ONU lamenta asesinato del periodista Pedro Tamayo
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La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) exigió una investigación "pronta, efectiva e imparcial"
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) en México lamentó el asesinato del periodista Pedro Tamayo en el oriental estado de Veracruz, y exigió una investigación "pronta, efectiva e imparcial".
En un comunicado, la institución pidió a las autoridades que indaguen los hechos ocurridos en el municipio de Tierra Blanca con el objetivo de "juzgar y sancionar a los responsables, así como reparar adecuadamente a los familiares de la víctima".
Tamayo, quien cubría información policíaca para distintos portales de noticias en Veracruz, fue tiroteado la noche del miércoles en su residencia por dos sujetos que llegaron al lugar en un vehículo.
El periodista contaba con la protección de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas.
En enero pasado huyó de la región porque lo contactó Francisco Navarrete, empresario acusado por las autoridades de ser responsable de la desaparición y asesinato de cinco jóvenes en Tierra Caliente y quien intentaba poner en marcha un diario, pero después regresó a esa zona del país.
El representante de la ONU-DH en México, Jan Jarab, dijo que "los asesinatos de periodistas no solo lesionan a sus familiares y seres queridos, también lastiman al gremio por su efecto atemorizante e impactan negativamente en el derecho a la libertad de expresión".
"Toda agresión debe ser investigada de manera efectiva y exhaustiva sin descartar ninguna línea de investigación, particularmente aquella que pueda estar ligada a la labor periodística", defendió el representante de la institución.
Con la muerte de Tamayo, ya son 19 los periodistas asesinados en Veracruz durante el mandato del gobernador Javier Duarte (2010-2016).
La ONU lamentó además que, desde que comenzó este año, al menos ocho periodistas han sido asesinados: tres en Veracruz, tres en Oaxaca, uno en Guerrero y uno en Tabasco, además de un colaborador de un medio en Michoacán.
Estas víctimas se suman a los 107 comunicadores asesinados entre 2000 y 2015, según cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
