Chop suey

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La historia es de sobra conocida y este columnista se la escuchó alguna vez al erudito Ernesto de la Peña en algún programa televisivo en la ciudad de México. El sabio mexicano hablaba sobre el origen de diversos platillos, ya famosos y célebres en la gastronomía internacional, aunque varios de ellos, desconocidos en su lugar de supuesto origen.
Uno de ellos el platillo chino, desconocido en la China milenaria, dijo el maestro, llamado "Chop suey". El erudito políglota mexicano contó que este guisado tuvo su origen hacia el siglo 19 en Norteamérica, en la época del auge minero y de la construcción de las líneas del ferrocarril transcontinental; época asimismo del traslado de miles de chinos para cumplir con dichos trabajos. En este contexto y mientras una fila enorme de trabajadores exigían comida a su cocinero en turno, un chino habría vertido en un enorme perol o cazo, una serie de sobras, retazos de los guisados ya previamente cocinados y acabados; es decir, el cocinero chino para salir del paso, vertió lo mismo sobras de verduras, que porciones de arroz; lo mismo sobras de pollo, que pedazos de res, cerdo.
Los norteamericanos, que para comer mal se pintan solos, al disfrutar dicho "manjar", le preguntaron al cocinero del nombre de aquel "suculento platillo", a lo que el diminuto chino habría contestado que dicho revoltijo se llamaba: "chop suey". Lo cual en traducción directa al cristiano es literalmente, "sobras, mezcla de sobras". Así se lo escuché a un hombre que para fortuna nuestra vive y es el hombre más sabio en México, Ernesto de la Peña.
Y lo anterior y no otra cosa es la manera en que este columnista define ahora, las patéticas alianzas político-electorales que están tomando forma en varios estados de la República con miras a lograr un solo estadio: minar al PRI y arrebatar el poder político en dichas entidades; claro está, sin tomar en cuenta a los ciudadanos.
¿Cómo se va a realizar lo anterior en la práctica? Muy sencillo, preparando un "chop suey" político: la alianza PAN-PRD-PT y Convergencia, con un ingrediente más: candidatos que eran priístas y abjuraron de su credo cuando el PRI no los tomó en cuenta más. Es decir, el PAN y PRD están tomando las "sobras" políticas desechadas por el PRI, les ponen en bandeja de plata su plataforma y estructura con miras a ganar al PRI lo mismo en Oaxaca. Puebla, Hidalgo, Durango, Veracruz o Sinaloa. Dos ejemplos de lo anterior: en Durango van en alianza con un ex diputado priísta, José Rosas Aispuro: un deshecho. En Veracruz van con otro retazo del PRI, Miguel Angel Yunes.
Esquina-bajan
Al presentar en días pasados a su "candidatazo" en Xalapa, Veracruz, para arrebatarle la hacienda a Fidel Herrera, los oradores panistas pidieron a sus militantes y simpatizantes "olvidar el pasado" de Miguel Angel Yunes. Es decir, comer y sin hacer gestos, el "chop suey" que han preparado.
En México todo está en descomposición y todo es unburdo engaño que los "analistas" serios tratan de vendernos como un cambio de timón y una "estrategia" del PAN y su líder, Felipe Calderón, con miras a retomar y retener un poder que ya no tienen más. Los panegiristas del Gobierno Federal hablan de la sopa "chop suey", de dichas alianzas ya en marcha, como una estrategia arrolladora. Lo dudo.
Este columnista insiste en su viejo argumento: no soy juez y mucho menos verdugo, menos soy propagandista a sueldo; sólo soy escritor y periodista y el lector tendrá su mejor intención de voto y análisis todo el tiempo; pero lo que si se deja ver en el horizonte cotidiano es lo que usted ya notó estimado lector: no hay Presidente. Mejor: el Presidente ya no puede.
Letras minúsculas
¿Para qué votar por ex priístas como Rafael Moreno Valle, Rosas Aispuro o Yunes, arropados ahora por el PAN-PRD, si se puede votar por un candidato del PRI? Sin rumbo, el presidente Calderón ya no tiene rumbo.