Bartlett llama ‘vulgar campaña’ el destape del caso ‘Kiki’ Camarena

México
/ 27 septiembre 2024

Hasta antes de estos documentos, la participación de Manuel Bartlett, actualmente director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el crimen del “Kike” Camarena solo se había mencionado en trascendidos y en dichos de supuestos “testigos protegidos”

Manuel Bartlett, actual director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se defendió de las supuestas sospechas que habrían tenido agentes estadounidenses de su colaboración con traficantes en el caso del asesinato de Enrique “Kiki” Camarena.

“Esto es la “revelación” de (Ioan) Grillo: especulaciones, sospechas, y ‘quizás’. Nada se puede concluir, porque nada dice. No hay declaraciones del FBI o de la DEA, todo parte de una fuente mexicana, que no afirma, solo especula y ni siquiera sabemos qué especula”.

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El gobierno de Estados Unidos desclasificó un memorando enviado desde la Embajada estadounidense en Ciudad de México al director del FBI en marzo de 1986 sobre el caso Enrique “Kiki” Camarena, en el cual se menciona a Manuel Bartlett.

Bartlett era secretario de Gobernación de México cuando Camarena fue asesinado y según el documento liberado, los agentes estadounidenses ya sospechaban en ese entonces que el político colaboraba con los traficantes que secuestraron y asesinaron al agente de la DEA.

El documento fue revelado por los periodistas Ioan Grilo, Juan Cedillo y Leva Jusionyte.

Bartlett explicó que la fuente del artículo es un “memorándum desclasificado” que durante más de 40 años el Gobierno de Estados Unidos ha tenido en su poder sin ninguna trascendencia.

Además, criticó que el memorándum inicia con el texto “Una Fuente confidencial en el extranjero (CSA, siglas en inglés) especula que Bartlett... (Testado, o sea, espacio en blanco)”.

Posteriormente, aparece “La especulación de la Fuente era (testado, en blanco)”.

Prosigue con: “Legat, Ciudad de México (Oficina del FBI instalada en México) tiene fuertes sospechas que (testado) la protección a las actividades del narcotráfico no solo le benefició a él, sino que alcazaba tal vez al Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett”.

Aseveró que ante la ausencia de contenido, el resto del artículo es conformado con “refritos de ataques de Proceso de hace varios años y declaraciones en redes sociales de ‘diputados de oposición’”, lo cual, destacó, fue desmentido y aclarado desde hace 40 años por dos embajadores de Estados Unidos.

Acusó que pese a que el artículo de Grillo no dice nada, es tomado como una fuente sólida, lo que ha llevado a una campaña de difamación en algunos medios de comunicación.

Para reducir las 21,283 páginas de registros encontrados sobre el caso Camarena, se propuso al FBI limitar la búsqueda a un período de seis años desde el 1 de febrero de 1985 hasta el 31 de enero de 1990. “También me gustaría asegurarme de que estos archivos contienen el nombre de Manuel Bartlett Díaz y no todos los registros relacionados con Enrique Camarena Salazar. Solo busco documentos que mencionen a Manuel Bartlett Díaz”, precisó la contra respuesta de la doctora Jusionyte, académica en la Universidad de Brown. El documento citado anteriormente es uno de los que entregaron.

INVESTIGACIÓN OFICIAL DE MÉXICO SOBRE EL CRIMEN DE CAMARENA

Enrique “Kike” Camarena Salazar (1942-1985) se desempeñó como Agente Especial de la DEA en la ciudad de Guadalajara, donde operaban los narcotraficantes más poderosos de esa época en México, integrados en el “Cártel de Guadalajara”: Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carillo.

A mediados 1984, Camarena Salazar hizo un sobrevuelo en una avioneta manejada por el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar y descubrió el inmenso “Rancho el Búfalo” de casi mil hectáreas, ubicado en el estado norteño de Chihuahua.

En el Búfalo, el Cártel de Guadalajara sembraba mariguana con valor de varios millones de dólares, utilizando fertilizantes y sistemas de riego modernos; por lo que era “cosechada” y almacenada por cerca de tres mil personas.

Los campesinos eran reclutados en Sinaloa llamándolos a la “pizca de la manzana” pero ofreciendo muy buen sueldo. El mes de noviembre de ese año más de 400 efectivos del Ejército Mexicano arribaron al rancho el Búfalo para asegurar la droga y detener a los trabajadores. La mayoría fue liberada días después.

En presunta venganza por el millonario decomiso, el Cártel de Guadalajara ordenó secuestrar a “Kike” Camarena y al piloto mexicano. El agente fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 después de abandonar las oficinas del Consulado de los Estados Unidos en Guadalajara.

