En cincuenta años pasa todo, cada mes, cada semana, cada día, cada experiencia. Y aquí estamos algunos aún
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“Y así de simple, ya pasaron 50 años desde el año 1974.” La imagen es de una mujer canosa, vestida al estilo hippie, en una recámara de muchos colores y posters de músicos del tiempo. Vi otra publicación que dice algo como, “Ojo, tu abuela usó minifalda y shorts cacheteros. Se adornaba con aretes largos y collares de cuentas. Usaba botas de plataforma y andaba sin brasier. Tú puedes ser todo lo ‘cool’ que creas, pero jamás le llegarás a lo ‘cool’ que era tu abuela.” La semana pasada mis compañeros de preparatoria estuvieron en la reunión del aniversario número 50 de nuestra graduación. ¡50! Nos hemos preguntado a dónde se han ido tantos años, y ciertamente la respuesta no es sencilla. El tiempo pasó. Ni más ni menos. Cada uno de nosotros hemos tenido nuestras vidas. Carreras, éxitos, hijos, pérdidas, satisfacciones, frustraciones, dificultades, nietos, y tantas otras cosas que forman una vida o muchas, vidas que han durado ya 68 años. Sesenta y ocho años los que aún permanecemos en esta Tierra.
Observo las diferencias en la ideología y valores, en el estilo de vida, en creencias y en gustos que tenemos. A pesar de haber pasado por sucesos históricos y movimientos sociales (el asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam, violencia racial, el liberalismo, el movimiento hippie, y la mejor música de la historia de la humanidad) hemos resultado en una variedad de convicciones y expresiones. Veo a algunos como fieles representantes de la generación de nuestros padres, mientras que otros se perdieron en la fantasía de libertad más allá de estructuras, y otros que en realidad parecen haber dado un salto a pensamientos e ideas más libres sin perderse en el sinsentido de la vida. Bueno, eso veo yo.
Me pregunto si en la reunión de 50 años del aniversario de graduación de preparatoria de mis hijos, ellos se mirarán entre sí y observarán la evidencia de la variedad de opciones de vida que han tomado todos. Me parece que ya lo hacen de hecho. Y eso, para mí, es suficiente para decir que cuando hablamos de una generación cualquiera, no podemos ni debemos generalizar.