Gobernanza en acción: Una red de personas tejida con hilos de oro

Opinión
/ 16 febrero 2025

Para quienes nos apasiona caminar en territorios en los que se construye el bien común, conocer a seres humanos con propósitos superiores es una delicia

Cuando confluimos dos personas para reflexionar sobre temas de construcción social se inicia el camino de la gobernanza. Para quienes nos apasiona caminar en territorios en los que se construye el bien común, conocer a seres humanos con propósitos superiores es una delicia. Ciertamente, uno de los hechos evidentes es que una persona así lleva a personas similares en una red que, aunque no lleve nombre ni sea oficial, es de un tejido de hilos de oro.

El martes pasado conocí a don Andrés García Guajardo, senderista saltillense muy respetable. Me escribió: “Lo sigo en sus escritos en VANGUARDIA con mucho interés en el tema del turismo comunitario. Encabezo una asociación llamada De Santiago a Santiago A.C. y estamos a punto de iniciar una ruta entre Santiago, Nuevo León y Saltillo, Coahuila (antiguo Santiago del Saltillo). La idea es que se genere una derrama económica en las comunidades del tránsito. Alojamiento, alimentos, venta de artículos, lavado de prendas, guías, etc. Este camino se inaugurará el próximo marzo, después de la presentación de un libro sobre el mismo, en Santiago (en la Feria Santiago Lee) y después en Saltillo. Deseamos invitarlo como presentador de este libro”. Compartiendo un desayuno con él ese martes, me sorprendió el nivel de compromiso social de un ingeniero de 80 años y de voz particular.

TE PUEDE INTERESAR: Otra más de Trump: Excluir a los nativos del continente americano

Conocer a un hombre que sigue caminando en los senderos del bien común, me representa la oportunidad de saber de manera vívida que no se nos puede etiquetar a los adultos mayores como personas que estamos fuera del círculo productivo. Hablando en términos de circularidad, personas como don Andrés son ejemplo de la inserción de personas notables en la construcción social, aun en los 80 años luego de haber sido un catedrático universitario de ingeniería.

Me obsequió el libro “De Santiago a Santiago. Poesía para el Camino”, del autor Mario Méndez, argentino-mexicano que ha sido compañero de andanzas de don Andrés, incluyendo el Camino de Santiago de Compostela en España. Tendré el privilegio de presentarlo en las instalaciones de una vieja fábrica de textiles en el centro histórico de Santiago, Nuevo León, el próximo 1 de marzo.

Desde hace décadas estoy cierto de que las expresiones del arte están vinculadas con la conciencia ciudadana sobre su hábitat. En 1997 me publicaron el libro de poemas “Anacahuita”, prologado por Andrés Huerta, en uno de ellos escribí: “A dónde irá el caminante / con paso alegre y gentil, / el porte recio y galante / y el deseo en el pretil. / ¿A dónde irá el caminante? / el agua te lo dirá... / En su espejo fascinante, / dichosa responderá”. Y esos caminantes que son don Andrés García Guajardo y don Mario Méndez, (al que pronto conoceré, pues él radica en la ciudad de Monterrey), me representan ejemplos claros de la gobernanza en acción.

Don Andrés me obsequió también un libro iluminador, me refiero a “El Quijote. Ayer, Hoy y Siempre. En 100 Cápsulas”. Su autor, un prominente humanista lagunero, radica en Torreón, así que don Andrés me facilitó el contacto de su amigo el licenciado, diría yo, Maestro con mayúscula, Juan Antonio García Villa, con quien desayuné en un lugar colindante al Instituto de la Cultura de esa ciudad, acompañado por Jorge Gidi, joven empresario de las tecnologías.

La conversación sabia de don Juan Antonio es memorable porque, a partir de la figura de Magda Briones Navarro y de la idea de desarrollar un encuentro biocultural con su nombre, fueron sucediéndose en la charla personas que deben involucrarse para que este ejercicio de resignificación de la Comarca Lagunera sea posible. Don Juan Antonio García Villa es un ícono en la región y está vigente a través de sus editoriales, mismos que comparte generosamente. Ustedes comprenderán la razón por la que escribí inicialmente sobre una red de personas tejida con hilos de oro.

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM