas lacrimógeno contra los participantes, obligándoles a retirarse colina abajo hacia los olivares. Entonces, algunos jóvenes de Beita arrojaron piedras hacia los soldados, pero la situación se calmó, explicó a EFE una activista bajo el pseudónimo de María.
“Los soldados permanecieron encima de la colina. Había un francotirador en un tejado de una casa palestina. Tenían una visión clara de los olivares”, aseguró la joven sobre el momento que, veinte minutos después, precedió al disparo de dos tiros: el primero hirió a un residente palestino en la pierna, y el segundo impactó directamente en la cabeza de Aysenur.
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“Está claro lo que sucedió. (Ahora) intentan esconder la verdad”, lamentó la activista.
Ayer, el Ejército israelí admitió que era “altamente probable” que sus tropas disparasen de forma letal a la activista extranjera, pero dijeron haberlo hecho de una manera “indirecta y no intencionada”, pues su objetivo no era ella sino 2el instigador clave de la revuelta”.
MÁS DE 6,400 HERIDOS
Desde hace años, la ONG palestina Al Haq documenta lo que considera un “uso excesivo de la fuerza” por parte de Israel en Cisjordania ocupada. Solo en Beita, 6,454 manifestantes palestinos resultaron heridos entre mayo de 2021 y mayo de 2022, detalló esta organización en un reciente informe basado en cifras del servicio de emergencias de la Media Luna Roja Palestina.
De ellos, 178 fueron heridos con munición real y 997 con balas de metal recubiertas de goma, lo que a su vez ha provocado cientos de discapacidades permanentes entre los residentes de Beita.
“Lo que sucedió el viernes no es un incidente aislado. La única diferencia es que se trata de una ciudadana norteamericana”, reiteró Pollak.
En Beita, siete meses antes que Eygi, murió también por fuego israelí el adolescente palestino de 17 años Maath Ashraf Bani Shamsa, disparado en la espalda tras haber lanzado piedras contra un blindado. El 10 de diciembre de 2021, el carpintero Jamil Jamal Abu Ayyash, de 32 años, recibió un tiro en la frente mientras sostenía un tirachinas.
María, como muchas de las voces que hoy demandan una investigación independiente sobre la muerte de Eygi, lamentó la “impunida” de la que gozan las tropas israelíes, y recordó entre otros el asesinato en 2022, en la urbe palestina de Yenín, de la aclamada periodista palestinoestadounidense Shireen Abu Akleh.
Solo meses después, tras varias investigaciones externas, Israel afirmó, como ayer, que existía una “alta probabilidad” de que uno de sus soldados la hubiera matado por error, pero que nadie sería castigado.
Según datos de la ONG israelí Yesh Din, el Ejército israelí recibió 1,260 casos de presuntos delitos cometidos por soldados israelíes contra palestinos entre 2017 y 2021, incluidos 409 casos de asesinato. De ellos, 248 dieron origen a una investigación penal que resultó en 11 acusaciones formales (con sentencias a servicios comunitarios). Menos del 1 % del total.
Por Patricia Martínez Sastre, Agencia EFE.
