El año más feminicida (y las cifras opuestas del Gobierno)

Opinión
/ 23 enero 2022

Este jueves pasado, en Palacio Nacional, se dio a conocer un informe sobre la seguridad que guarda la nación, o si usted prefiere, un reporte sobre el combate a la inseguridad, tal como sucede cada mes, pero en esta ocasión resultaba más relevante, ya que se daría a conocer un balance anual, el del 2021. Durante la conferencia mañanera del Presidente, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, reveló un documento que tiene 92 páginas y que aborda muchos temas (incidencia delictiva, decomisos, despliegue de fuerzas, etcétera). Me concentro en esta columna en un solo problema, que nos retrata como país: el de las mujeres víctimas de feminicidio.

Lo primero que me llamó la atención, en las cifras sobre ese delito, son las divergencias entre los datos que expuso la Secretaria contra los números del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Los de Rosa Icela Rodríguez (https://bit.ly/33GS15V) son peores que los expuestos por el Secretariado (https://bit.ly/3FOTIen), que está encabezado por Leonel Cota Montaño, exgobernador de Baja California Sur por el PRD y el PT.

Esto es muy grave, porque los datos de incidencia delictiva del Secretariado, que provienen de las procuradurías o fiscalías estatales, son las cifras públicas fundamentales para analizar los problemas de inseguridad y trazar estrategias para su combate. ¿Están siendo maquillados los números, están siendo filtrados, desvirtuados, minimizados por los hombres de Cota, Ángel Pedraza López (secretario ejecutivo adjunto) y Ángel Pérez Esparza (titular del Centro Nacional de Información)? ¿O por los fiscales y ellos?
¿O por alguien más? ¿Para qué? ¿Para minimizar la inseguridad y beneficiar a los gobiernos federal y estatales?

Si no son pifias ni imprecisiones, errores humanos, y si esto sucede con dolo, es muy grave, porque son facultades del Sistema Nacional de Seguridad Pública “establecer y controlar bases de datos criminalísticos y de personal” para “contar con servicios de información efectivos en el combate a la delincuencia y la corrupción”. La estrategia de seguridad debería sustentarse en esas cifras.

¿Otro pleito en el gabinete? ¿Acaso la secretaria Rosa Icela Rodríguez tiene números más certeros y quiere exhibir a Cota y los suyos, y de paso a los fiscales del País? O por el contrario, ¿la secretaria y su gente tienen cifras erróneas, eso que llamamos “otros datos”, que se acomodan al gusto político del mes en Palacio Nacional?

La secretaria informó el jueves que durante 2021 se perpetraron mil 004 feminicidios. Tenemos un incontrolable país macho. El Secretariado dará a conocer sus cifras de diciembre del 2021 hasta el martes 25 de enero, pero podemos cruzar datos de ambas fuentes hasta noviembre: el documento exhibido en Palacio Nacional da cuenta de 925 feminicidios de enero a noviembre, mientras que el Secretariado enumera, en el mismo periodo... 887.

Usted me dirá que 38 feminicidios menos no son tantos y yo le digo que son muchísimos para una estadística porque ¿todos los datos de delitos están así, subestimados en un lado y magnificados en otro? Y el problema no es sólo el total, sino el diferendo hormiga: en todos los meses difieren, salvo en enero del 2021, cuando ambas fuentes reportaron 76 feminicidios. Por ejemplo, en marzo la secretaria da 101 feminicidios y el Secretariado 97; en mayo 108 contra 102; en julio 71 contra 67; agosto 111 contra 108, y así sucesivamente.

¿Qué nadie revisa, verifica y confirma los datos en un lado y otro? ¿Cómo podemos confiar en la veracidad de todos los datos provenientes del gobierno federal y las fiscalías estatales? Si se trata de errores sin dolo en un tema tan delicado, muy mal; si hay manipulación de datos, peor...

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