La Narro, valentía y solidaridad

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Con mi reconocimiento y solidaridad a maestras y alumnas de la UAAAN por la defensa valiente de su dignidad.
El desenlace al que llegó esta semana el Consejo Universitario de la Universidad Agraria Antonio Narro, sienta un precedente trascendental contra la violencia de género que cotidianamente se vive en Coahuila, no sólo en esa universidad.
Fue gracias a la valentía y a la solidaridad de 35 maestras e investigadoras, que el problema se dio a conocer a la opinión pública; ellas, el 18 de febrero enviaron una carta al rector de esa universidad, Jorge Galo Medina, para denunciar atentados a la moral ejercidos por Joel Cruz Torres contra alumnas.
En la misiva explican que las estudiantes fueron amenazadas si denunciaban, pero que estaban dispuestas a atestiguar ante las autoridades competentes; las académicas exigían en su carta al rector que Cruz Torres no tuviera más trato con estudiantes y que las denuncias de éstas fueran aclaradas, dado que esa situación afectaba gravemente a su institución.
Las académicas están en lo cierto. Las estudiantes se acercaron a ellas porque no tienen a quién recurrir, casi todas provienen de los estados del sur del país, los padres las confían a las autoridades de la Narro, pero las que realmente están cercanas a ellas son sus maestras, mujeres, madres de familia también, que pueden comprender la gravedad de los casos.
El Consejo Universitario de la UAAAN, conformando por 34 consejeros de los que 27 asistieron a la sesión, mayoritariamente decidió retirarle sus derechos a Joel Cruz como coordinador de becas y profesor de la universidad hasta que se aclaren los casos de acoso sexual y presuntos fraudes en el otorgamiento de becas.
En la sesión de Consejo tres alumnas presentaron testimonios del acoso al que habían sido sometidas por parte de Joel Cruz; hasta ahora hay seis casos denunciados, pero podrían ser más. Uno de los testimonios presentado en la sesión del Consejo fue el de una alumna que fue secuestrada por estudiantes, presuntos cómplices de Joel Cruz, a fin de que no se presentara ante el Consejo Universitario.
Cabe destacar que las alumnas denunciaron atentados al pudor, tocamientos, y amenazas, entre otros. Cruz Torres se mostró ante el Consejo Universitario agresivo e injurioso, sin respeto ante esa máxima instancia universitaria y denunció que hay más casos de acoso sexual por parte de otros maestros.
Cabe destacar que, según el reportaje de VANGUARDIA, Joel Cruz asegura que ".nada es cierto, hay más casos de funcionarios, que se investiguen a todos, qué hay atrás, hay más gente involucrada", las contradicciones son evidentes. Nada es cierto, pero hay más casos.
Parece que el asunto tiene más fondo del que aparenta, los dichos de Cruz Torres lo dejan ver. Seguramente la Comisión de Honor y Justicia del Consejo Universitario de la UAAAN se dará a la tarea de hacer una investigación a fondo sobre el caso porque es intolerable que en una institución de educación superior no se atiendan estas situaciones.
Seguramente las académicas estarán pendientes de monitorear estos vergonzosos hechos. Posiblemente ya habrán pensado en seguir unidas formando una comisión que dé seguimiento a las investigaciones a fin de llegar hasta el fondo y prevenir que las alumnas sigan padeciendo el acoso sexual.
Conviene terminar definiendo el acoso sexual como toda actividad que sucede entre dos personas sin que medie el consentimiento de alguna de ellas, éste puede manifestarse entre adultos, de un adulto a un menor o incluso entre menores, siendo esta modalidad la menos frecuente.
El acoso sexual abarca conductas como: cualquier tipo de penetración, la exposición a material sexualmente explícito, el tocamiento corporal, la masturbación forzada, el exhibicionismo, las insinuaciones sexuales, la exposición a actos sexuales no deseados.
El acoso sexual, junto con los atentados al pudor, abusos deshonestos, actos libidinosos, atentados a la integridad de las personas o impudicia, son conductas tipificadas como delictuosas que se persiguen por querella en prácticamente toda la República Mexicana, excepto si hubo violencia y la víctima sea menor de 12 años de edad, en cuyo caso algunos estados consideran que esta violencia es agravante y se debe perseguir por oficio.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su Artículo 13, define el acoso sexual como una forma de violencia de género consistente en un ejercicio abusivo del poder que conlleva un estado de indefensión y de riesgo para la víctima.