México se prepara para Trump. Esta vez las cosas son diferentes
COMPARTIR
Lo que está en juego es enorme para los 130 millones de habitantes de México
CIUDAD DE MÉXICO- México se prepara para Trump. Esta vez las cosas son diferentes
Por segunda vez en menos de una década, México se prepara para negociar con el presidente electo Donald Trump, quien amenaza al país vecino con aranceles altísimos, deportaciones masivas y ataques militares a los cárteles.
TE PUEDE INTERESAR: ‘No van a estar solos’... Juan Ramón de la Fuente emite mensaje de apoyo para los migrantes en EU ante llegada de Trump
Lo que está en juego es enorme para los 130 millones de habitantes de México. Entre las principales economías, México es excepcionalmente dependiente de Estados Unidos, ya que envía cerca del 80 por ciento de sus exportaciones al mercado estadounidense.
Los principales negociadores de México están adoptando esta vez una postura asertiva para negociar con Trump. Algunos de ellos pueden recurrir a la experiencia adquirida al tratar con el primer gobierno de Trump: el entonces presidente populista de México, Andrés Manuel López Obrador, forjó una cálida relación con Trump, y México evitó aranceles elevados al tiempo que accedía a las exigencias de frenar la migración.
“Encontraremos una solución porque tenemos ventajas estructurales”, dijo este mes Marcelo Ebrard, secretario de Economía, enumerando factores como la mayor interdependencia económica entre ambos países y el descenso de las muertes por fentanilo y de la migración.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha marcado el tono de este acercamiento, mezclando palabras conciliadoras para Trump con retórica de rechazo y promesas de que México podría contraatacar con aranceles de represalia propios.
“Nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos”, dijo Sheinbaum en un discurso pronunciado este mes.
Al mismo tiempo, el gobierno de Sheinbaum ya se ha movilizado para responder a algunas de las preocupaciones de Trump, ampliando los esfuerzos de disuasión migratoria y aumentando las incautaciones de opiáceos ilícitos.
La piedra angular de esta estrategia es la apuesta de que la nueva administración de Washington necesita a México, y su base industrial de rápido crecimiento y bajo costo, si Estados Unidos espera contrarrestar a su mayor rival: China.
He aquí cuatro factores que influyen en los preparativos de México para tratar con el nuevo gobierno de Trump.
MÉXICO SE HA VUELTO MÁS IMPORTANTE PARA LA ECONOMÍA ESTADOUNIDENSE
La relación económica de México con Estados Unidos ha cambiado considerablemente desde la última vez que Trump estuvo en la Casa Blanca, especialmente como consecuencia de la interrupción de las cadenas de suministro mundiales por la pandemia del coronavirus.
México eclipsó a China en 2023 como principal socio comercial de Estados Unidos en bienes, ya que los fabricantes trasladaron sus operaciones a México para estar más cerca del mercado estadounidense.
Los lazos comerciales se estrecharon aún más el año pasado, cuando México desplazó a China para convertirse en la principal fuente de importaciones de Estados Unidos y el principal destino de las exportaciones alimentarias estadounidenses.
“Es un nivel de interdependencia sin precedentes”, dijo Diego Marroquín Bitar, académico especializado en comercio norteamericano del Centro Wilson, un grupo de investigación de Washington.
El gobierno de México está mostrando estos lazos comerciales mientras argumenta que imponer aranceles estadounidenses a México podría elevar la inflación y perjudicar a los consumidores estadounidenses.
Pero esos lazos más profundos también dejan a México con mayores vulnerabilidades.
Una de ellas pueden ser las remesas. Los mexicanos que trabajan en Estados Unidos enviaron a casa 63.000 millones de dólares en 2023, el doble que cuando Trump tomó posesión hace ocho años, y las deportaciones masivas podrían hacer que esa cifra cayera en picada.
Las propuestas para gravar las remesas, incluido un proyecto de ley patrocinado por el vicepresidente electo JD Vance, también están ganando impulso.
LOS FLUJOS MIGRATORIOS Y LAS MUERTES POR FENTANILO ESTÁN DECENDIENDO
Aunque Trump ha hecho saltar repetidamente las alarmas sobre la migración procedente de México, los cruces fronterizos ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México se encuentran en su nivel más bajo desde el verano de 2020. Solo unas 46.000 personas cruzaron ilegalmente la frontera en noviembre, la cifra más baja durante la presidencia de Joe Biden.
Las restricciones del gobierno de Biden al asilo de migrantes contribuyeron a este descenso. Pero también lo hicieron las políticas de México, que ha intentado disuadir a los migrantes, en su mayoría procedentes de otros países latinoamericanos, de llegar a la frontera estadounidense.
México ha desarticulado caravanas de migrantes y ha ampliado un misterioso programa de transporte en autobús que ha trasladado a miles de migrantes desde la frontera norte del país hasta lugares situados en lo más profundo de su sur.
