Abstenerse para ser demócratas
Este próximo 10 de abril por primera vez en la historia de México un presidente nos va a preguntar si queremos que se quede o que se vaya, y también por primera vez hay toda una campaña para que los mexicanos no salgamos a votar
De la misma manera en que a los niños les causa fascinación y risa hablar de ped**, pipí y popó, para los adultos hablar de esas cosas indica que te encuentras en un círculo de amigos de confianza. Así que hoy es día de entrar a ese círculo y escribir sobre algo que suena como popó y que tiene esas características, pero por primera vez lo haré de forma seria y pública. Resulta que estamos viviendo en una auténtica Kakistocracia morenista, o sea, en el gobierno de los peores, de los más incompetentes y cínicos; y esto solo puede ser posible cuando una democracia enferma y paulatinamente degenera en una oclocracia; un término que no hace mucho investigué y que ahora lo comparto.
Bueno, pues un tal Polibio, historiador griego que vivió 200 años antes de cristo, señalaba que “el reino se pierde por la tiranía, la aristocracia por la oligarquía y la democracia por el poder desenfrenado y violento de las masas”. Al referirse a la democracia señala que ahí las decisiones de gobierno son tomadas por el pueblo (ciudadanos) que legitima al gobernante (la representación mediante una elección). En contraparte, en la oclocracia las decisiones no las toma el pueblo electoralmente, sino la multitud (entendidos estos conceptos hoy en día, pueblo serían los ciudadanos y multitud un simple gentío).
Para Polibio la multitud, manipulada por algunos actores, decide sin información suficiente sobre lo que cree que le conviene. Traducido esto a nuestra actualidad sería algo como el gobierno del populacho, o sea, un régimen en el cual se muestra el debilitamiento del liderazgo de los políticos, teniendo estos que recoger las sugerencias de los más ignorantes de la sociedad con legitimidad ilusoria para mantenerse vigentes, es un régimen en el que el pueblo está tan poco informado y es tan manipulable, que cree en las “conferencias matutinas” y en que una consulta ciudadana es democrática. ¿Te suena familiar?
Este próximo 10 de abril por primera vez en la historia de México un presidente nos va a preguntar si queremos que se quede o que se vaya, y también por primera vez hay toda una campaña para que los mexicanos no salgamos a votar. Esto puede seguir siendo confuso para algunos, ya que el abstencionismo siempre se ha relacionado con la indiferencia, una enfermedad que va matando lentamente a la democracia. Sin embargo, si nuestra democracia ya está enferma. ¿no crees que en esta ocasión abstenerse a votar una consulta pueda ser considerado como la mejor participación ciudadana a favor de la democracia?
En resumen, una kakistocracia no se consigue de la noche a la mañana, sino que depende en gran medida de cuando los oclocráticos legitiman a los peores y dominan el espíritu general de un pueblo.
Así que las preguntas a hacernos deben ser: ¿Se debe someter a juicio el poder que proviene de la voluntad ciudadana?,¿qué tipo de personas queremos ser?, ¿demócratas u oclocráticos?; ¿ciudadanos o una simple multitud?