‘Checo’ Pérez debió penalizar
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Fue una terrible omisión de Red Bull no sacarle provecho a la peor clasificación de Sergio Pérez en la temporada, para minimizar riesgos y penalizar. Con el coche que tienen, daba igual salir 13 que 18; después, si fallaba el monoplaza era otra cosa, pero la lógica no imperó en la escudería austriaca.
Así como los pilotos hablan de minimizar daños cuando salen del fondo de la parrilla, las escuderías deben minimizar riesgos. No fue el fin de semana para “Checo”. Canadá es una pista en la que no le va bien al tapatío; pocos puntos y muchos problemas. A Pérez, desde el viernes, se le vio desconfiado con el coche y quizá con él mismo, desconfianza que tuvo su clímax en la calificación. Sergio frenó 20 metros más tarde, perdiendo el RB18, que quedó clavado en las vallas protegidas con Tech Pro. Partiría del lugar 13; la remontada era viable, muy viable. Red Bull decidió sustituir algunas piezas de la caja de cambios, pero aun así falló.
No caigamos otra vez en teorías de conspiración, ni complots armados contra el mexicano, no las hay. ¿Cómo pensar que una escudería haga todo para que uno de sus coches no termine una carrera? No hay lógica ahí, pero la omisión sí es responsabilidad de Red Bull. Debieron sacarle provecho al error de “Checo” y, de una vez, cambiar todo lo que debía cambiarse, penalizar de una vez. Si con todo eso se venía el DNF, no quedaba en ellos; al final, los “fierros” no tienen palabra de honor.
Y es una pena que este campeonato se vaya definiendo más por saber cuántos coches de Ferrari y cuántos de Red Bull terminan cada carrera, a la competencia en pista. Porque la promesa que hizo la Federación Internacional de Automovilismo de que este año, con los mayores cambios de configuración en cuatro décadas de historia de la Fórmula 1, traería mayor competencia entre más equipos, no ha funcionado... No hasta ahora.
En lugar de eso, vemos a una escudería Mercedes buscando echar atrás el reglamento, sólo porque se quedaron atrás en el desarrollo, mientras los que sí hicieron su chamba y que aún sufren del marsopeo, buscan más soluciones desde sus fábricas.
Se terminaron ya nueve fechas del campeonato y ojalá la tendencia no dicte que el monarca se va a definir solamente por los coches que acaben la carrera. Las dos semanas de descanso, antes de llegar a Silverstone, seguro darán mucho de qué hablar. La silly season ya empezó y a los rumores de pilotos, agréguenle los de las escuderías que pujan por echar atrás una normativa, y otros que quieren que se cumpla, a los ojos de una FIA que tendrá que tomar una decisión que vaya en beneficio de la sana competencia.