Cocinar con amor en Navidad
Pareciera que la vida en navidad toma otro sentido. La intención cambia, los sentimientos de nostalgia, el frío que nos muestra el calor. Los árboles invernales con dejos del otoño antecesor.
Estos entretonos grises y colores que se quedan grabados en la memoria. Fuera del consumismo, qué eso no es el valor real de estas fechas.
Las intenciones, el amor, la gratitud y la esa cena navideña que nos indica que la mesa es este lugar vibrante dónde también se hace el amor.
El proceso de cocina de cualquier clase social es motivo real y esperanzador para las familias y amistades congregadas. El valor de los que cocinan que saben que con esa cena se celebra la natividad. El nuevo nacimiento que no solo habla de Jesús. Habla de nuestro nuevo renacer para el año venidero. Los adornos en la mesa, el horno que expide olores qué llegan al hipotálamo creando endorfinas, llenas de esferas luminosas que nos permiten sentirnos felices. La sidra, los vinos de festejos espumosos, el brindis... Todo al rededor de la mesa.
Este poderoso artefacto que baja una energía superior, como un mensaje del Arcángel San Gabriel anunciando las bendiciones de Dios a quienes se encuentran ahí. Este centro de poder comunal, que comparte, que expande, que sirve de consuelo, que une y da. Así de importante es.
Pongamos en ella lo que hay, siempre con benevolencia y alegría, gratitud y amor. Brindemos por lo que tenemos, no por lo que deseamos tener. Hagamos una ensalada de bendiciones y acompañemos al plato fuerte de la familia y el delicioso postre de la amistad y todos aquellos derivados de la gracia divina.
En ese rectángulo, cuadrado o circulo se extiende una luz, un foco tonal dónde el eco resuena profundo, el imperio de la mesa es el único que no caerá .
Éste “invento” creado 3000 años a.c. —dicen que por los egipcios—, es el más usado a través de todos los tiempos. El valor de la mesa reposa en su historia, en todo lo que habla y todas las gratas experiencias. Digamos que la mesa es un anecdotario que está vivo y en evolución. La mesa es sagrada.
Ella también se viste de gala y la Navidad es una de sus fechas preferidas. Ponla bonita, ponle alimentos y vid, ponle amor y tu mejor sazón.