El silencio de los presidenciables
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Silvia Gómez Tagle
Investigadora del Centro de Estudios Sociológicos, El Colegio de México
EL UNIVERSAL
En estos últimos días de apariciones en público, antes de cerrarse el periodo de precampañas, los tres candidatos con posibilidades de triunfo en la elección presidencial del 1 de julio se han esforzado por dejar una huella en la opinión pública que los mantenga en la memoria de los ciudadanos durante el largo periodo de silencio que les espera.
Josefina Vázquez Mota, postulada por el PAN como candidata a la Presidencia, podría representar la novedad, por ser la primera mujer con oportunidades reales de ganar en una elección de este nivel. Uno de sus atributos es el género, gran novedad que aprovecha muy bien en un discurso cálido y cercano a la gente, en el que ofrece insistentemente acercar la política al ciudadano. Sin embargo, su propuesta no contiene mucho de novedad porque ha puesto el énfasis en mantener la continuidad con los gobiernos panistas que le antecedieron, sobre todo en lo relativo a la lucha contra el crimen organizado. Ofrece la persecución de los políticos y funcionarios que mantengan nexos con las organizaciones criminales, así como imponer penas más severas, cadena perpetua para los cómplices del narco. Mientras que nada dice sobre cómo hacerlo. ¿Cuáles serían las reformas necesarias para que sea más eficiente la procuración de justicia? En síntesis, pretende hacer lo mismo que ha venido intentando, sin lograrlo, Felipe Calderón, combatir la penetración del narco en los órganos de gobierno locales y el federal. ¿Será el camino correcto la violencia del Estado contra la violencia del narco?
El PRI ya tenía candidato desde hace mucho, pero ahora se ha sumado también el PVEM, para postular a Enrique Peña Nieto rumbo a la Presidencia, con lo que viene a consolidar una alianza que ya ha dado frutos en otras ocasiones. Pero en ninguna elección federal anterior había indicadores tan positivos de su éxito, desde que perdió la Presidencia en 2000. Desde 2006 Peña Nieto se ha ido convirtiendo poco a poco en la "nueva esperanza" para renovar la imagen de su partido y sus estrategias electorales, ya desprovistas del gran manto protector, unificador y disciplinario que proveía la Presidencia de la República. A diferencia de otros partidos, el PRI aprendió después de la derrota que mantener la unidad y la disciplina es indispensable para recuperar el poder. Pero lo que ofrece el PRI, al fin y al cabo, es más de lo mismo. En estos últimos días de precampaña, Peña Nieto ha puesto el énfasis en la necesidad de alternancia, para llevar a cabo un proyecto diferente al del PAN. porque la derecha no da para más... ¡como si el PRI fuera la izquierda!
Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Izquierda Progresista que representa una amplia alianza de partidos y movimientos sociales (PRD, PT; Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, y Morena), la tiene muy difícil. Después de las controvertidas accionesde resistencia civil organizadas a raíz de la elección presidencial de 2006, López Obrador ha recorrido toda la república en una permanente campaña de proselitismo político sin precedentes; también logró vencer los conflictos entre grupos y partidos que hoy apoyan su candidatura. Ha cambiado su discurso, sin perder los ejes centrales que lo han identificado desde que se perfiló por primera vez como candidato a la Presidencia: un nuevo modelo de desarrollo económico, con igualdad, con el combate a la corrupción, con austeridad republicana... la defensa de los pueblos indígenas... pero ahora se ha presentado en los medios electrónicos con un discurso conciliador, tratando de borrar la memoria de dichos y hechos rijosos del pasado.
El 15 de febrero terminaron las precampañas, se impondrán 45 días de silencio a los candidatos, en este periodo la contienda política seguirá adelante. ¿A quién beneficiará el periodo de abstinencia? En los próximos 45 días la cancha de juego queda cerrada para los jugadores electorales y en ella podrán merodear los gobiernos locales y el federal, los empresarios, la Iglesia católica y muchos más que, aun sin credenciales, influyen en el clima político.
sgomez@colmex.mx