De paloma a equis: La transformación de Twitter

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Hace algo menos de un año Elon Musk se ofreció a comprar Twitter por 44 mil millones de dólares.
Tras meses de dimes y diretes, el multimillonario acabó haciéndose con la red social, y desde entonces ha tomado un buen montón de decisiones polémicas.
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Las suaves curvas de la paloma “tuitera” se convirtieron en un logotipo rígido como una tachadura; las dos líneas inclinadas y cruzadas.
Hay quejas de los usuarios porque siguen las mentiras, las falsas noticias y los mensajes de odio en esa plataforma de comunicación lacónica y veloz. El signo de multiplicar anuncia mayor cantidad, olvidando calidad.
Se espera una filtración que no deje pasar mugre moral para que no acabe convirtiéndose en un resumidero de inmundicias, cancelando su gran potencia de comunicación valiosa y humanizante.
DE ROSTROS A FOTOS
Puede haber una técnica de desprestigio, de burla, de descalificación sin necesidad de palabras. Basta la habilidad fotográfica de sorprender gestos de aburrimiento, de desfachatez, de estupidez, de enojo o de susto en algunos personajes de la política contemporánea. Se publican subrayando los peores momentos de jefes de Estado o de candidatos a puestos de elección.
No hablemos de los fotomontajes que, además de fisonomías, añaden todas las complementaciones gráficas que exhiban ridiculez y provoquen menosprecio.
La fuerza de la imagen hace que la foto presente lo peor de las gesticulaciones posibles para denunciar actitudes supuestas, que acaban siendo tomadas como reales y constantes.
DE DISCURSO A VERBORREA
Lo ha dicho en forma elocuente Fernando Buen Abad.
Vienen sus expresiones de observación, en los videos argentinos, Javier Milei, de la agrupación de derecha “La Libertad Avanza”, fue el candidato presidencial más votado en las elecciones en Argentina.
Patilludo su rostro invadido, alborotado su pelo hirsuto, acompaña sus palabras con una gesticulación sobreactuada. Surge la “moda discursiva”, los “episodios de palabrería” salpicada de datos técnicos y estadísticos, inyectado todo con “falsa iracundia”, en estilo “energúmeno”. Aparece un “histrionismo ridículo” con “furia moralista” de individualismo subrayado.
Ganó Milei. Gobernará. Trae consigo esa ruidosa aureola de dramatismo irritado que necesita adversario para polemizar.
Esperemos que no subraye geometrías sino logre concertaciones para vencer las injusticias que con tanta valentía denuncia y forme hasta un gobierno no partidista, sino de coalición.
DE JUVENTUD A MADUREZ
Están conversando en la refresquería.
“Oigan está muy bien eso de las nuevas materias de estudio”, comenta Raúl enderezando su portafolios.
Teresa aprieta su collar de madera y opina: “A mí me está gustando eso de desarrollar talento, trabajar en equipo, con empatía y proactividad y resiliencia estudiantil.
Eso de aumentar la energía, mejorar la eficiencia, la capacidad de concentración, la reducción de ansiedad”.
Interrumpe Esteban: “En mi universidad se le está dando importancia a la creatividad, a la innovación, al liderazgo, a la colaboración, a la sostenibilidad, al autoconocimiento, al humanismo, a la autogestión y al equilibrio personal”.
“Yo pago lo de todos”, ofrece Francisco, “me siento muy a gusto al oír esas buenas noticias”. Empuña la mano para despedirse de cada uno, de trompada manual. Cumple su palabra y va a la caja a pagar...