Consumir drogas, ¿es
inocuo en adolescentes?

Opinión
/ 7 julio 2022

Que los menores de edad consuman alcohol, cigarrillos o drogas ilegales es un problema serio. Si no somos capaces de reaccionar ante ello, la realidad nos pasará una cara factura

De acuerdo con un estudio realizado por la investigadora Bárbara de los Ángeles Pérez Pedraza, de la Facultad de Psicología, de la Universidad Autónoma de Coahuila, los estudiantes de preparatoria de dicha casa de estudios no consideran que el consumo de cigarrillos, alcohol y drogas pueda constituir un problema.

El resultado del estudio es a cual más preocupante, pues estamos hablando de la forma en la cual se percibe el consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales por parte de individuos que son mayoritariamente menores de edad.

De acuerdo con el reporte que publicamos en esta edición, la investigadora aplicó un cuestionario a dos grupos de preparatorianos separados por una variable clave: los integrantes de uno de ellos reportaron abuso en el consumo de drogas y los de un segundo dijeron no consumirlas o hacerlo de forma moderada.

Los primeros aseguraron no creer que el consumo de tales sustancias -combinadas incluso con alcohol- puedan conducirles a tener problemas escolares o laborales; los segundos dijeron no considerar al consumo de alcohol y tabaco un problema social.

Ya de entrada, el hecho de que un grupo de adolescentes, es decir, de menores de edad, declare que realiza un uso “abusivo” de drogas ilegales tendría que disparar todas las alarmas. Porque lo que esto quiere decir es que hemos fracasado en toda línea en la tarea de inculcar a nuestros hijos hábitos sanos.

Pero más allá de ello, los resultados del citado estudio parecen dejar claro que la sociedad de nuestros días ha ido demasiado lejos en la idea de considerar parte de las libertades personales el consumo de sustancias tóxicas.

Es cierto que instituciones como la Suprema Corte de Justicia de la Nación han dicho que el derecho a la libre recreación de la personalidad implica la posibilidad de realizar prácticas que son nocivas, tales como consumir marihuana, una droga que, para todo efecto práctico, sigue siendo ilegal.

Sin embargo, el pronunciamiento que a este respecto ha realizado la Corte se circunscribe exclusivamente a las decisiones que pueden tomar las personas mayores de edad, es decir, quienes tienen la capacidad legal para hacerse responsables de sus propios actos.

Que los menores de 18 años consuman tabaco, alcohol y drogas es un hecho que contraviene las leyes pero, sobre todo, es una realidad que atenta contra su sano desarrollo, en el sentido más amplio del término.

Y cuando un estudio como el de la doctora Pérez Pedraza nos revela que, entre los adolescentes preparatorianos no solamente existe una alta incidencia en el consumo de drogas, sino que se ha construido una suerte de “idea de inocuidad” alrededor de estas sustancias, todos deberíamos preocuparnos.

No se trata, desde luego, de instaurar una idea moralista alrededor del alcohol, el tabaco y las drogas, sino de advertir que el consumo de estas sustancias durante la adolescencia constituye un problema de salud pública que a todos nos pasará la factura si no reaccionamos a tiempo.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM