‘La homosexualidad no es delito’... Papa Francisco criticó las leyes ‘injustas’ que criminalizan la comunidad LGBT+ (video)
COMPARTIR
‘Dios ama a todos sus hijos tal y como son’ expresó el pontífice sobre las personas homosexuales
“Ser homosexual no es un delito”, así de contundente se muestra el papa Francisco en una entrevista con The Associated Press.
El pontífice partió de la base de que “Dios ama a todos sus hijos tal y como son”. Bergoglio reclamó a los obispos y a las comunidades cristianas una actitud de ‘conversión’ para discernir entre un ‘pecado’ como la homosexualidad y, a la vez, clamar contra las ‘injustas’ leyes que la criminalizan.
“En el día a día en las parroquias, corresponde tratar a las personas homosexuales con ternura; por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros. Pero, además, la propia Iglesia católica ha de comprometerse para la erradicación de las leyes homófobas: Puede y debe trabajar para ponerles fin. () Tienen que hacerlo, tienen que hacerlo”, expresó Francisco.
TE PUEDE INTERESAR: Condena Francisco que Irán recurra a la pena de muerte
La enseñanza católica sostiene que si bien las personas de la comunidad LGBT+ deben ser tratadas con respeto, los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”.
El papa Francisco no ha cambiado esa enseñanza, pero ha hecho cambiar esa postura como algo distintivo de su papado. A pesar de tal alcance, Francisco fue criticado por la comunidad católica LGBT+ por un decreto de 2021 de la oficina de doctrina del Vaticano de que la iglesia no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo “porque Dios no puede bendecir el pecado”.
El papa hace su apreciación en el contexto de que unos 67 países o jurisdicciones de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo y 11 de ellos pueden aplicar o aplican la pena de muerte, según The Human Dignity Trust, que trabaja para acabar con esas leyes. Los expertos señalan que incluso cuando las leyes no se aplican, contribuyen al acoso, la estigmatización y la violencia contra las personas LGBT+.
En Estados Unidos, más de una docena de estados aún tiene leyes contra la sodomía en sus leyes, pese a un fallo de 2003 de la Corte Suprema que las declaró inconstitucionales. Los defensores de los derechos LGTBQ dicen que esas leyes anticuadas se emplean para acosar a homosexuales y señalan a nuevas normas como la conocida como “No diga gay” en Florida, que prohíbe la educación sobre orientación sexual e identidad de género entre jardín de infancia y tercer grado, como una prueba de los esfuerzos continuados por marginalizar a las personas LGBT+.
Naciones Unidas ha pedido de forma reiterada que se abandonen las leyes que penalizan la homosexualidad y afirma que violan los derechos a la privacidad y a la libertad ante la discriminación, además de incumplir las obligaciones de esos países según el derecho internacional de proteger los derechos humanos de todo el mundo, sin importar su orientación sexual o identidad de género.
En 2019 se esperaba que Francisco publicara un comunicado contra la criminalización de la homosexualidad durante un encuentro con grupos de derechos humanos que investigaron los efectos de esas normas y de las llamadas “terapias de conversión”.
Al final, el papa no se reunió con los grupos, que en su lugar se entrevistaron con el número dos del Vaticano, que reafirmó “la dignidad de cada persona humana y contra cualquier forma de violencia”.
Desde su famosa declaración de 2013 “¿quién soy yo para juzgar?” cuando le preguntaron por un sacerdote que según reportes era gay, Francisco ha seguido dirigiéndose de forma reiterada y pública a las comunidades homosexual y trans. Como arzobispo de Buenos Aires se mostró a favor de ofrecer protecciones legales a las parejas del mismo sexo como alternativa a apoyar el matrimonio homosexual, algo que prohíbe la doctrina católica.