Ni abstemio, ni ebrio: ¿qué significa estar ‘casi sobrio’?
La designación soberish, a veces también denominada “sobriedad curiosa”, se ha puesto de moda en Estados Unidos y en otros países.
Por: Emily Schmall
En un intento de llegar a más personas, los expertos han adoptado este enfoque. Aseguran que es mejor reducir al menos un poco el consumo de alcohol, que no hacerlo en absoluto.
Un día del año pasado, Christine Mosley se despertó con el tipo de resaca que inspira a la autoevaluación. Ese día decidió que no volvería a beber nunca más.
Pocos días después, Mosley, de 31 años, se encontró con un cóctel en la mano. Al menos para ella, dijo, “en realidad no es tan sencillo”.
Más recientemente, Mosley, directora de mercadeo empresarial en San Francisco, ha intentado estar no totalmente sobria, sino “soberish” o “casi sobria”, reduciendo su consumo de alcohol y prestando más atención a sus efectos sobre su estado de ánimo y salud.
“Quiero hacer hincapié en el casi: no practicar la abstinencia absoluta, sino aumentar el número de días sin beber”, dijo.
La designación soberish, a veces también denominada “sobriedad curiosa”, se ha puesto de moda en Estados Unidos y en otros países a medida que se conocen mejor los riesgos del alcohol para la salud. Estar “casi sobrio” puede significar beber con más atención, beber menos o evitar totalmente el alcohol pero no otras drogas. En las fiestas, la gente suele recurrir a las bebidas carbonatadas y las cervezas sin alcohol, y cada vez hay más personas que utilizan aplicaciones que les ayudan a controlar y reducir su consumo de alcohol.
La idea se ha popularizado gracias a pódcasts confesionales como Soberish Uprising y a cuentas de redes sociales que abogan por un estilo de vida más sobrio.
Una de ellas está dirigida por Katie Nessel, una ama de casa de Seattle con dos hijos, que abrió la cuenta en 2022 tras darse cuenta de que había empezado a “esperar con impaciencia esa copa de las 5 p.m.”.
Nessel no intenta evitar el alcohol por completo, y tampoco cree que sus más de 200.000 seguidores deban hacerlo. Pero le gusta publicar recetas de cócteles de baja graduación y enlaces a estudios sobre los riesgos del alcohol para la salud.
“La dura realidad es que la sobriedad total no será un éxito para quien solo quiera reducir su consumo”, dijo. “Ese enfoque de todo o nada significa que la mayoría de la gente no hará nada y seguirá bebiendo durante mucho tiempo”.
‘Casi sobrio’ vs. sobrio
El creciente consenso científico sugiere que ninguna cantidad de alcohol es buena para ti y que incluso pequeñas cantidades pueden hacerte daño.
La abstinencia es más saludable que beber un poco, a pesar de que algunos médicos llevan años pregonando los beneficios del consumo moderado de alcohol.
Y para los pacientes con un trastorno grave por consumo de alcohol, la sobriedad puede ser el único modo de evitar las ansias, dijo Barbara Wood, especialista en adicciones de Rockville, Maryland. Estas consecuencias pueden incluir la pérdida del trabajo, las relaciones y el interés por los hijos o las aficiones.
“Si su sistema de recompensas está tan organizado en torno a la buena sensación que les da el alcohol, será más difícil contener ese impulso de beber”, dijo Wood.
Incluso para algunas personas a quienes no se les ha diagnosticado un trastorno por consumo de alcohol, la sobriedad simplemente funciona mejor. Entre ellas está Dawn Murray, bibliotecaria de una escuela secundaria de San Luis, quien empezó a beber la mayoría de los días laborables durante la pandemia de COVID-19.
A Murray, de 43 años, no le gustaba el efecto que el alcohol tenía sobre ella. Empeoraba los síntomas de sus enfermedades autoinmunes y de la artritis, y le afectaba el sueño. También se despertaba con una ansiedad agudizada por la resaca que ella llamaba “ansiedad de resaca”.
Durante un tiempo, Murray probó el estilo de vida soberish. Se sumergió en libros y pódcasts sobre “dejar de beber”, empezó a hacer pesas cinco días a la semana y se suscribió a Reframe, una aplicación que ayuda a reducir el consumo de alcohol.
Pero cuando tomaba una copa, seguía agravando los síntomas de sus enfermedades. Una noche del pasado agosto, al despertarse con dolor en el abdomen, se hizo una pregunta.
“¿Por qué sigo bebiendo? Es un veneno”, dijo. “Estaba agotada. Ya no tenía sentido”.
Desde entonces no ha vuelto a beber.
Estar ‘casi sobrio’ puede reducir los daños
Los funcionarios de salud pública llevan mucho tiempo defendiendo la sobriedad como el mejor antídoto contra el problema de la bebida. Sin embargo, aunque cada vez se conocen mejor las desventajas del alcohol, algunos expertos han llegado a la conclusión de que ese planteamiento podría no funcionar bien para los millones de personas que no son adictas al alcohol o que solo presentan uno o dos síntomas de trastorno por consumo de alcohol, como la dificultad para limitar la cantidad que beben o los atracones ocasionales.
En un intento de llegar a quien puede no querer o no necesitar dejar de beber, los expertos han adoptado cada vez más un enfoque de reducción de daños, afirmando que es mejor al menos reducir un poco que no hacerlo en absoluto.
“Es bueno pensar más allá de los dos estados de embriaguez o abstinencia por siempre”, dijo Keith Humphreys, experto en política de drogas de la Universidad de Stanford.
En los últimos años ha aumentado el consumo de alcohol y, con él, las enfermedades y muertes relacionadas con ese hábito. Entre 1999 y 2020, las muertes por alcohol en Estados Unidos aumentaron más del doble, según un análisis de datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los expertos dicen que incluso los pequeños cambios pueden ayudar.
Recientemente, algunos estudios han encontrado que las personas que reducen su consumo de alcohol o se emborrachan menos a menudo experimentan un descenso de la presión arterial, una mejora de la función hepática y una mejor calidad de vida. Los bebedores empedernidos pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular si moderan su consumo de alcohol. Un pequeño estudio demostró que también mejoraban los síntomas de ansiedad.
Humphreys compara el enfoque soberish con la forma en que muchos médicos piensan sobre la pérdida de peso: “una ligera disminución sigue siendo un beneficio, y está bien aspirar a ello, en lugar del objetivo potencialmente desmoralizador de ‘tengo que conseguir la perfección enseguida’”.
Para algunas personas, el enfoque de reducción de daños ha funcionado bien.
Cuando Kayla Lyons intentó por primera vez cambiar su propia relación con el alcohol, trató de mantenerse completamente sobria. Por aquel entonces, su vida se desmoronaba como consecuencia del consumo de alcohol y del ansiolítico Klonopin, dijo.
A los 23 años ingresó en Alcohólicos Anónimos. El programa la ayudó mucho, dijo, e incluso se tatuó el símbolo de la organización en el antebrazo. Pero al cabo de dos años, decidió que quería buscar otros métodos de recuperación.
“AA me salvó la vida”, dijo. “Pero no creo que nada en la vida sea binario”.
Desde entonces, ha oscilado entre moderar su consumo de alcohol y dejar de beber por completo. A veces, dijo, toma microdosis de psilocibina.
Le ha funcionado. En 2023, Lyons también publicó una guía autobiográfica para beber menos. La tituló Soberish.