Vocación suicida

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En un concurso de preguntas idiotas seguramente ésta obtendría el primer lugar. Una chica soltera le contó a su amiga: "Estoy embarazada". "¡Cómo es posible!" -exclamó la otra. Y luego hizo la pregunta idiota: "¿Pues qué se te metió?". Astatrasio Garrajarra se corrió una parranda con los amigos, y llegó a su casa a las 7 de la mañana. Su esposa le preguntó hecha una furia: "¿Por qué vienes a esta hora?". Replicó Garrajarra: "Porque es la hora de desayunar". La mujer de Capronio salió del baño, se miró en el espejo y exclamó desolada: "¡Caramba! Me veo vieja, fea, llena de arrugas, con canas en el cabello y celulitis en todas partes. Por favor, querido, dime algún cumplido que me levante el ánimo". Le dice el ruin sujeto: "Tienes muy buena vista". Un señor fue a visitar el manicomio. Observó a un hombre que, sentado en el suelo, hacía los movimientos propios de manejar un automóvil, al tiempo que imitaba el sonido del claxon: "¡Pip pip!". Le preguntó: "¿Qué hace?". "Ya lo ve -responde el otro-. Estoy conduciendo mi automóvil". "Levántese de ahí, pobre hombre -le dice, condolido, el visitante-. Está usted sentado en el suelo, en un manicomio. No hay ningún automóvil". Le grita otro interno: "¡Cállate, indejo! ¡Me paga 50 pesos diarios por que se lo lave!". En una fiesta conversaban tres señoras. Dice una: "Mi hijo es el mejor médico de la ciudad". Dice otra: "Mi hijo es el mejor abogado de la ciudad". Dice la tercera: "Mi hijo es el mejor travesti de la ciudad. Y vive muy bien, pues tiene dos amantes que le compran todo lo que quiere. Yo no los conozco, pero dice mi hijo que uno es el mejor abogado de la ciudad, y el otro el mejor médico". Ni Ebrard ni López Obrador podrían cantar aquello de: "Poco a poco me voy acercando a ti; poco a poco la distancia se va haciendo menos". Por el contrario, el abismo que ya desde antes se había abierto entre ellos se hace cada día más profundo. Permítanme un momentito; voy a arrojar una piedra a ese abismo.¡Plop! ¿Ya se dieron cuenta mis cuatro lectores de su profundidad? A estas bajuras -no se puede hablar de alturas- es ingenuo pensar que don Marcelo y AMLO llegarán juntos a la elección presidencial, y que uno de ellos renunciará en aras del otro a la candidatura. Sea cual fuere la forma en que ambos estén posicionados al empezar el proceso electoral, López Obrador no cejará en su intento de llegar a la Presidencia. Desde el año 2006 está en campaña, y ha formado una estructura que ciertamente no pondrá a disposición de nadie más. Ebrard, por su parte, siente que él es ahora el candidato natural de la izquierda, y que AMLO no tiene ya posibilidades de victoria. Tampoco dejará libre el campo a quien es ahora su más grande adversario -mayor aún que Calderón o Peña Nieto- en la carrera por la sucesión presidencial. Así las cosas, la izquierda se dividirá nuevamente, con esa extraña vocación suicida que parece alentar. Quienes pensamos que es tiempo ya de que México tenga un gobierno de izquierda que se ocupe fundamentalmente de la justicia social y atienda las necesidades de los mexicanos pobres, deberemos esperar a que surja una izquierda unida, racional, democrática y liberal, alejada de caudillismos, dogmas y pugnas tribales por el dinero y por el poder. Eso, según los cálculos más conservadores, sucederá el año 2123. Tendremos que armarnos de paciencia. Una monjita caminaba por cierto oscuro callejón cuando de pronto le salió al paso un canallesco individuo que la hizo víctima de sus más bajos instintos. Consumada la ruin acción el hombre sintió remordimientos de conciencia, y tras pedirle perdón a la monjita le suplicó que no le contara a nadie lo que le había hecho. "Imposible -respondió ella-. Tengo el deber de informarle a la madre superiora que abusó usted de mí dos veces. Digo, si no está muy cansado". FIN.