Ante repunte, certificado de vacunación, bajo análisis
Ante este nuevo repunte de contagios por COVID-19 en Coahuila, las autoridades sanitarias de la entidad ya analizan la implementación de un certificado de vacunación.
Esta medida, de acuerdo a lo planteado, sería necesaria para poder acceder a lugares cerrados, como lo son restaurantes, bares, comercios, bancos, centros comerciales, estadios, entre otros.
Esta opción fue considerada ayer por el secretario de Salud, Roberto Bernal como una medida para frenar los contagios.
La propuesta no es una idea que haya surgido recientemente, incluso desde julio del año pasado, el gobernador Miguel Riquelme adelantó que ya estudiaban implementarla.
La exigencia de esta especie de “pasaporte sanitario”, es una estrategia que se ha implementado en otros países y que en el pasado ha permitido la realización de eventos masivos como conciertos y encuentros deportivos. Ahora, se pretendería evitar que personas sin vacunar estén a merced de la nueva variante y así frenar la transmisión del virus.
Si bien la experiencia nos ha marcado que estos nuevos contagios no han representado casos graves que lleven a la hospitalización, cortar las cadenas de propagación evitaría que, en una escenario pesimista, los servicios médicos puedan ser rebasados.
En julio del año pasado, en este mismo espacio se planteó que la implementación de este requisito genera un cuestionamiento importante: ¿qué va a pasar con las personas que no se han vacunado porque no quieren hacerlo?
La pregunta sigue siendo relevante porque chocan dos derechos fundamentales: de un lado, el derecho que tienen cada persona a decidir libremente si quiere ser vacunada o no y, del otro, la necesidad de no poner en riesgo la salud de quienes conviven con quien no se ha vacunado.
Este debate ya lo estamos viendo en algunos países. Tal es el caso de Francia, en donde el presidente Emmanuel Macron cuestionó fuertemente a quienes no han querido vacunarse.
“Tengo muchas ganas de molestarlos. Y así lo seguiremos haciendo, hasta el final. Esa es la estrategia”, dijo el Presidente francés en referencia a la actitud que llevarán contra los no vacunados.
Para evitar actitudes tan radicales como la adoptada por Macron, será necesario que se desarrollen protocolos para la implementación de esta medida, en donde se encuentre un punto medio que coadyuve en controlar los contagios, pero también que se respete la decisión de no vacunarse.
En esa misma línea resulta toral que se insista en aportar información científica comprobada para vencer la resistencia de quienes han decidido no inmunizarse, y evidencie los riesgos individuales y colectivos de ejercer la libertad personal en esta forma.