Obama reivindica reforma migratoria tras 50 años de la Ley de Naturalización

Internacional
/ 3 octubre 2015

Hace 50 años, al pie de la Estatua de la Libertad, el presidente Johnson firmó la Ley de Inmigración y Naturalización (INA).

Washington, EU.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reivindicó hoy la lucha por lograr una reforma migratoria en el país coincidiendo con el 50 aniversario de la Ley de Inmigración y Naturalización (INA, en inglés) rubricada por el expresidente Lyndon Johnson (1963-1969).

"Hace 50 años, al pie de la Estatua de la Libertad, el presidente Johnson firmó la Ley de Inmigración y Naturalización (INA). Esa nueva ley bipartidista puso fin a un injusto sistema de cuotas, prohibió la discriminación basada en el país de origen y oficialmente reconoció el papel que juega nuestro sistema migratorio para reunir a las familias y atraer a trabajadores capacitados", dijo en un comunicado.

Obama recordó que entonces republicanos y demócratas "se unieron" para aprobar aquel texto debido a su deseo de "expandir oportunidades para todos" y para estar "a la altura" de la herencia de Estados Unidos como nación de inmigrantes.

"Ellos comprendían que la inmigración contribuye al crecimiento económico al permitir que individuos trabajadores y emprendedores de alrededor del mundo puedan buscar el sueño americano", insistió el mandatario.

Obama honró a aquellos congresistas que lograron consensuar la histórica ley y se volvió a "comprometer a luchar por una legislación para una reforma migratoria, integral y de sentido común, que cumpla con las necesidades del siglo XX", ayude a crecer la economía y esté a la altura de los ideales estadounidenses.

La Ley de Inmigración abolió el sistema discriminatorio de cuotas nacionales que excluía a los asiáticos y africanos y priorizaba a los provenientes del norte u oeste de Europa por encima de los del sur o este del Viejo Continente.

Por su parte, el líder de la minoría demócrata del Senado, Harry Reid, recordó además que la INA ayudó también a corregir la discriminación racial tras el movimiento de derechos civiles en el país, un "momento decisivo" para la historia de Estados Unidos.

Reid aprovechó para acusar a los republicanos de insistir en las deportaciones masivas y con ellas incrementar la separación familiar.

"Para un partido que afirma ser el partido de los 'valores familiares', los republicanos demuestran poca preocupación por las familias y los valores en su plan migratorio", dijo el senador.

"Que los republicanos se rehúsen a actuar sobre una reforma migratoria es una vergüenza nacional -aseveró-. Seguiré luchando por una reforma migratoria con sentido común y defendiendo los valores fundamentales sobre los cuales fue fundado nuestro país".

El Congreso de Estados Unidos no ha sido capaz de lograr un acuerdo para aprobar una reforma del sistema migratorio, que todos consideran roto, pese a la insistencia de Obama y la presión de activistas y algunos grupos de legisladores.

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