Solo en el último trimestre de 2024, México intensificó estas medidas deteniendo a unos 475.000 migrantes, dijeron las autoridades, más del doble que en los primeros nueve meses del año. La mayoría de estos migrantes son liberados rápidamente, lo que les permite permanecer en México; solo una pequeña parte son deportados a sus países de origen.
Otra cuestión que Trump ha citado con frecuencia es el impacto de las drogas ilegales, en particular el fentanilo, que fluyen a través de la frontera. Tras aumentar hasta niveles espeluznantes, las muertes por sobredosis de drogas ilegales también están disminuyendo. En los 12 meses que terminaron en junio de 2024 se redujeron en un 14,5 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Los expertos afirman que la ampliación de los esfuerzos de tratamiento, prevención y educación en Estados Unidos ha desempeñado un papel en este descenso. Aunque se necesitan más pruebas, los esfuerzos estadounidenses para acabar con los precursores químicos procedentes de China y los cárteles mexicanos que utilizan estos productos químicos para fabricar fentanilo también pueden estar restringiendo los suministros.
Sheinbaum también ha empezado a enfocarse en el comercio de fentanilo. El mes pasado, las fuerzas de seguridad mexicanas confiscaron 20 millones de dosis de esta droga en la mayor incautación de opiáceos sintéticos del país.
LA VIOLENCIA DE LOS CÁRTELES SIGUE AUMNTANDO EN VASTAS FRANJAS DEL TERRITORIO...
Ni los descensos de los cruces fronterizos ni los de las sobredosis de fentanilo podría cambiar mucho las cosas si Trump opta por enfocarse en el derramamiento de sangre de los cárteles que se apodera de amplias zonas de México como justificación para imponer aranceles a las exportaciones mexicanas.
Los enfrentamientos entre facciones rivales de los cárteles han convertido recientemente el estado noroccidental de Sinaloa en una zona de guerra. Los brutales asesinatos políticos han ensombrecido Guerrero, en el suroeste de México.
Las luchas territoriales en Guanajuato, centro de fabricación automotriz al noroeste de Ciudad de México, han estado marcadas por una masacre tras otra en las últimas semanas.
Durante su gobierno anterior, y de nuevo durante la campaña para su nuevo mandato, Trump planteó la posibilidad de emprender acciones militares contra los cárteles como forma de limitar su contrabando de drogas ilícitas a Estados Unidos. Una posible designación de estos grupos como “organizaciones terroristas” podría abrir el camino a tales acciones.
El gobierno de México ha considerado durante mucho tiempo este escenario como una violación casi impensable de su soberanía. Pero algunos exfuncionarios con experiencia previa en negociaciones con Trump advierten de que México debe tomarse en serio tales amenazas.
“Trump 2.0 va a ser un Trump diferente”, dijo Ildefonso Guajardo, exsecretario de Economía, quien negoció con el gobierno de Trump en 2017 y 2018. “Su equipo estará mucho menos equilibrado a la hora de intentar que sea consciente de las consecuencias de algunas decisiones”.
Y aunque las muertes por fentanilo están disminuyendo en Estados Unidos, la droga sigue cobrándose decenas de miles de vidas cada año. La explosión de violencia en Sinaloa pone de relieve cómo los grupos responsables del tráfico de fentanilo siguen activos y bien armados.
... Y TAMBIÉN EL PERFIL ECONÓMICO DE CHINA EN MÉXICO
Una reciente avalancha de automóviles chinos importados a México ha aumentado las tensiones sobre las incursiones que China está realizando en industrias clave de Norteamérica.
México, que tiene un déficit comercial de 105,000 millones de dólares con China, actuó con rapidez en las últimas semanas para calmar la preocupación de que China pudiera utilizar su presencia en México como medio para obtener un mayor acceso a los mercados estadounidenses.
México impuso aranceles que son considerados como dirigidos a minoristas chinos en línea como Temu y Shein, y la semana pasada dio a conocer una nueva política industrial encaminada a reducir las importaciones procedentes de China y, al mismo tiempo, reforzar las cadenas de suministro a Estados Unidos.
Con estas medidas, el gobierno de México pretende dejar claro su argumento de que Estados Unidos necesita a México para hacer frente a la mayor amenaza económica de China. Pero, ¿será suficiente para Trump?
De no ser así, y si los lazos con Washington se deterioran significativamente, México aún tiene una especie de “opción nuclear” que consiste en reforzar sus lazos económicos con China, de acuerdo con Scott Morgenstern, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Pittsburgh.
“México podría recurrir al mayor rival económico de Washington en un momento en que Pekín trata de afirmar una mayor influencia en toda América Latina”, dijo Morgenstern.
Simon Romero es corresponsal del Times y cubre México, Centroamérica y el Caribe. Está afincado en Ciudad de México. c. 2025 The New York Times Company.
Por Simon Romero, The New York Times.