El paternalismo gubernamental
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El paternalismo del actual gobierno supera al de los anteriores. Sin embargo, es necesario entender este concepto. El paternalismo se puede ejercer solamente en un contexto autoritario. El paternalismo es la versión emocional de los líderes autoritarios que buscan generar dependencia manipulando el agradecimiento de los beneficiarios de los programas de asistencia social.
Hoy vemos una acumulación de poder con fines electorales y la herramienta más efectiva para lograrlo es a través de ejercer el paternalismo, regalando dinero –no por altruismo, sino para generar dependencia– que garantice la manipulación del voto en las próximas elecciones.
Por tanto, el paternalismo se ejerce generando públicamente la percepción de protección y pretendiendo aparentar generosidad. Así es como el presidente López Obrador mantiene la popularidad que hoy ostenta... comprando el apoyo popular para acumular poder y así blindar la permanencia de sus proyectos personales a través de dejar a sus corcholatas incondicionales en el poder cuando él acabe su sexenio.
Lo opuesto al paternalismo manipulador es la autoridad moral, la cual persigue como objetivo enriquecer la vida democrática. Por tanto, lo opuesto a la democracia es el paternalismo manipulador.
Sin embargo, debemos reconocer que dentro de la idiosincrasia mexicana existe una gran predisposición para dejarse seducir por caudillos paternalistas y autoritarios a cambio de dádivas.
Aun así, debemos reconocer que este modelo de manipulación social y política –insertado en el populismo– no lo creó el presidente López Obrador, ni Morena, sino el viejo PRI de mitad del siglo XX, que tuvo su apogeo en la época del populista presidente Luis Echeverría.
Sin embargo, el modelo asistencialista del PRI era más discreto y además, muy institucional, pues descansaba en la imagen del partido, el PRI. En cambio, hoy el mérito se abona a la generosidad del Presidente.
En resumen... ¿A dónde irán los recursos obtenidos por la extinción de los fideicomisos, los ahorros de la pobreza franciscana de este gobierno –que ha disminuido programas de salud, educación y otros–, así como otros medios de financiamiento como la lucha contra la corrupción?
Quizá todo vaya a dar a los programas de asistencia social, lo cual se reflejará en los votos a favor de Morena en las próximas elecciones.
Don Francisco Ibarra López
A los 90 años de edad murió don Francisco Ibarra López, gran amigo, un pilar de la radio en México, fundador y presidente de Grupo ACIR y uno de los fundadores de la Academia Mexicana de la Comunicación A.C. (Q.E.P.D.)
El lenguaje presidencial
Las inferencias que acostumbra a practicar el Presidente de la República son el sustento de las etiquetas peyorativas que éste acostumbra a utilizar para denostar y lastimar la reputación de quienes disienten de sus opiniones. El lenguaje presidencial ha llevado a la política mexicana a utilizar agresiones verbales. Recordemos lo externado en la mañanera; “Racistas, cretinos y clasistas”, que son algunos de los adjetivos calificativos en contra de quienes ejercemos nuestro legítimo derecho a oponernos a la reforma electoral que pretende destruir al INE para controlar —en beneficio de su partido y su proyecto político— las elecciones.
Por otro lado, la canción “Rata de dos patas” con la que los diputados de la oposición “festejaron” el cumpleaños del Presidente, habla de la degradación de la política y la investidura presidencial. Sin embargo, aplica la máxima popular de “el que se lleva... se aguanta”. ¿A usted qué le parece?