Leyes de ayer, la estupidez de siempre

Opinión
/ 2 octubre 2015

La lógica judeocristiana nos ha llevado a acatar leyes absurdas, mientras que las que tienen valor pragmático, nos las pasamos por derroteros del urólogo

La lógica judeocristiana nos ha llevado a acatar las leyes más absurdas, mientras que las que tienen un verdadero valor pragmático, (no robarás, no matarás) nos las pasamos por los derroteros del urólogo.

Era yo apenas un niño cursando los primeros años de la educación primaria cuando me compartieron algunos de los segmentos bíblicos que rara vez se discuten en el catecismo:

Levítico 12,2-8: "Cuando una mujer conciba y tenga un hijo varón, quedará inmunda durante siete días; será inmunda como en el tiempo de sus reglas. permanecerá 33 días purificándose de su sangre. Pero si da a luz una niña, quedará inmunda dos semanas. y permanecerá 66 días purificándose.".

Levítico 15,19: "Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre. siete días estará apartada; y cualquiera que tocare en ella, será inmundo. 20 Y todo aquello sobre que ella se acostare (o sentare) será inmundo. 21 Y cualquiera que tocare á su cama. 22 También cualquiera que tocare cualquier mueble sobre que ella se hubiere sentado.. 23 Y si estuviere sobre la cama, ó sobre la silla en que ella se hubiere sentado será inmundo. lavará sus vestidos, y después de lavarse con agua, será inmundo hasta la tarde.24 Y si alguno durmiere con ella, y su menstruo fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama sobre que durmiere, será inmunda".

"¡Ah, psórale!", me dije en aquel entonces y me acuerdo bien porque aun es lo único que atino a articular cada vez que leo segmentos selectos como éste del libro más sagrado para esta porción de la humanidad.

La misma discreta interjección me asalta cuando me encuentro con otras gemas del pensamiento progresista:

Un legislador norteamericano por el Estado de Virginia, Ken Cuccinelli propuso penalizar ciertas prácticas sexuales, no obstante son -serios estudios estadísticos de por medio- de lo más populares.

El republicano (tenía que ser) propuso a una corte federal dar nueva vigencia al carácter penal de los llamados crímenes contra natura, para proscribir la sodomía, el felatio y -supongo- también el cunnilingus.

En términos llanos, chileros y pelones, el mentecato este pretende penalizar el sexo anal y oral.

Yo no sé si esto le merezca a usted un comentario o tan sólo poner una cara entre el azoro y el aturdimiento (como alzando las cejas, boca de felatio -precisamente- y un leve tic en el párpado izquierdo). A mí nomás me conmueve casi hasta las lágrimas.

Y no quiero averiguar qué experiencia o experiencias marcaron la vida de Cuccinelli al grado de buscar erradicar del vasto territorio norteamericano (con seguridad del mundo entero) dichas prácticas, aun si se dan en forma consensuada entre dos adultos, incluso si ocurren entre consortes.

Sucede que el representante legislativo las considera depravaciones, cuando -y aquí quiero ser enfático- lo cierto es que ¡cada quien! Cada quien sus cavidades y cada quien las atienda como mejor le plazca.

Incluso, en todo su derecho está usteda tener una opinión ultraconservadora al respecto y a considerar aberración cualquier acto sexual que no tenga como fin primero y último el engendramiento de un nuevo ser humano. Otra vez: ¡Cada quien!

Pero, molestar al máximo tribunal de una nación para que determine lo que pueden o no hacer dos -o más- personas con sus cuerpos en la más íntima expresión de su libertad (o la más libre expresión de su intimidad), como que son las meras ganas de molestar de una mente muy, muy ociosa o extraviada.

El diputado por Virginia sostiene -asegura- que tanto la sodomía como el sexo oral derivan luego en ataque sexuales contra menores de edad y a todos nos queda perfectísimamente clara la correlación entre unos y otros (¡¿?!).

Reconforta, anima un poco saber que nuestro México no concentra 100 por ciento del cascajo legislativo. Como podrá ver, en todos lados hay auténticos cretinos ocupando una curul.

Volveremos a hablar de los representantes populares en la siguiente entrega, cuando las neuronas estén de regreso -espero- de sus vacaciones (se les vio por última vez en Tijuana poniéndose hasta las chanclas). Hago votos porque traigan consigo ganas de hacer sinapsis.

petatiux@hotmail.com



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