De la idea a la práctica
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A quienes están en el sector público, sin duda, una lectura obligada de Salomón Chertorivski
Para los gobiernos, nada más práctico que una buena teoría.
Hace unas semanas comenzó la circulación del más reciente libro de Salomón Chertorivski, "De la Idea a la Práctica. Experiencias en Administración Pública" (2013, Conecta de Random House Mondadori, 173 pp.). Es un volumen de lectura sencilla (pero no por eso de ideas simples) que puede entenderse como guía o instructivo práctico de los primeros pasos y decisiones que deben tomarse dentro del sector público hasta el día en que se retire de esa arena.
Podrá ubicarse al autor por su reciente carrera en el sector público: Director General en DICONSA, Comisionado Nacional del Seguro Popular, Secretario de Salud del Gobierno Federal, Secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal. Vale la pena, además, conocerle a través de su experiencia y en la manera en la que se presenta su texto: entrelaza, sin enfadar, su paso por diversos cargos públicos con postulados teóricos (que conoce por sus estudios en Harvard y el ITAM) para destilar lo más significativo y útil para el lector.
Unas líneas que ofrece en las primeras páginas y que comienzan a delinear el valor de esta obra: "La producción de bibliografía académica sobre política pública actualmente es muy amplia y existen cientos de discusiones, debates académicos, bases de datos y revistas especializadas que contienen información relevante para abordar el estudio de cada sector. La experiencia que brinda un exhaustivo análisis de la bibliografía académica al líder puede ser un factor determinante para su buen desempeño" (pág. 34).
No es un libro de liderazgo, pero sí se identifica la importancia del mismo en una administración pública como la mexicana. Y eso es importante, porque luego lo que hay para estudiar se manufactura al norte del Río Bravo.
¿Por qué el libro? Hace tiempo que los gobiernos deben conformarse con perfiles diferentes al típico político. El populista de estereotipo clásico, aquél que solo busca la alegría de las masas, termina generando más problemas que soluciones. Pero, cuidado: el funcionario que no cree en los postulados básicos de la política termina ofreciendo soluciones irrealizables o que solo con calzador podrían quedar. Ahí la importancia de la obra.
Platican (no en el libro, sino en pasillos de las oficinas en Coahuila) de una ocasión en la que un grupo de vecinos buscaron a su Gobernador para pedirle apoyo contra los intentos de embargo de una hipotecaria. ¿La solución que el Gobernador escribió en una servilleta, como instrucciones a ejecutarse? Que a cargo del erario, esas familias volaran a la capital del País y se les pagara hospedaje y alimentos mientras se manifestaran frente a las oficinas centrales de la empresa.
Quienes dicen recordar la anécdota aclaran que (como ocurría con algunas de esas instrucciones improvisadas al calor del populismo) nadie voló a México. De alguna otra manera se les habrá apoyado. La historia, sin embargo, ilustra con precisión lo que podría hacerse con gobiernos timoneados por políticos a los que se les revuelve el estómago cuando ven a un técnico.
Pero cualquier extremo es malo. Mucho análisis es parálisis, advierten.
Claro que luego hay otros que ni políticos ni técnicos. Que están ahí por la suma de coyunturas, la obra de la casualidad. Se creen estadistas o ilustrados, creen ser aquella persona que les inventó una agencia de marketing. En fin.
En el libro de Chertorivski, en seis capítulos, quien se inicia en el campo encontrará los elementos esenciales para entender o ser gobierno. Los más avanzados tendrán en sus manos una síntesis imprescindible de teorías, corrientes y propuestas metodológicas. Ambos, como ya ha quedado destacado, podrán asomarse a la experiencia del autor y los testimonios de sus colaboradores.
Ya a detalle, incluso, identifico el esfuerzo del autor por amalgamar, desde la experiencia, una serie de propuestas que en los salones de clases siguen viéndose como elementos aislados. Desde la llegada del funcionario público, hasta el día en que se va, pasando por la construcción de la agenda y su equipo de trabajo y la innovación, estoy seguro que el lector puede llevarse un cúmulo de conocimiento comprobado.
A todos quienes están en el sector público, sin duda, una lectura obligada.