Coahuila S.A. existe, papelito habla
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“Un Estado que no procura la justicia no es más que una banda de malhechores”: León Tolstói
El 8 de febrero de 2023, VANGUARDIA publicó esta columna bajo el título, “Coahuila S.A.”. A manera de conclusión, señalé entonces lo siguiente, cito: “Les presento a Coahuila S.A. En esta empresa no importa la democracia ni la transparencia. Las reglas son claras, aunque no sean las señaladas en la Constitución o en sus leyes secundarias. Aquí manda el Director General en consultas con el Presidente del Consejo de Administración. Algunos otros actores tienen asiento en el Consejo. Se les permite opinar y a veces votar, pero no tienen derecho a veto. Suelen ser los ex gobernadores o los patriarcas de las familias más acaudaladas de Saltillo y Torreón. Por más que quieran, las élites de las regiones Centro y Norte, no juegan en esas ligas. A ellos les toca aportar, ganar en proporción y sólo en su jurisdicción”.
Añadí entonces: “Así es Coahuila S.A., empresa cuyo presidente del Consejo de Administración se llama Rubén Moreira Valdez, su Director General, ya de salida, responde al nombre de Miguel Riquelme, cuenta con treinta y ocho subsidiarias de disparejo tamaño, y tres divisiones de negocio. Dentro de la empresa todos ganan, claro está, algunos más que otros. Los que estamos fuera de la empresa nada más nos toca pagar. Algunos pensamos que nos corresponde señalar entuertos y protestar abusos, en público o en privado; otros deciden mirar a otro lado y seguir con su vida”.
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Cuando escribí esas líneas, jamás me hubiera imaginado que, a la vuelta de los meses, a menos de un año de distancia, un papelito me daría la razón y se expondría públicamente una prueba documental, para quien quiera leerla. Resulta que, para conservar su mayoría accionaria en el negocio y la posición de Director General de la empresa, el Presidente del Consejo, es decir, Rubén Moreira, convocó a los accionistas minoritarios a un acuerdo. Se repartirían prebendas a cambio de sumisión. Siendo empresa particular y funcionando como tal, pusieron los acuerdos por escrito y los firmaron; por supuesto, no pudieron notarizarlos, supongo que la fe pública no aplica cuando parte del botín a repartir son las propias notarías públicas.
El acuerdo aparece firmado por el Presidente del Consejo, Rubén Moreira, por el entonces aspirante a y hoy Director General, Manolo Jiménez. Los accionistas mayoritarios invitaron al Presidente de su holding, Alito Moreno, que, a estas alturas, la holding ya es mucho más débil que Coahuila S.A. Pero como sigue siendo dueño de la marca, algún valor ha de tener su firma.
Por su parte, los accionistas minoritarios con alguna remota posibilidad de competir por la Dirección General, comparecieron con el Presidente de su corporativo, Marko Cortés. La subsidiaria PAN Coahuila es prácticamente inexistente, sus directivos prefirieron fortalecer sus finanzas particulares y dejaron a la deriva a su empresa, fieles al refrán que dice: Empresa pobre, empresarios ricos.
El documento, ya circula en redes a resultas de un supuesto “desencuentro” entre Cortés y Manolo Jiménez. La cosa está muy rara. Muchas preguntas rondan en el aire. Lo restos del PAN coahuilense apoyan a Manolo, dejan muy a las claras que, en Coahuila el PRI es dueño del PAN desde que compró las acciones, no hay forma de revertir esa compra-venta.
Si los accionistas locales no están reclamando nada, ¿Qué mueve al Presidente nacional del PAN a romper con Manolo? Pongamos en contexto el desencuentro: Tenemos en puerta una elección presidencial, la renovación del Legislativo federal, varias gubernaturas y cientos de alcaldías. La República está dividida en 32 parcelas, una de ellas, Coahuila, pinta muy poco electoralmente en el padrón nacional. Marko Cortés no ataca a Rubén Moreira, Presidente del Consejo de Administración de Coahuila S.A., ni a Alito Moreno, ellos tampoco atacan a Marko, las respuestas del Director General, Manolo, son tan ligeras que parecen seguir un guion pre-convenido.
Se puede entender que Manolo, Director General de Coahuila S.A., decida no competir en la puja por las acciones de México S.A. 2024. Sobre todo, porque el Presidente de la República ya palomeó un presupuesto histórico para Coahuila. No es nada nuevo bajo el sol. El PRI coahuilense, que ganó las locales de 1999, 2005, 2011 y 2017, perdió las federales en 2000, 2006, 2012 y 2018. Entiendo el silencio de Rubén y Alito, con su bien conocido colmillo parecen meros espectadores de algo que quizá planearon de común acuerdo con Marko. Quizá sólo se trate de Marko haciendo berrinche para exigir que le paguen sus servicios.
Haya sido como haya sido, amigas y amigos, ciudadanos, queda muy claro que lo que fue una acusación al aire en 2023, hoy podemos respaldarla con una prueba documental contundente.
En Coahuila son lo de menos su voto, su opinión y la ley. El Consejo de Administración de Coahuila S.A. es el que manda. En sus negras tripas todo se negocia, la justicia, la fe pública, la transparencia, los registros civiles, la gestión de educación pública y de la Universidad. Ahí se nombran jueces y magistrados, sin que importe su incompetencia. La empresa particular Coahuila S.A., existe, ya lo sabíamos, hoy tenemos la evidencia.
X: @chuyramirezr