11/9: las voces de las víctimas
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El 11 de septiembre de 2001 el mundo cambió. Los ataques terroristas a las Torres Gemelas, el Pentágono y la respuesta que dio Estados Unidos y el mundo a ellos han tenido un impacto profundo en todas las naciones y en todos nosotros.
Es importante señalar que los gestores principales de estos cambios no fueron ni el Ejecutivo ni los legisladores estadounidenses. Tampoco fue la presión diplomática ejercida sobre el gobierno de EU por parte de sus aliados. No, las reformas fundamentales (buenas y malas) en la estrategia de seguridad y económica surgieron de la sociedad civil, y fueron catalizadas por la voz de las víctimas.
Para entender el impacto de la presión que han ejercido las víctimas en la psiquis de los estadounidenses, es importante que veamos cómo ese país recuerda estos atentados en los diferentes medios de comunicación. Seguramente habrá entrevistas con algunos ex funcionarios públicos, pero la mayoría de la programación gira alrededor de los testimonios de los pocos sobrevivientes y los familiares de las personas que vimos morir ese día en vivo y a todo color -los 2 mil 606 empleados que trabajaban en las Torres Gemelas, bomberos, policías y personal de rescate, las 125 víctimas en el Pentágono-, la mayoría personal uniformado y los 159 pasajeros y personal de vuelo de los tres aviones impactados.
Días después de los atentados empezaron a organizarse los familiares de los muertos, buscando alivio, apoyo del gobierno y, sobre todo, exigiendo castigo a los autores y culpables de su dolor.
Surgieron casi inmediatamente historias de heroísmo y de sacrificio el día de la tragedia y años después. Estas voces tuvieron una extraordinaria influencia en la opinión pública, porque le pusieron una cara a lo que significaban los atentados terroristas de ese día. Su movilización se tradujo en un importante impacto en la opinión pública que después generó un importante cambio en el comportamiento del gobierno de Estados Unidos.
Los cambios importantes de la política interior y exterior de EU fueron influenciados por estas voces. Durante la reestructuración del gobierno -que incluía la creación de la supersecretaría Homeland Security, un zar de inteligencia, la aprobación de una controversial legislación como lo fue el Patriot Act, e inclusive la invasión de Afganistán e Irak- siempre existió el apoyo real o tácito de estas víctimas.
De hecho, en mi programa de televisión Seguridad Total, buscando aterrizar el impacto que tuvo el 11/9 en México, invité a una mexicana, sobreviviente de la caída de las Torres Gemelas, para que nos narrara su aterradora experiencia de ese día. (Ver www.anamariasalazar.com)
Es casi imposible entender lo que representa el 11/9 y los eventos que sucederían en EU, México y el resto del mundo si no se escuchan las voces de las víctimas de los atentados de ese día y los que habrían de suceder en estos 10 años que han pasado desde entonces.
Insisto, la voz de lasvíctimas pueden ser uno de los catalizadores más importantes para cambiar una sociedad.
Por eso pienso que una de las razones fundamentales que han permitido la irresponsabilidad política en México ante el problema de inseguridad y del crimen ha sido que no se les ha puesto una cara a las víctimas de la violencia en el país. Ellos son simples números para la mayoría de nosotros.
Pero, a diferencia de lo que sucedió en EU, las víctimas mexicanas y sus familiares, con pocas excepciones, tienen miedo de hablar y hacer públicas sus demandas.
En México los muertos se ignoran o se ven con sospecha. Es fácil para el gobierno, y hasta para la misma sociedad, asumir que su muerte se debe a algún vínculo con el crimen organizado. Esto le da una salida fácil a los gobiernos.
La sociedad en general también cae en esta trampa por razones de sobrevivencia. La única forma en que la mayoría de las familias que viven en las zonas de guerra del país pueden tratar de llevar cierta normalidad en su vida es pensando que no les va a pasar nada, porque ellos no están involucrados con la "maña". No queremos aceptar la realidad de que la muerte acecha a todos, los que están involucrados y los que no.
Recordemos el terremoto de 1985. La sociedad se movilizó ante la incapacidad del gobierno porque escuchó las voces de las víctimas que tendrían una repercusión en el futuro.
Seguramente, al igual que en el pasado, cuando escuchemos las voces de las víctimas de esta guerra veremos el cambio que exige la sociedad de un país donde se pueda vivir en paz y seguridad.
@amsalazar
www.anamariasalazar.com
Analista política