Los cinco hombres se identificaron como policías federales. La identidad y ubicación del agente de la DEA solo pudo provenir de las autoridades mexicanas que protegían a los narcos del Cártel de Guadalajara.

El policía que dirigió el secuestro, Sergio Espino Verdín, era comandante de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DIPS), la cual dependía de la Secretaría de Gobernación, cuyo titular era Bartlett Díaz.

Camarena fue conducido a una casas propiedad de Rubén Zuno Arce, cuñado del expresidente Luis Echeverría, donde fue torturado hasta morir, debido a que “se les pasó la mano”.

La investigación mexicana señala que Rafael Caro Quintero estuvo presente. Para intentar mantener al agente con vida fue llamado el doctor Humberto Álvarez Machain quien atendió e inyectó al agente antidrogas. Cuando las autoridades de Estados Unidos conocieron su participación en el crimen, Álvarez Machain fue secuestrado en México y trasladado a EU para ser juzgado en la corte federal de Los Ángeles, California.

Los cadáveres de Enrique Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala fueron abandonados el 5 de marzo de 1985 en la parte trasera de una camioneta ubicada en poblado rural La Angostura del estado de Michoacán. La crisis diplomática que provocó su muerte rompió la protección que recibía los líderes del Cartel de Guadalajara por funcionarios de diversos niveles. Caro Quintero huyó a Costa Rica, pero antes de subir a un avión privado fue interceptado en el aeropuerto de Guadalajara por un grupo de agentes de la Policía Judicial Federal encabezados por el comandante Armando Pavón Reyes, quien lo dejó salir del país.

En su declaración, Pavón Reyes argumentó que lo dejaron libre porque Caro Quintero se identificó como policía con una credencial oficial de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependiente también de la Secretaría de Gobernación. Los tres capos del Cártel de Guadalajara finalmente fueron detenidos y los tres portaban credenciales de DFS o de la Procuraduría General de la República (PGR).

Con información de Aristegui y medios

“Cualquier lector avispado se daría cuenta de que no hay la menor nota en el artículo de Grillo, pero el periodismo nacional sigue optando por mentir deliberadamente a la opinión pública. Una vulgar campaña que coloca a los medios de comunicación en el triste papel que han tenido en los últimos años: viles, difamadores”, finalizó.

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GOBIERNO DE EU TENÍA ‘FUERTE SOSPECHA’

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos entregó documentos clasificados relacionados con la investigación sobre el asesinato de Enrique Camarena Salazar, agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), que señalan a Manuel Bartlett Díaz, Secretario de Gobernación de México en esa época, como probable protector de narcotraficantes.

Hasta antes de estos documentos, la participación de Manuel Bartlett, actualmente director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el crimen del “Kike” Camarena solo se había mencionado en trascendidos y en dichos de supuestos “testigos protegidos”, pero no en archivos oficiales.

Sin embargo, ahora se revela un documento de seis páginas donde se menciona a Bartlett, aunque todavía está censurado en su mayor parte.

Fue enviado por la embajada de Estados Unidos en México al Buró Federal de Investigaciones (FBI) y precisa que los sobornos que pagaron narcotraficantes a funcionarios mexicanos para obtener impunidad en sus actividades es muy probable que también “llegaron al Secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz”.

“Aunque esto es solo una fuerte sospecha debido a indicaciones de corrupción generalizada y actividades de extorsión no es difícil concluir lógicamente que esta actividad beneficia en última instancia a los principales líderes del gobierno mexicano”, añade el archivo fechado en la Ciudad de México el mes de marzo de 1986.

Contiene otros datos sobre posibles conexiones de Bartlett con narcotraficantes pero están censuradas.

$!Los cadáveres de Enrique Camarena y de Alfredo Zavala fueron abandonados el 5 de marzo de 1985 en la parte trasera de una camioneta, en Michoacán

El documento fue desclasificado apenas el pasado 12 de agosto del 2024 y forma parte de la investigación del FBI sobre el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kike” Camarena. La pesquisa la realizó un funcionario de la embajada de los Estados Unidos en México, que se reunió con dos “fuentes extranjeras”, cuyos nombres están testados, quienes estuvieron relacionadas con las actividades del narcotráfico en México.

El archivo se entregó en respuesta a la solicitud FOIPA N.º 1521620-000 que se hizo a través del Acta de Libertad de Información (FOIPA por sus siglas en inglés) con fecha del 17 de marzo de 2022 y fue presentada por la doctora Ieva Jusionyte, quien ha investigado el tráfico de armas entre ambas naciones.

La respuesta indica que “el FBI localizó 21,283 páginas con registros que podrían responder al tema de la solicitud”. Añade que “se destruyeron algunos archivos que podrían haber respondido a la solicitud. Dado que ya no se pudo revisar este material, no se sabe si contenían los datos solicitados”.

