El textil desde la resistencia y la memoria
La lucha por la conservación de la memoria en el textil me lleva a las Arpilleras Chilenas, que fueron aquellas representaciones textiles hechas por mujeres durante la dictadura de Pinochet
Hace días, mi hijo investigó sobre Sonia Delaunay. Una de sus primeras preguntas era porqué en la enciclopedia de arte que tenemos en casa, no la mencionaban, pero sí a su esposo Robert. Le expliqué de manera sencilla la invisibilidad que han vivido muchas mujeres a lo largo del tiempo, no solo en las artes. A pesar de que ella trabajó en sus textiles hasta los 95 años y fue la primera mujer a la que se le honraba con una exposición en el Museo de Louvre, sigue siendo minorizada frente a los “grandes maestros de la vanguardia”.
Otro caso que me viene a la mente es el mural que recién borraron de la Escuela de Artes Plásticas, realizado por dos artistas contemporáneas, Lilette Jamieson y Larisa Escobedo, quienes fueron fundamentales al igual que otras maestras para la formación de dicha Licenciatura. Sin entrar en detalles, me parece que necesitamos hablar en voz alta sobre memoria que nos pertenece, salir en defensa del patrimonio cultural.
La lucha por la conservación de la memoria en el textil me lleva a las Arpilleras Chilenas, que fueron aquellas representaciones textiles hechas por mujeres durante la dictadura de Pinochet, cuando se organizaban las comunidades de protección y defensa de las víctimas de violaciones a los derechos humanos. En ellas podemos ver reflexión, denuncia, testimonios, memoria y resistencia que se difundió más allá de las fronteras chilenas.
En este mes, el colectivo Mottainai.ZGZ realiza en Zaragoza España, la VII edición de Hilaku Encuentro Internacional Textil, que este año tiene por título MEMORIA. Desde el amor al textil se habla “del pasado y del futuro. Con el hilo de la memoria que permea a toda la historia de la humanidad y nos entreteje creando comunidad”, como lo menciona la artista colombiana Mercy Rojas, una de las fundadoras del colectivo y del encuentro. La base del eco-feminismo arropa a Hilaku año con año.
La colectiva Mottainai.ZGZ está conformado por artistas textiles e investigadoras de diferentes nacionalidades, las cuales gestionan y promueven este Encuentro anual que nació en 2017. Llevan a cabo acciones de investigación, recuperación, transmisión de saberes textiles, actividades socioculturales, comunitarias y de cooperación transfronteriza.
Cada año, el título del encuentro cambia, basándose en temas que resuenan a nivel internacional, como por ejemplo “suavidad y violencia”, “mutaciones”, “equilibrio”, entre otros. En esta ocasión la memoria toma su lugar y 60 artistas de Latinoamérica y Europa fueron seleccionadas para conformar sus diferentes eventos: exposición internacional, salón de Artista invitada, exposición internacional en línea, salón de muñecas de artista, laboratorio de obra urbana, talleres sobre narrativa textil en escuelas primarias -tanto para alumnes como para profesorado-, conversatorios presenciales y virtuales, así como el III Seminario Internacional sobre Ámbitos de intervención del Arte Textil.
Algo muy importante del encuentro es que tiene una visión principalmente feminista y comunitaria, abierto no solo a artistas textiles sino a toda la gente que quiera participar. Además, toda la curaduría que hacen de los salones es comunitaria, es decir, no la decide un curador, sino que entre todas las artistas participantes deciden cómo quieren que el salón quede. De igual manera, las artistas participantes tienen el poder de decisión sobre el tema, salones, eventos etc. quieren plantear para la siguiente edición.
Resignificar la memoria desde el textil es hablar desde el gesto, desde el cuerpo, desde la forma de ralentizar el tiempo a través de la práctica, desde la utilización de telas donadas, heredadas, encontradas o de nuestros seres queridos fallecidos, desde hablar del pasado y el transcurso del tiempo. Para usted, ¿qué debemos defender desde la memoria?