El rechinar de la rueda

Opinión
/ 2 octubre 2015
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¿Por qué aceitamos una rueda cuando rechina? Porque lo que hace más `ruido' es lo que nos llama la atención. Ahora imaginemos a alguien que no sabe nada de mecánica, y por no leer las instrucciones de un procedimiento toma una lata de agua, en lugar de aceite, y la arroja sobre la rueda

Daniel Kim señala que en algunas organizaciones multinacionales donde no todos son hablantes nativos del mismo idioma usan diagramas de arquetipos, con los elementos descritos en el idioma de cada participante, para deliberar sobre temas complejos. Aunque no entiendan las palabras de  los demás, entienden que todos ven estructuras comunes.

¿Qué significa  la palabra arquetipo? Este término proviene del vocablo griego arkhetypos que significa, "el principio de su especie"; es decir, representa un "modelo original". Los arquetipos se utilizan como una herramienta parar construir hipótesis acerca de las fuerzas que operan en todos los sistemas.

Es bien sabido que los escritores usan arquetipos porque saben que los lectores están familiarizados con ellos, ya que estos modelos hablan "a algo en la conciencia humana y provocan respuestas emocionales".

Por ejemplo, entendemos a qué nos referimos cuando hablamos de "Robin Hood", pues es el arquetipo del héroe que lucha en contra de los abusadores y está a favor de los pobres y la historia arquetípica de la caída de la gracia, sin duda es el relato bíblico de la expulsión de Adán y Eva del paraíso. También los arquetipos son esas figuras,  acciones patrones o diagramas que con solo verlos sabemos su significado.

Hoy comparto algunas ideas al respecto con ejemplos desarrollados por el  mencionado  Dr. Daniel Kim profesor de la prestigiada universidad MIT. (*)

Un arquetipo clásico

El Dr. Kim propone  la esta reflexión: "¿Por qué aceitamos la rueda cuando rechina? Porque lo que hace más "ruido" es lo que nos llama la atención. Ahora imaginemos a alguien que no sabe nada de mecánica, y por no leer las instrucciones de un procedimiento coge una lata de agua, en lugar de aceite, y la arroja sobre la rueda. Con gran alivio, nota que han cesado los rechinidos. Pero al poco tiempo el ruido se intensifica cuando el aire y el agua se combinan para crear herrumbre. Nuestro personaje, ignorando de nuevo las instrucciones recurre nuevamente a la lata para "solucionar" el problema, pues funcionó la última vez. Tal vez dedique el día entero a arrojar agua sobre todas las ruedas que rechinan que tiene a su cargo.  Al final algunas ruedas dejan de rechinar, por cierto, pues están cubiertas totalmente de óxido.

Supongamos que la "rueda que rechina" es un cliente - o un hijo, o cliente -  que pide a gritos mayor atención - . ¿Cómo sabemos si estamos aplicando agua o aceite cuando buscamos una solución?, ¿Es posible que en nuestro afán por aplacar sus gritos arrojemos aceite a las llamas y agua al óxido?

Casi toda decisión implica consecuencias de largo y de corto alcance, y a menudo ambas son diametralmente opuestas. En la mayoría de las ocasiones al aplicar una solución rápida que intenta "aliviar" el síntoma el problema se hace mucho mayor.

Problemas seguros

A menudo las personas comprenden las consecuencias negativas del arquetipo de las soluciones rápidas, pero igual las aplica porque la inacción (por eso inmediatamente queremos armar el rompecabezas sin leer las instrucciones) le resulta más inquietante que los efectos negativos demorados. Desde luego, el alivio es provisorio, de manera que el síntoma reaparece, a menudo peor que antes.

Esto es porque las consecuencias involuntarias se multiplican lentamente en un largo período de tiempo, y al principio pasan inadvertidas (como el óxido), aunque continúan acumulándose mientras se aplica reiteradamente la solución errónea.  Este fenómeno es muy frecuente, simplemente observe el desempeño del peor problema que sufre en la actualidad. Si hay pequeños triunfos y largos atascos, puede tratarse de una estructura de soluciones contraproducentes".

