Accidentes viales; debe disminuir su letalidad

“Es fundamental que los países (de América Latina) implementen medidas que hagan que las calles y carreteras sean más seguras no solo para los ocupantes de coches, sino también para los usuarios más vulnerables como peatones, ciclistas, y motociclistas. Los usuarios vulnerables responden por la mayor proporción de muertes y lesiones en los países de bajo y mediano ingreso en la Región”.

La expresión anterior corresponde a un llamado que ha realizado la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para reducir el número de víctimas producido por los accidentes automovilísticos. El llamado se ubica en línea con los compromisos adoptados por las naciones integrantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para reducir, en 50 por ciento, las defunciones y traumatismos causados por las colisiones de tránsito antes del año 2030.

Al respecto, el director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha dicho que “la seguridad vial nos afecta a todos. Todos los días salimos de nuestras casas y usamos las carreteras para ir a trabajar y a la escuela y para satisfacer nuestras necesidades diarias. Sin embargo, nuestros sistemas de transporte continúan siendo demasiado peligrosos”.

Por ello, ha urgido a las naciones integrantes de la OMS a tomar medidas al respecto, pues “nadie debería fallecer en la carretera. La movilidad del futuro debe promover la salud y el bienestar, proteger el medio ambiente y beneficiar a todas las personas”.

El apunte viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, de acuerdo con el cual el número de decesos provocados por accidentes viales en Coahuila se ha incrementado casi en 50 por ciento durante el primer semestre del año en comparación con el mismo período de 2022.

De acuerdo con los datos entregados por la Fiscalía General de Coahuila al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), nuestra entidad registró, en la primera mitad de este año, 153 percances viales, en carreteras y calles de sus ciudades, los cuales arrojaron 188 víctimas fatales. En comparación, de enero a junio de 2022, la Fiscalía reportó 128 víctimas mortales de accidentes de tránsito.

La pregunta importante en torno a estas cifras es: ¿pueden prevenirse las muertes y lesiones derivadas de accidentes de tránsito?

La respuesta es sí. Pero ello no será objeto de la casualidad, sino el resultado natural de una serie de medidas diseñadas a instrumentadas por las autoridades, que atiendan las causas fundamentales detrás de los percances: uso de alcohol y drogas al conducir, falta de pericia de los conductos y malas condiciones de las unidades automotrices.

Decenas de personas están muriendo en las calles y carreteras de Coahuila debido, sobre todo, a las causas señaladas. Muchas de ellas podrían salvarse mediante la aplicación de políticas que garanticen su seguridad. Cabría esperar que no haga falta seguir reseñando muertes para que dichas políticas se pongan en práctica.