`Creo que una amiga mía es cleptómana, no sé cómo deba actuar frente a una persona así.'

Opinión
/ 2 octubre 2015

QUERIDA ANA:

Tengo una amiga que creo que es cleptómana, me ha pedido blusas prestadas y no me las regresa, a otra amiga que tenemos en común le robó una cámara digital y nos enteramos que a su mamá le ha robado dinero. Ella tiene 25 años y un hijo de 2, es madre soltera.

Aparte de esto, miente con frecuencia en cuanto a su vida, inventó estudiar y tener un trabajo en el que supuestamente gana mucho dinero y sus amigas más cercanas sabemos que son mentiras.

Ya hemos intentado hablar con ella pero no nos dice nada, llora, y se justifica todo el tiempo, diciendo que ella no es culpable y que no tiene nada que ver con los hurtos, nosotras sabemos que sí es así.

Quisiera saber cómo le hago para hacer que ella confiese que ha robado, pues han sido cosas de valor y no se nos hace justo. Además, mintió a sus familiares, incluyendo a sus amigas como yo.

Ana, ¿cómo se debe actuar frente a una persona de estas características? ¿Está enferma?

LOURDES

QUERIDA LOURDES:

Al contrario de lo que se cree popularmente, un cleptómano no roba indiscriminadamente todo aquello que se encuentra, ni disfruta haciéndolo. La persona con cleptomanía siente inesperadamente el impulso de robar algo, que frecuentemente no tiene apenas valor monetario, ni le es de utilidad.

Ese impulso llega de forma inesperada, sin planearlo previamente, y resulta difícil de frenarlo para el enfermo. Eso provoca una ansiedad grande, que se torna en una sensación de satisfacción o relax una vez cometido el hurto.

Pero el cleptómano es consciente en todo momento de que robar es un delito, y de que lo que está haciendo no está bien, por lo que la euforia del momento desaparece rápidamente dando lugar a sentimientos de culpa, ansiedad y estados depresivos. Esto crea un ambiente muy tenso en torno al enfermo, que suele acabar repercutiendo muy negativamente en su vida social y familiar.

Los expertos clasifican la cleptomanía como un desorden de la voluntad, o de control de impulsos. Esto la emparenta directamente con otros males más frecuentes, como la ludopatía, o las tan temidas anorexia y bulimia. Por decirlo de alguna forma, este tipo de conductas constituyen una conducta adictiva, que no se quiere llevar a cabo racionalmente, pero con la que se obtiene un pequeño placer momentáneo.

Los estudios más recientes parecen sugerir una relación muy estrecha entre la cleptomanía y otros desórdenes de la voluntad. Al igual que como la anorexia y la bulimia, parece que la cleptomanía es más frecuente entre mujeres que entre hombres. El perfil medio del paciente con cleptomanía es una mujer de alrededor de 36 años de media, con una duración de la enfermedad de alrededor de 16 años, y llegando a casos de inicio a edades tan tempranas como los cinco años.

Como en el resto de desórdenes de voluntad, la cleptomanía puede reconocerse por algunos rasgos característicos: realización de los hurtos sin planificación previa, robar repetidamente objetos que no tienen ningún valor ni utilidad para quien los roba. Sentimiento de presión en aumento mientras se desarrolla el hurto, sentimiento de relax o liberación justo después de realizarlo. Y pena, culpa o depresión pasada la euforia inicial, ya que el enfermo es consciente en todo momento de que su actitud es delictiva. De que la ley no distingue entre robos comunes y robos por cleptomanía.

Es importante que asista a un terapeuta para dar con el punto exacto donde se origina su desorden y así poder seguir un tratamiento.

Es difícil darte una solución precisa al desorden de tu amiga ya que tendríamos que tomar en cuenta muchos rasgos de su personalidad y muchos factores de su entorno como nivel cultural, nivel socio-económico, saber el historial psico-clínico, accidentes, posibles complicaciones durante el parto cuando nació, tipo de educación académica, entorno familiar, creencias religiosas, etc.

Lo más viable para aconsejarte es que no la juzgues y mucho menos la sentencies o la taches de loca, platica con ella y en base a lo que tú la conoces y a lo que te diga que la invites a conducirse con verdad y si realmente lo que quieres es ayudarla y no solo quieres arrancarle una confesión: dile que no la vas reprender y que guardaras en secreto todo lo que te diga, a menos que ella te autorice.

Me platicas que cuando la "cuestionan" llora, bueno pues ahí tienes una prueba de que hay algo que causa su comportamiento quizá algo muy grave para ella que le acarrea dolor. Me parece que en vez de cuestionar debes tomar las cosas con paciencia, hacer que ella realmente pueda compartir contigo ese fondo de sufrimiento causado por "algo" que le es tan vergonzoso que se bloquea.

Si la quieres ayudar debes ser muy comprensiva, paciente y tolerante, ofrecerle tu mano con mucha bondad y tranquilidad y por muy escandaloso que sea su fondo nunca debes perturbarte frente a ella. Pero sí es recomendable que visite a un terapeuta.

Dile que es tu amiga y que la quieres tal cual ella es y el que robe o no, no va cambiar tus sentimientos para con ella.

ANA

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