Saberse guiar

De ahí la importancia, entre otras cosas, de seguir las instrucciones, los procesos y las metodologías, a fin de no aplicar soluciones que finalmente son contraproducentes. Entonces para evitar caer en este arquetipo es conveniente seguir estos pasos:

1.-Tener conciencia de las consecuencias involuntarias, 2.- Reducir la frecuencia de la aplicación de la "solución", 3.- Encarar la raíz del problema en lugar de los síntomas y 4.- Seguir los procedimientos y sistemas que se encuentran sustentados y que generan soluciones  reales y al largo plazo, no para el día de mañana.

Paradojas de la vida

El mismo investigador relata el siguiente arquetipo denominado "límites del crecimiento": "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, era la época de la necedad ", escribió Charles Dickens en "Historia de dos ciudades", la vida nos presenta con frecuencia estas paradojas. Como estamos ocupados ganado dinero, tenemos poco tiempo para gastarlo.

Cuando disponemos de tiempo no disponemos de dinero. Una empresa en rápida expansión está tan ocupada en su crecimiento que no invierte sus ganancias en el desarrollo que necesitaría si su crecimiento se detendría.  Cuando el crecimiento se detiene, y resulta evidente que ciertas mejoras fundamentales podrían impulsarlo de nuevo, la empresa ya no dispone de dinero ni de personal.

Ojala pudiéramos prever el "peor de los tiempos" mientras vivimos "el mejor de los tiempos" reconocer esta paradoja puede ayudar tanto a personas como empresas a evitar la trampa de lo que podríamos denominar "la trampa de los límites del crecimiento". Lo cierto es que nunca crecemos sin barreras o límites. En todo aspecto de la vida, las pautas del crecimiento y las barreras o límites se combinan de diversas maneras (...) Si tenemos la sensación de habernos topado con un límite, barrera o pared, entonces podríamos decir que existe una situación de límites de crecimiento".

Bajo esta situación, cuando más nos empeñamos en superar las restricciones, mientras más nos esforzamos, más agravamos sus efectos.

Algunas soluciones

¿Que podemos hacerpara superar esta situación? En este caso se sugiere:

1.- Evitar repetir lo que ha dado resultado en el pasado. Resistir la tentación de invertir más en "lo que sabemos hacer", pues tal vez nuestra experiencia no se adecua la las nuevas realidades.

2.- Examinar si acaso los límites nos se encuentran dentro de nosotros, o son determinados por algún factor externo. En todo caso la solución se encuentra en algo que no vemos o es desconocido por nosotros. Hay que prestar atención al origen de las limitaciones.

3.- Conviene estar continuamente analizando las posibles limitaciones, y comprender que muchas de ellas en un principio son muy pequeñas y luego se tornan muy fuertes. En este sentido hay que entender que no podemos "eliminar" los límites, pero si tomar medidas para que a medida que crecemos también se incremente nuestra capacidad de manejar esas limitaciones.

4.- También se puede buscar otros recursos para alentar o sostener el crecimiento. Lo peor es insistir creciendo de la misma manera.

¡Aguas!

Cuidado en dar soluciones a los problemas sin analizar a profundidad las causas reales que los originan, pues podríamos caer en situaciones peores o más alarmantes.

Tal vez, si aprendemos a identificar estos arquetipos, podemos distinguir entre lo que significa un círculo viciosos de uno virtuoso, y entonces llegaríamos a comprender que, en  la mayoría de las ocasiones, las soluciones que damos a nuestros problemas, tanto en la vida personal, como profesional, no sería más que estar poniendo aceite al fuego, en lugar de agua, o bien continuar agravando un problema sin darnos cuenta.

Estas ideas bien podrían servir a los diputados y senadores ahora que intentan hacer las famosas reformas (algunas propuestas totalmente erróneas como gravar el ingreso y no el consumo). Pero esto es como pedirle fuego al mismísimo polo norte, pues pareciera que los arquetipos de nuestro Congreso tienen que ver más con el descrédito, el enriquecimiento personal y el desamor a México que con la excelencia y  todo aquello que los ciudadanos anhelamos para  que las nuevas generaciones tengan  un promisorio futuro.

¡Vaya si es cierto es que los problemas actuales provienen de soluciones anteriores!

Lic. Carlos R. Gutiérrez Aguilar
Programa Emprendedor
Tec de Monterrey Campus Saltillo    

Para saber más.
(*) ver "La Quinta Disciplina" de Peter Senge (http://jmonzo.net/blogeps/laquintadisciplinaenlapractica.pdf)

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