La hipótesis detrás de la reforma judicial: Yunes Márquez y Barreda, en el juego del oficialismo

Opinión
/ 16 septiembre 2024

Por Gerardo Lozano Dubernard

El pasado martes y la madrugada del miércoles tuvimos la oportunidad de presenciar la discusión de la reforma constitucional del Poder Judicial en la Cámara de Senadores. Como se esperaba fue sumamente intensa y prolongada por las numerosas opiniones expresadas; las de la oposición coincidentes en que si se requiere una reforma judicial, pero no ésta, cuestionando la prisa en su aprobación; sin embargo, todos los argumentos resultaron estériles; un “too late” de la senadora Mícher evidenció la consigna de aprobarla en los términos presentados, no se le modificó ni una coma.

Dos hechos inesperados sucedieron mientras se llevaba a cabo la discusión de la reforma que le significaron dos votos menos a la oposición que pudieron haber cambiado el resultado y le agregaron una dosis de irritación e incertidumbre a este proceso por la forma tan inverosímil en que se presentaron o como se pretendieron justificar, lo que provocó una enorme duda sobre una indebida intervención del Estado para garantizarse los votos necesarios para aprobarla, ahí donde la eficacia somete a los principios.

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El primero a cargo del senador del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien unos días antes había hecho un compromiso público de votar en contra para después mantenerse incomunicado con su bancada, lo que anticipaba un cambio en el sentido de su voto. Éste, pidió licencia ante la presencia de una “muy inoportuna” dolencia física, por lo que su padre Yunes Linares, su suplente −un político muy curtido en estas lides−, una vez protestado el cargo asumió su defensa y la de su hijo ante su grupo parlamentario utilizando el ataque, sólo para que unas horas después, este último asumiera nuevamente el cargo, confirmando su voto a favor, lo que fue visto como una traición a los panistas, a la oposición y a los millones de mexicanos que no estaban de acuerdo con esta reforma. Su argumento, votar en libertad y en congruencia con “sus principios”. Aquí entonces cabría preguntar qué opinarán los veracruzanos que confiaron y votaron por él siendo panista, a los que evidentemente no consideró. Muchos se lo reclamarán, porque se sienten traicionados.

El segundo protagonizado por un senador suplente de MC, Daniel Barreda, quien “supuestamente” se encontraba detenido junto con su padre en Campeche. Durante horas no se supo nada de él. Hay versiones que señalan que el senador se trasladó de la Ciudad de México a Campeche porque su padre fue detenido en la madrugada del martes. Posteriormente y cerca de la media noche, aparecieron juntos en una conferencia de prensa, confirmando lo anterior.

Parece que a nadie de su bancada le avisó lo que le estaba sucediendo, tampoco de su traslado a Campeche, manteniéndose inexplicablemente incomunicado, lo que provocó gran alboroto y fuertes reclamos en el Senado. Su actuar en un momento definitorio para la aprobación de tan importante reforma parece poco racional y de una gran irresponsabilidad, ya que lo lógico y elemental era haberse comunicado de inmediato con su bancada en búsqueda de apoyo. No tengo duda que con prontitud se le hubiera proveído a su padre de abogados para que lo asistieran y el senador bien pudo aprovechar la tribuna para haber hecho una denuncia pública de lo que le estaba sucediendo.

Concluyo con una hipótesis a la que arribamos un grupo de amigos, ellos conocedores de los entretelones de la política. Yunes Márquez era el plan A, pero existía un riesgo latente de que se arrepintiera de último momento y modificara su voto, por lo que se requería un plan B que “blindara” la aprobación de la reforma y este fue la ausencia del senador Barreda, pero claro, ésta es sólo una hipótesis.

X: @gldubernard

Experto en fiscalización y presidente del OSNA

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