Cambio climático y pobreza
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Las lluvias recientes y los calores tan tremendos que hemos tenido en la ciudad, y en el país, no hacen más que llevarnos directamente a pensar en el cambio climático y cómo nos está afectando. Ya no es un asunto del futuro, es de hoy porque hay consecuencias de suma importancia para los que menos tienen y que son una mayoría importante en este país. Para los que tenemos poco, también es importante porque nos va a dejar casi sin nada de dinero.
Un estudio reciente de la Organización de las Naciones Unidas dice que el cambio climático incrementará la pobreza en el mundo en un 300 por ciento en los siguientes 20 años. Vale la pena mencionar las razones de este dato tan contundente y sus consecuencias únicamente para el caso de México, para el resto del mundo, ya habrá tiempo de analizarlo posteriormente.
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En primer lugar, la falta de agua generará sequías tan severas en varias partes del país, sobre todo en el norte, que datos aislados mencionan que un 20 por ciento de los agricultores nacionales ya no podrán trabajar sus tierras y en consecuencia tendrán que emigrar. El estudio señala que los más vulnerables serán las personas de la tercera edad que, no teniendo una pensión adecuada, al irse a vivir a otro lado, sus pocos ingresos se verán mermados por los costos de vida más elevados que privan en las ciudades.
En segundo lugar, al haber menos posibilidades de trabajar el campo, los alimentos incrementarán sus precios de manera importante, pulverizando el ingreso de los que menos ganan y afectando doblemente a los que viven en zonas rurales donde por definición el costo de los productos es más caro por el transporte. Además, dejarán de cultivarse productos en territorio nacional que tendrán que ser importados para poder cumplir con la demanda nacional. Sin embargo, como esto que pasa en México, también pasará en otros países, es muy probable que las importaciones sean sumamente caras y las puedan pagar solo unos cuantos. De esta forma, la alimentación precaria será el común denominador de los más pobres que por lo mismo, sufrirán más enfermedades por mala alimentación. Del colapso del sistema de salud de la Dinamarca mexicana, mejor ni hablar.
En tercer lugar, el cambio climático está obligando a utilizar más recursos a todos los países, sobre todo energía. Los apagones que se están teniendo en México son muestra de este argumento. Ante las elevadas temperaturas que se están viviendo en todo el mundo, la utilización de energía eléctrica se incrementó en nuestro país un 30 por ciento para impulsar los aires acondicionados y poder tener mejores temperaturas, aunque no sin llevar al máximo el sistema eléctrico a tal grado que ya hay apagones programados. Sin embargo, en Chetumal (Quintana Roo), la tarifa de energía eléctrica aumentó un 20 por ciento porque está fuera de las regiones que reciben el subsidio otorgado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En esa ciudad, las temperaturas están llegando todos los días por arriba de los 40 grados, por lo que hasta las familias de menos recursos tienen que pagar más de su ingreso a la CFE para sobrellevar el calor. En consecuencia, tienen menos dinero para todo lo demás continuando con el empobrecimiento.
En México ya se incrementó la temperatura promedio en 1.7 grados Celsius, arriba del 1.5 que se tenía como límite para poder revertir los efectos del cambio climático de acuerdo a los expertos. Nuestro país junto con la India son los dos países más vulnerables ante cambios en la temperatura según los estudios nacionales tanto de la UNAM y otras universidades como de organismos internacionales. Como ejemplo de esta vulnerabilidad, ya en Tabasco hay dos pueblos que están bajo las aguas del Golfo de México, con lo que estas pérdidas significan para sus pobladores. En este mismo orden de ideas, bajo el calentamiento global, la pesca se vuelve una actividad peligrosa. Se ha demostrado que los peces que son susceptibles a la temperatura, cuando el agua se calienta, tienden a irse más lejos de la costa, a aguas más profundas que son más frescas. Por esto, los pescadores tienen que viajar mayores distancias que los ponen mar adentro y que, con las embarcaciones actuales, eso es un riesgo de muerte. También hay que mencionar que los pescadores, al recorrer mayores distancias en el mar, necesitan más combustible y que además está más caro, cada día encareciendo esta actividad. Algunos datos sugieren que se perderá en los siguientes 10 años, cuando menos un 20 por ciento de los volúmenes de pesca actual por la razón anterior, entre otras tantas.
En México apenas estamos empezando a sentir los primeros efectos del cambio climático. Las zonas secas se harán más secas y en las zonas donde llueve tendrán todavía más lluvias, ocasionando desastres naturales de mayor envergadura. Tan solo este año, ya ha dicho el centro de meteorología norteamericana que tendremos un año récord en huracanes en el hemisferio occidental. Observe lo siguiente, el costo del agua potable para tomar embotellada ha subido en los últimos 12 meses un 30 por ciento promedio a nivel nacional. Tomar agua de la red pública sería peligroso en varias partes del país porque se desconoce si está totalmente purificada. Otro golpe para los que menos tienen, que tendrán que pagar cada vez más de su ingreso por un derecho humano tan simple como poder mitigar la sed. Eso es el cambio climático y eso es lo que nos está costando.
Recientemente todos los mexicanos estamos sintiendo la ola de calor en plena primavera, imagine lo que será el verano. El cambio climático nos está haciendo gastar más recursos; más agua, más electricidad, más protección contra el sol, por mencionar solo algunos. El gobierno ahora sí o sí tendrá que invertir en una infraestructura que no podrá postergar porque las personas la necesitan al igual que las empresas. Ese gasto pondrá presión sobre unas finanzas públicas que ya de por sí están algo limitadas, ¿de dónde saldrá el dinero?, ¿más impuestos, más préstamos? Por estos argumentos es que el cambio climático nos hará más pobres, sea como sea tendremos que pagar el precio del descuido humano en relación con el medio ambiente. No se sabe cómo vamos a hacer frente a esta situación que hasta hoy el gobierno federal la ha tratado como si fuera a ocurrir en 100 años. Solo para soportar el calor, la sed, no desarrollar cáncer de piel y tener qué comer, tendremos que pagar más, mucho más porque pensamos que el futuro distópico no llegaría y ya está aquí causando un daño económico sin precedentes, haciéndonos más pobres. Al menos eso dicen los otros datos.