El Partido Conservador Mexicano
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Aquí hemos dicho en otras entregas de la justa aspiración de un sector de nuestra sociedad por un partido conservador acorde a sus intereses, convicciones religiosas y sus inclinaciones políticas. De hecho, mientras exista la iglesia católica en México siempre habrá el anhelo conservador en este País. Se trata del sector social que está en contra del laicismo, del aborto, de la propiedad pública, del socialismo, del Estado interventor, del ejido, los sindicatos, de los contratos colectivos y el colectivismo. Nos guste o no son un sector de la sociedad con plenos derechos políticos, económicos y sociales del México actual.
De hecho, nunca ha existido un partido conservador organizado, pues los conservadores que lucharon contra los liberales en la guerra de Reforma no estaban constituidos como un partido político, pero sus ideales siempre han existido en ese sector de la élite económica, religiosa, intelectual y académica desde entonces y hasta la fecha, como los panistas exgobernadores y exlegisladores que se reunieron en San Lázaro para exigir el cambio de estatutos en el Partido Acción Nacional (PAN), un partido en plena degradación política e ideológica pues sus alianzas con el PRD y el PRI lo han llevado a un ecumenismo desastroso y marginal, como sucede hoy al PAN-Coahuila.
Es la mejor época posible para fundar un partido conservador teniendo como base a los inconformes del PAN, los seguidores de Claudio X. González, los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, mujeres como Lilly Téllez, Margarita Zavala, Kenia López, Mariana Gómez del Campo y Elba Esther Gordillo; intelectuales como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, María Amparo Casar, Jorge Castañeda, Luis Carlos Ugalde; exministros como José Ramón Cossío y un amplio sector del Poder Judicial, el apoyo de todos los órganos constitucionales autónomos como el INE, Inegi, Ifetel, CNDH, INAI, Cofece y Banco de México; miembros de la sociedad civil como María Elena Morera e Isabel Miranda de Wallace; dirigentes como Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Germán Martínez, Manuel Espino; líderes religiosos como Onésimo Cepeda y Juan Sandoval Iñiguez; periodistas como Joaquín López-Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín, José Cárdenas, académicos del ITAM, UNAM, el CIDE, Escuela Libre de Derecho, el apoyo patronal de Coparmex, Canacintra y el Consejo Coordinador Empresarial
Partidos conservadores los hay muy exitosos en el mundo, de mucha tradición y prestigio, como el Partido Conservador inglés, el de Canadá, Nueva Zelanda, Dinamarca, el de Sudáfrica, el Likud de
Israel y el Partido Conservador Colombiano. Dijimos que es la mejor época para fundar el Partido
Conservador Mexicano porque aglutinaría con toda facilidad a los oponentes de Andrés Manuel López Obrador y de Morena. Diariamente tendrían al Presidente como su mejor publicista.
Y es que en México hay amplios sectores de la sociedad que están en contra de las políticas de AMLO y la 4T, como son la de “Abrazos no balazos”, Tren Maya, las mañaneras, la militarización, el asedio migrante, la inseguridad, el manejo de la pandemia, la desaparición de fideicomisos, el presupuesto 2022, la austeridad y la reforma energética. Y Diego Fernández de Cevallos sería el nuevo Lucas Alamán que dé vida al nuevo Partido Conservador Mexicano que tiene todo el derecho de nacer, aunque a muchos nos parezca mala idea.