A 10 años del campo de exterminio en Coahuila: ‘Patrocinio es una locura... no sé si me den mis piernas para continuar’

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En la Comarca Lagunera, a casi 800 kilómetros de distancia entre Teuchitlán, Jalisco, lugar donde fue hallado un campo de exterminio que ha cimbrado al país, a Silvia Ortiz le interesa que volteen a ver Patrocinio, el ejido de San Pedro de las Colonias donde hace 10 años el Grupo Vida de Torreón encontró también un sitio de exterminio, y donde es fecha que todavía no terminan de explorarlo.
“Que vean la locura que es Patrocinio. Acá es campo, es desierto, es cuatro, seis veces más grande”, comentó Ortiz, representante de Grupo Vida, colectivo en Coahuila que se ha dedicado la última década a hacer búsqueda en campos, ejidos, terrenos baldíos, ranchos, en el desierto.
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En la última búsqueda en Patrocinio, hace días, continuaron encontrando fragmentos óseos, pero también anillos, coronillas, esposas. Patrocinio, a una hora de camino de Torreón, es una zona donde en 2015, el Grupo Vida encontró fragmentos óseos carbonizados y donde a diferencia de otros predios, los restos están esparcidos en 64 hectáreas.
“Siguen saliendo restos... es aquí, acá, acá, es una locura”, repite Silvia Ortiz. “Todavía falta mucho por hacer. Estamos yendo unas ocho, 10 veces al año. Siento que me voy a volver loca. No hemos podido lograr que Patrocinio se haga chiquito. Sigue siendo Patrocinio como tal, o sea, la extensión territorial sigue siendo igual”, comentó.
Es tan grande y los hallazgos tan continuos cada que lo visitan, que hace 10 años los especialistas estimaron que tardarían 20 años en explorarlo por cuadrantes. Hace días les dijeron que se necesitarían cinco años más.

“Ahorita tengo 61 y en 15 años voy a tener 76 años. Ya estamos enseñándole a los hijos y a los nietos cómo se trabaja porque no sabemos si nos va a alcanzar la vida. Patrocinio ahí está. Patrocinio es una locura”, insiste Silvia Ortiz, madre de Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, desaparecida en noviembre de 2004 en Torreón.
En todo este tiempo, el colectivo ha encontrado miles de fragmentos óseos; tantos, que en algún momento las autoridades optaron mejor por pesarlos. Silvia Ortiz estimó que han acumulado una tonelada y media de restos óseos recuperados, y que según estudios científicos, un cuerpo humano en estas condiciones, calcinado, quemado, pesa de tres a tres kilos y medios.
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Ortiz recuerda que cuando estaba la Policía Federal Científica les referían haber encontrado los perfiles de 11 personas entre los restos de Patrocinio, pero nunca les precisaron información. Ahora que está operando el Centro Regional de Identificación Humana, han sabido de otras identificaciones.
“Sabemos que entregaron cuatro de Durango, entregaron a la hija de una compañera, entregaron a un notario de aquí. Sabemos que salieron de ahí de Patrocinio”, informó.

EL DESINTERÉS DE LA AUTORIDAD
Y al igual que en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, en Patrocinio también han encontrado ropa, zapatos, accesorios, mucho de ello, desestimado en un inicio por las autoridades.
“Encontramos mucha ropa y batallamos mucho para que se la llevaran. Las autoridades no se la querían llevar, decían ‘no, no, no. Es basura’. Batallamos, finalmente se la llevan, pero hay otra área en donde estaban muchos zapatos, tampoco se los llevaron y no se los llevaron. Ahorita ahí están. ‘Ay, es que esto es basura, señora’. No es basura, o sea, ¿por qué estás diciendo que es basura? Si estás en un lugar donde mataron a tanta gente, ¿por qué dices que es basura?”, relató la madre buscadora.
Ese desdén también lo vivió de altos funcionarios, como el exgobernador Rubén Moreira o el exfiscal Gerardo Márquez, quienes le aseguraban que su hija no estaba en esa zona y que por eso no tenía caso que realizara las búsquedas.
“Márquez me dijo: ‘¿Qué estás haciendo ahí? Ahí no está tu hija. Mi respuesta fue: ‘señor, ¿sabe qué? Lo que pasa es que usted no tiene idea de lo que es el dolor. Usted no lo sabe y yo sí. A diferencia de usted, yo sé lo que la señora siente, lo que ellas están sintiendo, por eso la necesidad de salir’. Y me dice: ‘Mira nada más, te estás deteriorando, Silvia, mira, vete, ya te viste. Vete, ahí no está tu hija’. Bueno, si usted dice que no está mi hija, usted sabe dónde está mi hija, dónde está mi hija. ‘No’, ah entonces déjeme hacer lo que estoy haciendo”.

En el caso del exgobernador y actual diputado federal, Rubén Moreira, inclusive alguna vez le sugirió buscar en el ejido Mala Noche de San Pedro. “¿Por qué me dijo ahí? Te pones a investigar, y ahí hay minas, no quiero pensar mal”.
Desde el hallazgo de Patrocinio hace 10 años, Grupo Vida ha encontrado otras zonas “positivas a restos óseos” o como las llama el Grupo Vida: zonas de exterminio. Siguieron otros predios en Santa Elena, San Antonio del Alto, Estación Claudio, San Antonio de Gurza, Simón Bolívar, Flores Magón, San Francisco Aguanaval, El Venado, El Volcán... En total, 27 zonas de exterminio en La Laguna, sitios donde han hallado restos óseos, la mayoría calcinados, carbonizados. Lugares donde se quemó a las personas.
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El camino es mucho y enfrente de él está el rezago de las autoridades, la falta de bancos genéticos homologados, por ejemplo, dice Silvia Ortiz.
“Seguimos trabajando, no sé cuánto pueda yo lograr trabajar con Patrocinio; hasta cuánto me den mis piernas y mis ojos para continuar. Y a las compañeras”.