“Para su información, una búsqueda en los índices de nuestro Sistema de Registros Centrales reflejó que había archivos adicionales que potencialmente respondían a su solicitud de la Ley de Libertad de Información/Privacidad (FOIPA). Hemos intentado obtener este material para poder revisarlo y determinar si respondía a su solicitud. Se nos informó que los registros que podrían responder no estaban en la ubicación esperada y no se pudieron encontrar después de una búsqueda razonable”.

Para reducir las 21,283 páginas de registros encontrados sobre el caso Camarena, se propuso al FBI limitar la búsqueda a un período de seis años desde el 1 de febrero de 1985 hasta el 31 de enero de 1990. “También me gustaría asegurarme de que estos archivos contienen el nombre de Manuel Bartlett Díaz y no todos los registros relacionados con Enrique Camarena Salazar. Solo busco documentos que mencionen a Manuel Bartlett Díaz”, precisó la contra respuesta de la doctora Jusionyte, académica en la Universidad de Brown. El documento citado anteriormente es uno de los que entregaron.

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INVESTIGACIÓN OFICIAL DE MÉXICO SOBRE EL CRIMEN DE CAMARENA

Enrique “Kike” Camarena Salazar (1942-1985) se desempeñó como Agente Especial de la DEA en la ciudad de Guadalajara, donde operaban los narcotraficantes más poderosos de esa época en México, integrados en el “Cártel de Guadalajara”: Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo.

A mediados 1984, Camarena Salazar hizo un sobrevuelo en una avioneta manejada por el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar y descubrió el inmenso “Rancho el Búfalo” de casi mil hectáreas, ubicado en el estado norteño de Chihuahua.

En el Búfalo, el Cártel de Guadalajara sembraba mariguana con valor de varios millones de dólares, utilizando fertilizantes y sistemas de riego modernos; por lo que era “cosechada” y almacenada por cerca de tres mil personas.

Los campesinos eran reclutados en Sinaloa llamándolos a la “pizca de la manzana” pero ofreciendo muy buen sueldo. El mes de noviembre de ese año más de 400 efectivos del Ejército Mexicano arribaron al rancho el Búfalo para asegurar la droga y detener a los trabajadores. La mayoría fue liberada días después.

$!“Kike” Camarena fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 después de abandonar las oficinas del Consulado de los Estados Unidos en Guadalajara

En presunta venganza por el millonario decomiso, el Cártel de Guadalajara ordenó secuestrar a “Kike” Camarena y al piloto mexicano. El agente fue secuestrado el 7 de febrero de 1985 después de abandonar las oficinas del Consulado de los Estados Unidos en Guadalajara.

Los cinco hombres se identificaron como policías federales. La identidad y ubicación del agente de la DEA solo pudo provenir de las autoridades mexicanas que protegían a los narcos del Cártel de Guadalajara.

El policía que dirigió el secuestro, Sergio Espino Verdín, era comandante de la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales (DIPS), la cual dependía de la Secretaría de Gobernación, cuyo titular era Bartlett Díaz.

Camarena fue conducido a una casas propiedad de Rubén Zuno Arce, cuñado del expresidente Luis Echeverría, donde fue torturado hasta morir, debido a que “se les pasó la mano”.

La investigación mexicana señala que Rafael Caro Quintero estuvo presente. Para intentar mantener al agente con vida fue llamado el doctor Humberto Álvarez Machain quien atendió e inyectó al agente antidrogas. Cuando las autoridades de Estados Unidos conocieron su participación en el crimen, Álvarez Machain fue secuestrado en México y trasladado a EU para ser juzgado en la corte federal de Los Ángeles, California.

Los cadáveres de Enrique Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala fueron abandonados el 5 de marzo de 1985 en la parte trasera de una camioneta ubicada en poblado rural La Angostura del estado de Michoacán. La crisis diplomática que provocó su muerte rompió la protección que recibía los líderes del Cartel de Guadalajara por funcionarios de diversos niveles. Caro Quintero huyó a Costa Rica, pero antes de subir a un avión privado fue interceptado en el aeropuerto de Guadalajara por un grupo de agentes de la Policía Judicial Federal encabezados por el comandante Armando Pavón Reyes, quien lo dejó salir del país.

En su declaración, Pavón Reyes argumentó que lo dejaron libre porque Caro Quintero se identificó como policía con una credencial oficial de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependiente también de la Secretaría de Gobernación. Los tres capos del Cártel de Guadalajara finalmente fueron detenidos y los tres portaban credenciales de DFS o de la Procuraduría General de la República (PGR).

Con información de Aristegui y medios

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