Hombre en la valla... (2)

Opinión
/ 18 marzo 2024

Me gusta mi fama. Siempre bien merecida. No aquí, sino en todo el país donde afortunadamente me conocen, me leen y me he presentado. Lo sigo haciendo. ¿Existo en Internet? Ja. No. Soy real y al hacerlo pido o exijo eso: nada de selfies, nada de transmisión “en vivo y en tiempo real”, nada de eso del mundillo virtual. Cuando no lo pueden cumplir, sencillamente no voy. Tengo claro lo mío y mi apuesta de vida.

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Soy una “persona” y usted lo sabe, la etimología es eso, “existo, hablo por mí mismo”. Cito de memoria, no consultando la marabunta de Internet: “Per-So-Nae”: hablo, sueno por mí mismo. ¿Y las “mujeres”? Es un eufemismo, pues, que se manifiestan y gritan cada “8M”. ¿Son personas? ¿Por qué embozarse, por qué imitar a la mujer de Lot: no nombre, no identidad; la nada? Dice un poeta maldito, el cual no me gusta del todo, pero lo leo y lo releo con pasión franciscana, Charles Baudelaire, en un verso majestuoso:

“...el odio es el tonel;

La venganza sin tino, de rojos brazos yertos...”.

La verdad, eso se me hacen las patéticas manifestaciones del “8M”. Es aquello del viejo poeta, al cual ninguna de ellas han leído, William Shakespeare (al menos deberían de ver todos los capítulos de las series y programas de Roberto Gómez Bolaño, sí, el pequeño Shakespeare, “Chespirito”): dijo el poeta, “ser o no ser, esa es la cuestión”. “Un día de furia” (sí una película clásica protagonizada por Michael Douglas) es el “8M”, pero al día siguiente.... “un día sin ellas”. Caray, qué patetismo. ¿Son o no son?

¿Por qué debemos de tolerar estas conductas delictivas tipificado lo anterior como pandillerismo? Lo escribí en el texto pasado: viejo socarrón y cínico el cual buceó en las profundidades del espíritu y la miseria humana, José Saramago conocía a la perfección la Biblia y sus múltiples libros y códigos. No es gratuito entonces lo siguiente: en su “Ensayo Sobre la Ceguera” todos sus personajes son impersonales, no tienen nombre, son “no name”. Al no tener nombre, sólo son cifras, datos... legión. La nada. Como las mujeres de la Biblia. Varias.

Saramago tomó como referencia, claro, el primer ejemplo histórico del sojuzgamiento y vasallaje de la mujer hacia el hombre. Es la famosa “Mujer de Lot” en la Biblia. Lot era el varón, ¿y su mujer? Era la mujer “de”. De aquí entonces en la novela de Saramago no hay nombres propios y sí desfilan “el perro de las lágrimas”, “la mujer del médico” (¿Lo nota verdad?), “la chica de las gafas oscuras”, “el viejo de la venda negra”, “el niño estrábico”... ¿Y si quemamos públicamente todo José Saramago por atentar en contra de las “mujeres” y eso llamado “equidad de género”?

Tengo una propuesta para las “mujeres”, las cuales son “neo entes”, ni hombres ni mujeres (no son binarios, dicen), sino eso, algo amorfo, una cosa: “neo entes”. Les propongo, amén de gritar, quemar hartos libros. Muchos, demasiados. Entre ellos, todos los que hablen mal de las “mujeres” y que no estén a tono con eso llamado “equidad de género”. La lista es larga, pero podemos iniciar por quemar toda la música de... “Cri Cri”.

ESQUINA-BAJAN

Caray, usted se sabe todas letras del inigualable Francisco Gabilondo Soler. Una de ellas es “La Muñeca Fea”. Es decir, la mujer fea. Su cara, como “está llena de hollín”, sí, como Cenicienta, tiznada de ceniza; se siente fea, llega un ratón (signo de la inmundicia plena) y le dice en los versos:

“Te quiere la escoba y el recogedor,

Te quiere el plumero y el sacudidor.

Te quiere la araña y el viejo veliz...”.

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¿Qué es entonces una mujer, una muñeca fea? Pues eso, condenada a lo que dice el gran “Cri Cri”. ¿Y si quemamos todas las canciones y si nadie más las canta y si nadie más las recuerda por no contener eso llamado hoy “equidad de género”? La pura estupidez. No resisto las ganas de otro ejemplo de buena música y letras del genial “Cri Cri”, ejemplo que luego retomaron dos sabios: Julio Torri y Juan José Arreola (ojo, exijo que igual, las feministas del “8M” quemen toda su obra públicamente).

La tonada es “El Ropavejero”. El tipo va por la calle comprando y vendiendo de todo, incluyendo....

“¡Periódicos viejos!

Tiliches chamuscados...

Comadres chismosas

Cotorras latosas...”.

¿Qué son las mujeres? “Cotorras latosas”. Caray, deberíamos quemar, proscribir y satanizar a “Cri Cri”. Pero... es el mismo texto muy bien desarrollado por dos genios, uno nuestro, el saltillense Julio Torri y claro, Juan José Arreola en uno de sus textos perfectos de “La Feria”. El ácido Luis Carlos Plata escribió en ensayo pretérito: las “(mujeres) salen a las calles, las toman, incluso las intervienen (o maltratan, según se vea y elija el verbo en consecuencia), hacen travesuras...”.

LETRAS MINÚSCULAS

“...Y regresan a casa”. ¿Y qué quiere la niña Esther de la tonada “Métete Teté”? “Un príncipe azul”. Pero sólo “pasan morenos / y uno que otro gandul”. ¡Ja! ¿Racismo? Este ya no es mi mundo... Falta un texto más. No se lo pierda.

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